El lunes habrá glorieta

Me parece mal la negativa de la Junta Electoral Central a un acto ciudadano normal y corriente, pero además me parece fatal que no se de cuenta del error. ¿Quién está satisfecho con la decisión? ¿El Ayuntamiento? ¿El Málaga CF? ¿El jeque? ¿La afición? Blanco y en botella..

Lo mismo que me parece fatal la actitud de muchos sectores del PSOE respecto a Magdalena Álvarez, a la que únicamente ha defendido con claridad y rotundidad, a capa y espada, un Felipe González que es incómodo incluso para los suyos, entre otras cosas porque pasa ya de medias tintas y tiene edad y disposición suficiente para decir lo que le da la gana.

Lo mismo que me parece sorprendente que se impute a Braulio Medel por estar en un consejo rector al que ha asistido en ¡tres ocasiones! a lo largo de su vida. Pero queda bien, muy bien, oigan, decir que se imputa al presidente de Unicaja. Aquí todo gira en torno a lo que se pueda 'vender' a la opinión pública, y eso viste mucho.

¡Ya está!, entonces aparece el político o el banquero imputado... ¡Dios mío!, cuando es una figura jurídica que lo que intenta, ¡quién lo diría!, es proteger al afectado, pero aquí significa ir ya camino del paredón, sin juicio alguno. Eso sí, después, con decir que todos están cortados por el mismo rasero, felices, cuando no es así, ni mucho menos.

Lo mismo que me parece fatal que se deje morir La Cónsula sin saber muy bien qué pasa y por qué está pasando, en una actitud política para no pocos sonrojante.

Este país llamado España, esta Comunidad llamada Andalucía, esta provincia y esta ciudad llamadas Málaga necesitan de una estabilidad que entre unos y otros no se las estamos dando, para felicidad de los descerebrados 'tuiteros' que se alegran de que hayan asesinado a la presidenta de la Diputación de León y del PP de aquella provincia, para que acto seguido salga el ministro del Interior y diga una tontería propia de la censura franquista y deje mal a quienes en su partido representan a una España, a una Andalucía y a una Málaga que es normal y corriente, que piensa en cosas normales, que aspira a salir adelante. Pero no se conseguirá si seguimos jaleando a políticos mediocres, a 'tuiteros' cargados de faltas de ortografía, a catedráticos 'de un día' y a quienes a base de 'golpes de efecto' buscan una notoriedad que jamás hubieran alcanzado de otra forma por propios méritos. Yo, el lunes, iré a la glorieta para aplaudirle al jeque... Y que digan lo que quieran. Empieza a darnos (a muchos) igual.