Más de cien médicos del Materno se rebelan y avisan de que las listas de espera subirán

Los médicos del Materno han elaborado el documento para informar a la gerencia de Carlos Haya del malestar que les producen los recortes y con la intención de que el escrito se remita a la Consejería de Salud y al SAS. En el manifiesto se recuerda que las menguas de sueldo que aplicará la Junta, unidas a otras anteriores, suponen una disminución real de sus retribuciones que oscila del 15 al 25 por ciento, «lo que coloca a muchos profesiones en una difícil situación económica y genera una lógica crispación e inquietud difíciles de controlar».

Amenaza para la sanidad

Los profesionales de la medicina que firman el documento recalcan que cargar sobre los trabajadores sanitarios buena parte de las actuaciones que van a aplicarse para ahorrar significa «una flagrante injusticia y una amenaza para el futuro de la sanidad pública andaluz», de cuya brillante situación se sienten orgullosos. Asimismo, avisan de que «no hay nada más ineficiente que un trabajador enfrentado con la organización para la que trabaja».

En protesta por lo que definen como un ataque por parte de la Junta de Andalucía, dan por revocados los pactos de gestión firmados con la dirección del Materno para 2012. A ese respecto, sugieren una moratoria en el cumplimiento del rendimiento profesional, cuya bolsa económica, de existir, pasaría a complementar el salario habitual con carácter fijo. Igualmente, los médicos estiman que deben revisarse los plazos temporales fijados por los decretos de garantía vigentes para la asistencia de los pacientes en consultas externas, intervenciones quirúrgicas y pruebas complementarias. Esa revisión la basan en que, los tijeretazos anunciados por la Junta, pueden traer consigo un aumento de las listas de espera. El argumento que dan para ese incremento de las demoras es la sobrecarga laboral que habrá: «Entendemos que la reducción de recursos humanos asistenciales en nuestras unidades (derivada de la disminución de la jornada de una gran mayoría de facultativos, con la consiguiente sobrecarga laboral que ello produce en los restantes), dificultaría o incluso impediría que se pudieran llevar a cabo otras labores que no fuesen las puramente asistenciales». De ese modo, no se garantiza que los facultativos asistan a comisiones de calidad, elaboración de proyectos de investigación, sesiones clínicas y docencia. «Todo ello para centrar nuestro empeño en que la asistencia al paciente no sufra las consecuencias de estos recortes».

Los médicos firmantes del manifiesto expresan su decepción por no haber podido participar, con su opinión, experiencia y compromiso con la sanidad pública, en la fase de elaboración de las medidas elaboradas por la Junta. «Ninguna organización puede avanzar sin contar con los profesionales que la integran», señalan.

Por otro lado, y siendo conscientes de la necesidad de rebajar el déficit de las arcas públicas, los facultativos proponen que el ahorro se centren en los recursos cuya utilidad para la asistencia sanitaria de la población en momentos de crisis económica resulte menos evidentes. A ese respecto, abogan por un análisis exhaustivo de la viabilidad y la rentabilidad de algunas empresas públicas. Así, en el manifiesto se ponen como ejemplo la Agencia de Calidad Sanitaria, Iavante, la Agencia de Evaluación de Nuevas Tecnologías, la Escuela Andaluza de Salud Pública, la Fundación Progreso y Salud o el Observatorio del Paciente. También apuestan por limitar subvenciones, asesores, coches oficiales y teléfonos móviles. Por último, los médicos subrayan que, con los medios disponibles, seguirán dando la mejor asistencia posible a sus pacientes.