La crisis toca ya a los empleados municipales
Al menos ocho consistorios han incumplido el pago de nóminas, que afecta a 900 trabajadoresFuncionarios y laborales ven por primera vez peligrar los ingresos fijos que tenían de los ayuntamientos
CARMEN MARTÍN cmblanco@diariosur.es
Domingo, 25 de septiembre 2011, 11:22
José va todos los días a trabajar. Se sienta en la oficina y cumple a rajatabla su horario. Lo hace a pesar de no ... haber cobrado los dos últimos meses y con la incertidumbre de no saber cuándo entrará de nuevo dinero a su hogar. Su situación puede ser similar a la de otros miles de malagueños que tampoco reciben a final de mes sus salarios, pero no deja de ser singular. José no es un trabajador cualquiera, es funcionario, y sus jefes no son otros que los gobernantes políticos del Ayuntamiento de Cortes de la Frontera. Por primera vez desde que comenzó la actual crisis económica, los consistorios de la provincia están incumpliendo el pago de las nóminas. Tanto funcionarios como laborales de los ayuntamientos ya no tienen un trabajo tan estable como todo el mundo piensa.
El temor que tienen por la situación que se presenta ante ellos y el miedo a ser señalados en pueblos pequeños es tan grave que la mayoría no quiere hablar. Tanto es así, que José es el seudónimo bajo el que se esconde un empleado del Consistorio de Cortes de la Frontera, que ya pasó por una situación de impago similar hace aproximadamente treinta años. José va tirando como puede, con algunos ahorrillos y pequeños créditos que suplen los 3.000 euros que le debe el Ayuntamiento. Todavía no ha tenido problemas de pago porque aunque su mujer y su hijo de 24 años están parados apenas tiene gastos fijos. La incertidumbre, por ahora, es su peor pesadilla.
A Carlos Ortiz, la rabia, la impotencia y, sobre todo, la preocupación han hecho un agujero en su estómago. El oficial de los Servicios Operativos del Ayuntamiento de Coín, que solamente ha podido pagar 400 euros de la nómina de agosto tanto a los funcionarios como a los laborales, no tiene miedo de decir su nombre y apellido. Carlos, que también sigue acudiendo al trabajo cada día, todavía no sabe si cobrará antes de que acabe el mes el resto de su salario, como prometió el equipo de gobierno. Del sueldo correspondiente a septiembre, ni pregunta. «Estoy indignado, es que no tengo ni para una barra de pan», afirmó este coineño, cuya vida, en estos momentos, es un auténtico drama.
Además de trabajar sin cobrar lo que le corresponde, tiene que cuidar de su esposa, que ha sufrido tres infartos cerebrales, y de su hijo menor, de 16 años. «Mi mujer no puede ni leer ni escribir, tengo que tirar yo de la casa. Todavía le debo dinero al banco y tengo que pagar la luz, el agua, el coche, la comida...», lamentó este operario, que es también delegado de UGT. De momento, los sindicatos no han llevado a cabo movilizaciones, esperanzados en que el Consistorio resuelva pronto la situación, aunque la solución no se antoja fácil. Con una deuda acumulada de 27 millones de euros, el gobierno del PP en Coín espera que la marejada amaine a partir de septiembre, una vez reciban los ingresos mensuales de su Participación en los Tributos del Estado (PIE), que han estado embargados en julio y agosto por los impagos a la Seguridad Social. Mientras tanto, Carlos Ortiz y otras 500 personas que cobran del Consistorio tendrán que hacer de tripas corazón, aunque él apuesta por hacer lo que haga falta si dentro de unos días siguen sin pagarle. «Estoy dispuesto a irme a la puerta del Ayuntamiento y no moverme de allí», avanzó este trabajador, que tampoco puede recurrir a la ayuda de sus otros seis hijos mayores porque lo poco que ganan tienen que destinarlo a sus respectivas familias.
