Hoy arranca la 65 edición del Festival de Cannes, el más importante del mundo, con una imagen de Marilyn Monroe, de quien se cumple medio siglo de su muerte, presidiendo el cartel. La nueva película del estadounidense Wes Anderson, 'Moonrise Kingdom', será la encargada de levantar el telón. En la competición por la codiciada Palma de Oro, que decidirá un jurado presidido por Nanni Moretti, las cintas más esperadas de la próxima temporada: David Cronenberg presentará 'Cosmopolis'; Michael Haneke estrenará 'Amour'; el nonagenario Alain Resnais mostrará 'Vous n'avez encore rien'; Ken Loach compite con una comedia, 'The Angels Share'; el brasileño Walter Salles mostrará su adaptación de la novela de Jack Kerouacs 'En el camino'; y el mexicano Carlos Reygadas, única presencia hispana de la competición, estrenará 'Post tenebras lux'.
Cannes y el cine español prosiguen una larga trayectoria de desencuentros y este año tampoco hay cine nacional en competición, algo ya habitual salvo cuando Pedro Almodóvar tiene película. El cine español hay que buscarlo en las demás secciones. La prestigiosa Quincena de los Realizadores presentará 'Sueño y silencio', lo nuevo de Jaime Rosales, el premiado director de 'La soledad'. También la coproducción hispano argentina 'Infancia clandestina', de Benjamín Ávila. En Una Cierta Mirada, la segunda sección en importancia del festival, Julio Medem figura como uno de los directores del filme colectivo '7 días en La Habana', coproducción entre España, Francia y Cuba. En la Semana de la Crítica, la hispano-mexicana 'Aquí y allá', de Antonio Méndez Esparza, y en Sesión Especial de Medianoche la coproducción hispano-italiana 'Drácula 3D', del prestigioso director de cine de terror Darío Argento.
La polémica ha saltado antes de que los famosos pisen la alfombra roja. Las organizaciones feministas han denunciado que no hay directoras en la competición. Y Cannes es un festival que nunca se ha caracterizado por el apoyo a las mujeres cineastas. En toda su historia, solo en una ocasión una mujer logró la Palma de Oro: la neozelandesa Jane Campion con 'El piano', en 1993. Estas acusaciones de sexismo han sido rápidamente contestadas por Thierry Frémaux, delegado general del festival: «Jamás una película que no lo merezca, simplemente porque esté realizada por una mujer, será seleccionado para el certamen».