Vecinos de El Pinillo denuncian la ocupación de un bloque abandonado

Desde hace 11 años turistas y residentes se topan con la imagen de un bloque de ladrillos a medio terminar enclavado en las inmediaciones del puente de la AP-7, en la zona de El Pinillo. La propiedad, la misma firma que desarrolló las viviendas del entorno más próximo, mantiene la parcela vallada en la zona oeste, la más accesible, lo que no ha servido para disuadir la entrada de personas que, al parecer, según denuncian los vecinos, han convertido los apartamentos en un refugio.

Aunque el edificio ha sido punto de encuentro habitual durante años de grafiteros, los residentes advierten de que en los últimos meses se ha generado un problema de seguridad que va a más. «La zona se ha convertido en un auténtico paraíso para los pandilleros y narcotraficantes», asegura a SUR uno de los residentes del complejo Monte Paraíso, que prefiere permanecer en el anonimato, como la mayoría de sus convecinos.

«Un grupo de neonazis está llevando a cabo reuniones periódicas. Grandes esvásticas y otros logos nazis con frases como 'raza superior' adornan el exterior y el interior del edificio», asegura este residente de origen extranjero, angustiado por «los peligros inherentes de vivir junto a esta edificación».

Ningún grupo ultra activo

La Policía Local de Marbella no tiene constancia de que ningún grupo ultra esté activo en el municipio en estos momentos, aunque, según ha podido saber este periódico, ha actuado con diligencia tras recibir una queja vecinal alertando de la ocupación ocasional que se viene haciendo del edificio por parte de personas que causan cierto «temor» a los residentes.

Para evitar incidentes y mantener los niveles de seguridad que reinan en la zona, la Policía Local ha activado un dispositivo especial que empezó a funcionar hace unos diez días. Los agentes efectúan al menos tres visitas diarias a las inmediaciones y se han producido algunas identificaciones con el fin de disuadir a las personas que se refugian en el edificio, y que, según han podido constatar las patrullas, no lo ocupan de manera permanente.

Según las fuentes consultadas, el dispositivo puesto en marcha no responde a una medida excepcional, ya que todos los entornos de edificios abandonados que puedan servir de techo a personas que alteren la calma de los vecinos se convierten en puntos calientes en los que se intensifican las labores de vigilancia por parte de la Policía Local de Marbella.