Corcheros y arrieros
Si en Coín hay 500 trabajadores afectados, en Cortes de la Frontera hay 210 que aún no han cobrado las nóminas de julio y agosto, según UGT. No obstante, el alcalde, Antonio Granero (PA), apuntó que actualmente hay un centenar de funcionarios y laborales que trabajan para el Consistorio y unos 120 corcheros y arrieros a los que también se les debe julio y agosto. A estas cifras se suman 34 empleados municipales de Gaucín a los que se les adeuda las nóminas de julio y agosto; 30 funcionarios y laborales que aún no han cobrado en Cañete la Real agosto y la paga extra de julio; entre 30 y 40 trabajadores de Tolox que solo han cobrado parte de las nóminas de julio y agosto; entre 30 y 45 funcionarios y laborales de Casarabonela, que aún tienen que percibir agosto, al igual que entre 8 y 12 trabajadores de Cuevas del Becerro y entre 12 y 15 funcionarios, laborales y temporales de Arenas, según datos facilitados por los alcaldes y por el sindicato UGT que no coinciden en todos los casos, de ahí la horquilla de empleados mencionada. No obstante, la cifra total ronda los 900 empleados municipales afectados por los impagos de nóminas en la provincia que se conocen, ya que, como indican desde UGT, pueden existir otros ayuntamientos con impagos que aún no hayan salido a la luz pública.
Según este sindicato, en Andalucía son ya 21 los ayuntamientos que no tienen dinero para pagar las nóminas de sus trabajadores. Eso supone, al menos, que 10.500 empleados municipales no están cobrando actualmente su sueldo en la región, algunos incluso con grandes atrasos en los cobros como los del Ayuntamiento de Huévar del Aljarafe (Sevilla), que adeuda ocho nóminas, o los de La Mancomunidad del Bajo Guadalquivir, Valverde del Camino (Huelva) o Barbate (Cádiz), que no pagan los salarios desde mayo, según UGT.
La secretaria de Administración Local de la Federación de Servicios Públicos de UGT Andalucía, Remedios Cárdenas, aseguró recientemente que «los consistorios están pidiendo auxilio, S.O.S.». «Piden financiación porque si no tendrán que devolver competencias», aseguró para criticar que ni el PP ni el PSOE hablan en sus programas electorales sobre la financiación local.
El presidente del sindicato SCIF en Málaga, Joaquín Pérez, va más allá. Consideró que la situación es «preocupante» y explicó que la crisis ha generado una disminución de los ingresos de los ayuntamientos a lo que hay que añadir que «las administraciones que tienen que hacerles transferencias tampoco las hacen porque atraviesan por la misma situación». Pérez argumentó que a muchas de estas situaciones se ha llegado por no actuar con responsabilidad: «si no se controla el gasto antes, tenemos problemas de liquidez después», matizó. El presidente de SCIF en Málaga no descartó que en los próximos meses crezca el número de ayuntamientos con impagos de nóminas y abogó por que las administraciones tengan el personal necesario para dar los servicios públicos, ya que los ayuntamientos no están para crear empleo, sino para fomentar la generación de puestos de trabajo, explicó.
Sin un sueldo a final de mes
Trabajo precisamente no les falta a los empleados municipales de Gaucín. Lo que les falta es cobrar a final de mes. Aseguran a través de un portavoz, que quiere permanecer en el anonimato, que llevan mal la situación tras dos meses sin que les paguen. No obstante, admiten estar acostumbrados, ya que «no es la primera vez que ocurre» esto en el Consistorio de Gaucín y esperan que la situación la arregle el nuevo equipo de gobierno.
En Arenas, con una plantilla de diez funcionarios y laborales, a los que se suman dos o cinco trabajadores temporales dependiendo de las necesidades del Consistorio, el impago de la nómina de agosto no ha causado ningún tipo de alarma. Al ser un ayuntamiento pequeño, donde los trabajadores conocen con detalle la situación económica, que es saneada y sin deudas, la situación no preocupa a ningún empleado. En Cortes de la Frontera hay también quien no está preocupado, pero algunos, como Ricardo -nombre ficticio-, creen que «la cosa está mal». «Tengo dos niños estudiando fuera y uno va tirando de lo que tiene, pero llegará un momento en que se acabará», afirmó este hombre preocupado por cómo pagará la luz, el agua o la basura «si no entra nada de dinero en la casa».
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