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EUGENIO CABEZAS
Lunes, 3 de diciembre 2007, 04:33
ENTRE todos suman siglos, pero mantienen muy vivas las ganas de trabajar. Un grupo de ancianos de una residencia de Benalmádena ha elaborado una serie de trabajos manuales con motivos navideños para participar en un concurso nacional, promovido por una fundación que apoya a la tercera edad. «El año pasado ganamos un premio por una postal navideña y este año esperamos repetir con algún galardón», comenta la terapeuta ocupacional del centro Sar Torrequebrada, Rocío Prieto.
Junto a ella, un grupo de mayores se afana por terminar los trabajos para poder enviarlos a la sede de la Fundación Jorge Queraltó, en Sevilla, que organiza el certamen. Carolina Regules está pintando su tarjeta de Navidad, que espera guste al jurado. «La he hecho con todo mi cariño. Las fiestas de Navidad son muy entrañables», declara mientras coge un rotulador para pintar una estrella sobre la cartulina.
Los mayores de la residencia han enviado trabajos para las cuatro categorías que componen el concurso. Así, en el apartado de manualidades han confeccionado con corcho un árbol de Navidad. La tarjeta ha sido elaborada por Regules. El belén es, sin duda, uno de los trabajos más originales, pues se ha hecho con muñecas, a las que las residentes han vestido con trajes bordados en papel.
Por último, en la categoría de poesía, Francisca Pilar Somé, de 84 años, ha escrito un texto en el que recoge lo que para esta malagueña suponen las fiestas navideñas. «Aprendí a escribir con apenas 13 años. Después explotó la Guerra Civil y no pude seguir estudiando», apunta, mientras repasa su cuidada caligrafía. «¿Vaya letra más bonita que tienes, Francisca!», le dice la terapeuta. Ella, sonrojada, se emociona al empezar a leer el texto. «Es una fecha muy importante, que desde hace más de dos mil años la celebra la humanidad», sostiene Somé.
Entre tanto, otros mayores del centro han subido a comer. «Tratamos de que estén siempre ocupados y perfectamente atendidos», sostiene Prieto, quien destaca el apoyo de las monitoras Ángeles Arroyo y Karmele Lazpita a la hora de animar a los ancianos a concluir sus trabajos navideños para presentarlos al concurso. «Los premios son lo de menos. Lo hacemos porque tenemos ilusión y ganas de sentirnos vivos y útiles», matiza Regules, quien agradece las atenciones que el personal de la residencia presta a los ancianos.
En el centro se ofertan un total de 170 plazas, de las que 92 están concertadas con la Junta de Andalucía. Además, hay otras 20 plazas en la unidad de estancia diurna. De los participantes en el concurso, la mayoría son mujeres, aunque también hay varios hombres, según explica Prieto.
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