La gran «corrida» de Víctor Janeiro

El clan Janeiro vuelve a estar de moda. Ese al que la novia perseguía, alcachofa en mano, a la entrada de la finca Ambiciones en su época dorada. Pero tras una entrevista con el pequeño de la saga surgió la chispa y se pasó al otro lado. A los cuatro meses ya estaba viviendo con el torero, aunque con mucho menos caché que su hermano Jesulín. Ahora les llega la boda, un día en el que no podrán ser los protagonistas absolutos. Habrá frentes de interés para todos los gustos. ¡Hasta se especula con que Jesulín se llevará una parte del cheque de la exclusiva! El de Ubrique sigue siendo el saco de golpes de la Esteban, que en su regreso televisivo ha vuelto a arremeter contra él «por mal padre». A lo que hay que sumar que los pequeños Julia y Jesús portarán las arras aunque los novios prohibieron niños. Pero, claro, no son cualquiera: son sus sobrinos... y venden en las revistas. Todo suma. Quien no aparecerá en las páginas del papel couché será Andreíta, que ha declinado la invitación de sus tíos, como ya hizo con la comunión de su hermana. Así que nada de pillarla comiendo el famoso pollo, que, por cierto, no está incluido en el menú servido por Miguel Ángel Jurado. Sí habrá un postre contundente, que para eso la novia es muy golosa.

Otro foco 'caliente' lo acapararán Carmen Bazán, a su vez la madrina -que irá con mantilla española-, y Humberto Janeiro, separados desde hace diez años tras las infidelidades aireadas del «tigre de Ambiciones» por los platós de televisión. Y también habrá que estar pendiente de Lydia Lozano y sus malos rollos con algunos concursantes de 'Mira quien salta', donde coincidió en los trampolines con los novios, que le han invitado al enlace. De hecho, se rumorea que Sonia Ferrer y Álvaro Muñoz Escassi habrían cancelado su viaje a Jerez con tal de no encontrarse con la periodista. Ya se ve que la polémica ronda la celebración, aunque habrá que esperar hasta el miércoles para analizar a fondo la boda en 'Hola'. O eso quieren los novios, que tras la mala experiencia de Francisco Rivera y Lourdes Montes esperan no lidiar con 'dolorosas' filtraciones. «Las mejores faenas se ven desde la barrera, los mejores recuerdos quedan en el alma y las mejores fotografías las sacaremos nosotros. Se ruega no hacer fotos», han escrito a sus contactos para intentar frenar que circulen instantáneas indeseadas.

Pero con todos los líos familiares en el mismo ruedo, al final lo de menos será el traje de la novia, diseñado por Alejandro de Miguel, que ha vestido a la Reina en alguna ocasión, además de a Marina Danko o María Teresa Campos. «Va a ser elegante, sutil, muy romántico y transmite ese toque flamenco, andaluz y torero que queremos que tenga la boda», ha adelantado Trapote. Y ojo a sus uñas, que seguro que tendrán sorpresa, porque la periodista, tertuliana y famosa en general se ha metido ahora a regentar una franquicia de manicura y pedicura que alterna con sus bolos mediáticos. A los que se han unido estos meses los preparativos exprés del enlace. Hace solo tres meses tuvo que cambiar urgentemente la ubicación. La ceremonia estaba pensada para la finca Yerbabuena, de José Ortega Cano, pero su venta canceló sus planes. Algunos lo achacaron al mal fario por casarse en el Día de los Difuntos. Pero la pareja no cree en los malos augurios. Sostienen que si su noviazgo ha resistido las embestidas de la prensa estos años, su matrimonio podrá con todo. O no. El tiempo dirá.