La Vuelta de la esperanza

IGUAL que el Tour se gestó en el periódico deportivo 'L' Auto' y el Giro nació en 'La Gazzetta dello Sport', la Vuelta vio la luz en 1935 de la mano del periódico madrileño 'Informaciones'. El propietario del rotativo, Juan Pujol, se dejó persuadir por la entusiasta propuesta de Clemente López Dóriga, un gran aficionado al ciclismo. El 29 de abril de aquel año, a las ocho menos cuarto de la mañana, echó a rodar la primera Vuelta a España. La etapa inicial, de 191 kilómetros, comenzó en la Glorieta de Atocha de Madrid, atravesó el Puerto del León y acabó en Valladolid. Sólo disputaron aquella edición cincuenta corredores (treinta y dos españoles, seis belgas, cuatro italianos y dos ciclistas de cada uno de estos países: Suiza, Francia, Holanda y Austria). Después de correr catorce etapas, el belga Gustaaf Deloor ganó la clasificación general, cuyo premio ascendía a 15.000 pesetas. Éste es sólo un apunte de la historia del ciclismo, una historia llena de épica, de victorias memorables y rivalidades encendidas.

Otros tiempos

Federico Martín Bahamontes, uno de los grandes campeones españoles, mira hacia atrás con nostalgia. «En mi época, éste era un deporte mucho más duro. No es que ahora no lo sea, pero también hay mucha ¿vedette?. Yo recuerdo aquellas bicis tan pesadas, aquellas carreteras que tenían tramos sin asfaltar... El ciclismo moderno es otra cosa, pero no deja de ser espectacular... ¿Un favorito para la Vuelta? Hay unos cuantos: el australiano Cadel Evans, Carlos Sastre, aunque a éste no le van a dejar ni moverse; Marchante, Pereiro... Es una pena que no estén Contador y Valverde, porque como españoles que son deberían dar la cara», apuntó.

Gómez Marchante, conocido también como 'El Pimien' porque en pleno esfuerzo se pone colorado como un pimiento, es sin duda uno de los candidatos a la victoria final. «Yo me veo arriba si me respeta la salud. Al Tour no pude ir por culpa de una colitis ulcerosa, pero, después, en la Clásica de San Sebastián, en la Subida a Urkiola y en la Vuelta a Burgos me he encontrado bien... De mis rivales destacaría a Evans, pero sobre todo a Sastre y a Pereiro».

El corredor del Saunier Duval-Prodir tiene una de las páginas web más trabajadas de todo el pelotón. Nos preguntamos si después de machacarse en los entrenamientos le queda tiempo para moverse por internet. «No mucho. El secreto es que la página la lleva uno de mis tíos, porque yo siempre ando liado. Y más ahora que voy a ser padre de una niña. En su honor espero hacer una Vuelta bonita y sobre todo me gustaría que en esos días sólo se hablara de ciclismo», señaló.

José Luis Arrieta, quince años en el pelotón, será el dorsal número uno. El motivo es que el ganador del pasado año, Vinokourov, dio positivo en el Tour y ni él ni su equipo estarán en la salida de Vigo. La organización de la Vuelta ha querido personalizar en Arrieta, del AG2R, un homenaje a todos los gregarios, esos corredores que trabajan para sus líderes y nunca han gozado de la popularidad de éstos. «Cuando me lo dijeron me quedé sorprendido -reconoce Arrieta-, casi sin poder reaccionar. Para mí es otro regalo, ya que también tuve el honor de correr con Indurain en su segundo Giro, el de 1993».

Méritos

Miguel Indurain nos comentó en cierta ocasión que el ciclista que más mérito tenía en las tremendas etapas de montaña no era el ganador, sino el último que llegaba, «ese corredor que suele entrar en la meta retorciéndose, pues hace el mismo recorrido que el primero y es evidente que no cuenta con las mismas fuerzas.», afirmó. «Hombre -apostilla Arrieta-, todos los ciclistas tienen su mérito porque éste es un deporte durísimo. Lo importante es que cada uno sepa estar en su papel: el líder y los gregarios. Indurain es un ejemplo porque supo hacer los dos trabajos de maravilla».

Bahomontes se compara con el navarro de Villava en una cosa: «Ambos ganamos el Tour, pero ninguno de los dos pudimos ganar la Vuelta. A mí no me dejaron. En el 57 cuando iba de líder tuve que ceder el 'maillot' a Jesús Loroño... Pero, vaya, prefiero no rememorar esa historia porque Jesús ya murió y me llevan los demonios cada vez que la recuerdo. Ahora lo que deseo es que veamos un buen espectáculo en la Vuelta pese a la ausencia, que no comprendo, de gente como Valverde», apuntó.

Ilusión

«Esta edición le venía como anillo al dedo a Valverde -asegura Víctor Cordero, director general de la prueba-. Además, como pasa por Murcia, sé que a él le hacía mucha ilusión participar. Es una pena que no esté. Lo de Contador es más comprensible. Después del Tour, los ganadores no dejan de recibir homenajes y es difícil llegar aquí en forma. De todas maneras, ésta va a ser una Vuelta emocionante, abierta, y hay grandes nombres como Evans y Pereiro. Lo ideal sería que dos corredores españoles y dos extranjeros llegasen a las últimas etapas en el mismo minuto. Y, bueno, no llevarnos ningún susto».

«Para acabar con los sustos -dice Bahamontes-, al ciclista que hiciera trampas le quitaría la licencia y no volvería a correr más».