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EL REMATE

La 'galaxia' da un vuelco

JUAN ANTONIO MORGADO

Jueves, 28 de junio 2007, 05:05

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LA 'galaxia' futbolística ha dado un vuelco en el universo. Las salidas de Beckham y Roberto Carlos, unidas a la anticipada de Ronaldo en el mercado de invierno, han despojado al Real Madrid del calificativo que tanto daño le ha hecho años atrás. En un par de temporadas, el equipo blanco se ha desprendido de Figo, Zidane y los tres citados, una pléyade de 'vacas sagradas' que no le dio al club del Bernabéu todos los títulos que su alcurnia anunciaba.

Ahora donde hay 'galácticos' es en el Barcelona. El ataque azulgrana, que ya tenía a la poderosa tripleta formada por Ronaldinho, Eto'o, Messi, acaba de incorporar nada menos que a Henry. Hay quien dice que los cuatro podrán ser titulares. Más le vale a Frank Rijkaard, porque dejar fuera a uno de ellos acarrearía problemas sin duda en el ya dividido vestuario azulgrana. Es posible que este cuarteto de estrellas juegue simultáneamente en el equipo inicial, pero lo que sí se puede asegurar es que eso redundará en la titularidad de Iniesta, otra figura del cuadro catalán, pero que cuenta con el inconveniente de ser blanco y, encima, de Albacete.

Los 'galácticos' han cambiado de acera. Lo que tanto le criticó el Barcelona al Real Madrid lo hace ahora el club azulgrana. Sucedió también con las giras. El primer periplo asiático del equipo de la capital recibió multitud de ataques desde las filas 'culés', prensa incluida. Al año siguiente, cometieron el mismo 'error' que su eterno rival, actitud rematada ahora con un viaje relámpago a Suráfrica.

Lo anterior es una minucia comparado con el lío en el que se ha metido el presidente del Real Madrid, Ramón Calderón. Tenía apalabrado a Schuster desde hacía tiempo porque ni él esperaba que Capello ganara la Liga. Con el título en el bolsillo, tiene problemas éticos y monetarios para mandar al italiano a su país. Echarlo le costará mucho. Un auténtico dilema el que afronta el mandatario blanco, ya que el público del Bernabéu no está dispuesto a aguantar otro año con el fútbol desplegado la temporada recién terminada. Otro inconveniente es que el técnico alemán tiene contrato. Finalizadas las celebraciones -a las de la Liga de fútbol se han añadido las del éxito del equipo de baloncesto, que iguala las 30 del balompié-, Calderón tiene que decidirse ya sobre el puesto de entrenador, sobre todo porque hay que planificar la próxima temporada. Al final, todo parece indicar que Capello tendrá que acaparar jamones para llevárselos a Italia.

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