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Susana Bootello Fernández, en la Facultad de Derecho. Laura Vega Pedraza, ante el Rectorado de la UMA.
Estudiantes de primera

Estudiantes de primera

Dos tituladas en la Facultad de Derecho de la UMA aprueban las oposiciones y se convierten en jueza y abogada del Estado de las más jóvenes de España

Francisco Gutiérrez

Lunes, 29 de mayo 2017, 00:45

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Jóvenes, pero sobradamente preparadas. Tanto, que Susana Bootello Fernández (26 años) y Laura Vega Pedraza (24) se han convertido en abogada del Estado y jueza a la primera, respectivamente. Jóvenes, muy jóvenes, recién licenciada la primera y graduada la segunda, han alcanzado puestos de gran relevancia aprobando unas oposiciones con las que muy pocos se atreven. Y que sea, como han hecho ellas, a la primera, es una auténtica excepción, una circunstancia que da más mérito si cabe a lo que han conseguido, fruto de su preparación, esfuerzo y horas de trabajo sin apenas descanso. Susana ya ejerce de abogada del Estado en Jaén. Laura Vega, por su parte, está preparándose en Barcelona, en la Escuela de Práctica Jurídica.

Susana Bootello Fernández ha vivido en El Limonar y estudió Secundaria y Bachillerato en el colegio El Limonar. En la ESO ya le surgió el interés hacia la rama jurídica, y en Bachillerato escogió Humanidades con el objetivo de estudiar Derecho. Una disciplina en la que no hay antecedentes familiares, ya que su padre es ingeniero de caminos y su madre economista.

Es de las últimas promociones de licenciados. Empezó los estudios en el curso 2008/2009, de cinco años. Recuerda «con mucho cariño» su paso por la Facultad de Derecho, un centro que «me ha proporcionado una buena base jurídica», afirma. «Estudiaba mucho, pero como me gustaba, recuerdo este periodo como uno de los mejores de mi vida». Fue estudiante de sobresalientes y matrículas de honor, de manera que fue una alumna que no pasó desapercibida: en el último año de carrera consiguió una beca de colaboración y trabajó en el departamento de Derecho Financiero y Tributario, con el profesor Juan José Hinojosa, actual decano de la facultad, que le dirigió su proyecto. Al terminar trabajó en el despacho de Garrigues, y también le llegaron ofertas de la facultad, pero ella ya tenía claro que lo suyo eran unas oposiciones. ¿Por qué las de Abogado del Estado?: «Por vocación de servicio público y por la interdisciplinaridad de estas oposiciones, que te permiten estudiar y conocer todas las ramas del Derecho. ¡Es la oposición más completa!», responde.

Dos años y unos cuantos meses le llevó prepararse los 456 temas de la oposición. Susana agradece a sus preparadores toda la ayuda que le prestaron. Hace poco se cumplió un año desde que aprobara las oposiciones. Desde el primer momento se puso la toga de abogada del Estado. No olvida su primer caso, un delito fiscal contra la Hacienda Pública. En Jaén «no me da tiempo de aburrirme»: es la única abogada de Estado (en Málaga son cinco).

Vocación temprana

Laura Vega estudió en Las Esclavas y entró en la Facultad de Derecho porque «tenía muy clara mi vocación, quería dedicarme al Derecho y específicamente a la judicatura», manifiesta, durante una entrevista con motivo de una reciente visita a Málaga. Su padre es abogado y su madre es maestra. Durante los estudios en la Facultad de Derecho de la UMA fue una alumna brillante, con matrículas y sobresalientes, y «mucho estudio», apunta la joven. Laura es de la primera promoción de estudios de grado (cuatro años). En cuanto terminó la carrera, con 22 años, se puso a preparar las oposiciones de juez, que aprobó en octubre de 2016, un año y unos meses después de terminar la carrera. Salieron 65 plazas y fue la más joven de la promoción en el momento de aprobar. Laura agradece a sus padres su ayuda y a su preparador, Hipólito Hernández Barea, presidente de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, que confiara en ella. En poco más de un año la ayudó a preparar más de 400 temas. Estudió 10 y 12 horas al día, concentrada sobre los apuntes, «sin música y con la persiana bajada». Una media de trabajo similar en el caso de Susana, que también se preparó en su casa. Laura estará formándose en la Escuela Jurídica de Barcelona hasta diciembre, y luego tendrá otros seis meses de preparación como prácticas tuteladas. Después, le tocará pedir destino, «lo más cerca posible de Málaga».

Ideal de servicio público

También a Laura le ofrecieron seguir en la facultad, pero ella tenía claro que lo suyo era opositar. Pero no lo descarto, ya que «el mundo académico me llama la atención».

Las dos jóvenes coinciden al entender su trabajo como servicio público. El sentido de la «autoridad y responsabilidad» es lo que más atrae a Laura de la función de juez. En el caso de Susana, es la «vocación de servicio público» y su carácter interdisciplinar (tiene que conocer y aplicar todas las ramas del Derecho) lo que le llevó a su profesión. Como chicas jóvenes, les gusta el cine, la música, viajar y estar con los amigos. Ahora tratan de recuperar tantas horas como dedicaron a prepararse para ejercer unas profesiones de una elevada responsabilidad y compromiso social.

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