José Carlos Escribano: «Al turismo, motor de la economía, le hace falta gasolina para seguir siendo el revulsivo»
Presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos)Tras un invierno en el que la Costa ha perdido más de 270.000 estancias y una Semana Santa de trámite, insta a plasmar en medidas económicas el compromiso por el sector
PPLL
Jueves, 25 de abril 2013, 11:24
Con la Semana Santa se pasa página a una temporada baja que los hoteleros no quieren olvidar sin antes hacer un alto en el camino ... para analizar la situación por la que atraviesa una industria que no ha dejado de avanzar en plena crisis. Sin embargo, el presidente de la patronal hotelera de la Costa del Sol (Aehcos), José Carlos Escribano, advierte con firmeza: «Al turismo, motor de la economía, le hace falta gasolina para seguir siendo el revulsivo». Convencido de que el destino malagueño sobrevivirá a este periodo, considera que la declaración de que el turismo es política de Estado tiene que plasmarse con urgencia en actuaciones de apoyo económico y fiscal. «No pedimos ni ayudas ni subvenciones, solo queremos medidas que eviten la pérdida de competitividad», declaró.
-¿En qué situación se encuentra el sector hotelero de la Costa?
-El invierno ha vuelto a ser muy duro. Han cerrado más hoteles hasta sumar un 35% de la oferta y aún así los que han apostado por permanecer activos han visto reducida la ocupación media entre noviembre y febrero en un 1%. Los datos del INE cifran en 270.000 las pernoctaciones que ha perdido este destino en dicho periodo, lo que supone una reducción del 10% respecto a la pasada temporada baja. La crisis nos está llevando a que las rentabilidades del verano no sean suficientes para compensar las pérdidas del invierno, y esto nos preocupa. Por eso consideramos que si se ha declarado al turismo como asunto de política de Estado debe plasmarse este compromiso con actuaciones económicas y fiscales que eviten que esta industria pierda competitividad justo al final de una crisis a la que mantiene el pulso con mucho esfuerzo empresarial.
-¿Qué tipo de medidas considera imprescindibles?
-El conjunto de administraciones debe tener claro que al turismo, motor de la economía, le hace falta gasolina para seguir siendo el revulsivo. Las reservas se están agotando. Urge una fiscalidad especial y una reducción de los costes laborales en temporada baja con la que los hoteleros sintamos ese apoyo y comprensión que vemos que tienen con otros sectores y no con el que aporta el 12% del PIB. Estas actuaciones no solo beneficiarán al sector y al empleo sino que todas las acciones que incentiven el turismo generarán más riqueza para las arcas estatales. Por ejemplo, sería preciso analizar que la actualización del IBI ha supuesto para los hoteles de la Costa un aumento del 25% o el paso del 8% al 10% del tipo impositivo del IVA ha lastrado en un 20% los beneficios de las empresas turísticas. A lo que sumamos que este invierno en Andalucía se han reducido en un 20% los paquetes del Imserso, cuando es un proyecto que se agotan las plazas y por las que cada euro que invierte el Estado recibe 1,5 euros. Frente a ello, el sector necesita medidas concretas como poder aplazar a la temporada alta, pero sin recargo, las cuotas de los trabajadores. Los más experimentados apuntan, incluso, soluciones para acabar con la falta de crédito como la de retomar la idea de un banco hipotecario nacional que garantice liquidez y aporte tranquilidad a un sector que precisa de continuas inversiones para mantener la calidad de la oferta.
-Pero la situación no es nueva y cada año la estacionalidad va a más.
-No quiero parecer pesimista, pero este invierno se ha acentuado dramáticamente. No nos podemos permitir más plazos porque para frenar la situación son necesarias medidas económicas además de las acciones de promoción. Hay que hacer un plan de choque que contemple reducción del IVA turístico y de los costes sociales en temporada baja, por ejemplo. Serían incentivos para que los hoteles permanecieran abiertos porque hay que penar que cuando un establecimiento cierra se resiente desde el panadero hasta el de la tienda y el del restaurante próximo.
-¿Y en la promoción?
-En estos momentos no cabe duda de que las acciones promocionales son clave y, sin embargo, la crisis también ha provocado que poco a poco se hayan ajustado las partidas por parte del conjunto de administraciones hasta el punto de que la inversión global se ha visto mermada en un 70% en los últimos tres años, en el mismo periodo en que las tasas aeroportuarias de Málaga han aumentado un 48%. En promoción en la Costa hemos cometido un error al confundir el apoyo a los operadores 'on line' con dejar de lado en parte a la touroperación. Si somos un destino con más de 50 años es porque hemos mantenido una buena relación con estos grandes grupos. De hecho ahora se puede comprobar como las zonas que han mantenido firme su respaldo a estos touroperadores, como Canarias o Baleares, han sufrido menos que nosotros. Sí o sí, la Costa es un destino de volumen y para ello estos grupos son imprescindibles. De hecho creo que la entrada en mercados emergentes como Rusia tiene que hacerse de la mano de los touroperadores. También hay que rescatar la marca Costa del Sol, porque es potente y hay que recuperarla para ir todos bajo esta bandera y evitar la dispersión del destino y de la oferta.
-Entre tanto, el Plan Qualifica, el proyecto clave de renovación del destino, se tambalea. ¿Qué propone el sector ante la situación actual?
-Hay que buscar una solución. La Costa no puede permitirse el lujo de dar de lado a un proyecto así. Las administraciones están obligadas a ponerse de acuerdo por el objetivo común de un destino fundamental para esta industria. No podemos dejar pasar el tiempo. Estamos como con los planes contra la estacionalidad, que tienen que articularse con rapidez.
-¿En plena Semana Santa es pronto para hablar del verano?
-Si la incertidumbre marca la Semana Santa, el sector tiene claro que 2013 será el año de la supervivencia. Dependiendo de la respuesta de los mercados internacionales, que ya han confirmado que miran bien a la Costa tanto los tradicionales como los que emergen con fuerza, y del turismo nacional podremos pasar de ser el revulsivo de la recuperación económica a un contratiempo imprevisto e importante.
-¿La Costa del Sol superará este año de supervivencia?
-Sin duda alguna. Nosotros sí, otros destinos no lo sé. Lo que queremos es hacerlo sin perder competitividad.
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