Caras largas durante la madrugada

Por si no era suficiente con perder la imbatibilidad, la selección española se vio obligada a viajar de madrugada hasta Madrid, a donde llegó a las 3:15 horas de la madrugada del jueves. Así que en el AVE especial que trasladó al equipo a la capital sólo se vieron caras largas y se oyó un mismo lamento: «Hay que olvidar cuanto antes». Acompañados por sus familiares y los dirigentes y técnicos de la federación, los jugadores no se permitieron una sola broma, pese a ser un grupo muy dado a la guasa en los momentos de relajo.

Pese a la hora, en la estación de Atocha esperaban decenas de aficionados, lo que ablandó a los campeones del mundo, que aceptaron el trámite de las fotografías y la firma de autógrafos. Cansados después de tres partidos consecutivos, deseaban llegar cuanto antes al hotel de concentración para dormir, ya que al mediodía esperaba otra cita institucional obligada en el Ministerio del Interior donde recogieron los nuevos DNI electrónico de manos del ministro Rubalcaba.