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Martes, 16 de octubre 2007, 04:37
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Ayer tuvo lugar en Toulouse (Francia) la entrega a la compañía Singapore Airlines del primer A380, el gigantesco aparato que debía derrotar definitivamente a la compañía rival, la norteamericana Boeing. El acontecimiento, un verdadero hito en la industria de la aeronáutica que se produce con 18 meses de retraso, ha quedado sin embargo oscurecido por la investigación a directivos y accionistas de su casa matriz EADS por la Autoridad de los Mercados Financieros de Francia (AMF): a lo largo de los primeros meses de 2006, personas vinculadas al consorcio, directivos y accionistas de referencia consiguieron plusvalías por más de 90 millones de euros vendiendo en Bolsa más de diez millones de títulos de la compañía, probablemente a sabiendas de los problemas de Airbus. Así lo corrobora el informe de la AMF sobre lo sucedido entre el último trimestre de 2005 y el 13 de junio de 2006.
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