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Javier González de Lara en una imagen de archivo. SUR
Tirón de orejas de González de Lara a Aehcos

Tirón de orejas de González de Lara a Aehcos

Análisis ·

El miedo a una huelga en los hoteles de la Costa del Sol hace reaccionar a la CEM, que pide a la patronal hotelera un cambio de actitud en la negociación del convenio de hostelería y se ofrece a mediar

Nuria Triguero

Málaga

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Martes, 29 de mayo 2018

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A buen entendedor pocas palabras bastan. El presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga y de la de Andalucía, Javier González de Lara, lanzó ayer un claro aviso a la patronal de los hoteleros malagueños, Aehcos, tras la frustrada reunión de la mesa negociadora del convenio de hostelería de la provincia. «Uno no debe nunca levantarse de la mesa», aseguró el líder de la CEM y la CEA, claramente disgustado después de que los sindicatos airearan que el presidente de Aehcos, Luis Callejón, había abandonado precipitadamente el citado cónclave. «Tenemos que poner todos de nuestra parte y hacer propuestas serias», añadió González de Lara, reconociendo la «buena disposición sindical» y el «esfuerzo» de Mahos, la patronal de bares y restaurantes, por mantener viva la negociación (hoy está previsto un nuevo encuentro en la sede de esta última organización). «Hay tiempo todavía, la mesa sigue abierta y pretendemos que así siga», afirmó.

A todo esto, el aludido, Luis Callejón, niega haberse levantado de la mesa de negociación propiamente dicha. Sí reconoce que lo hizo durante un «encuentro previo de aproximación», «cuando a mí se me amenaza por parte de los sindicatos, diciendo que se va a anunciar a los medios una huelga para los meses de julio, agosto y septiembre». «Nunca me levantaría de una mesa en la que se esté negociando, pero eso era distinto», justifica.

Sea de una u otra manera, el resultado fue la enésima reunión sin avances en el convenio de hostelería. Los ánimos cada vez están más caldeados y el verano, más cerca. Y la preocupación en el ámbito de la CEM es patente. González de Lara no quiso ayer «ni contemplar la posibilidad de que haya huelga este verano» y advirtió de que el mero anuncio de una medida así «generaría efectos nocivos». «En la provincia no ha habido una huelga de hostelería por un convenio desde 1979; durante todos estos años hemos sido capaces de buscar soluciones y evitar llegar a ese extremo, aunque sea en el último minuto», argumentó. En vista del atasco de las negociaciones, el líder de la CEM se ha puesto manos a la obra para mediar en el conflicto antes de que se rompan los puentes. Y su primera acción fue precisamente el recado de ayer a Callejón, que habrá que ver si tiene consecuencias. Ayer, González de Lara se mostraba convencido de que no hay «tantas cuestiones que separen a las partes».

En realidad, diferencias sí que hay. Los sindicatos piden una subida salarial del 4% anual, mientras que los empresarios se quedan en la mitad: un 2%, de forma que en los cuatro años de convenio se acumule una subida del 8%. Aehcos, a través de un comunicado, argumentaba ayer que el convenio malagueño es «el más caro de España» y que la comparativa con Baleares (que va a aplicar una subida salarial del 17% en cuatro años, según el acuerdo recientemente firmado) «no es real». «El salario actual del convenio hotelero de Málaga en su grupo 4 (camareros, cocineros…) es más alto a día de hoy, aun habiendo subido Baleares el 5% en 2018», afirmaba.

La patronal hotelera se queja además de que los sindicatos no quieren ni entrar a negociar las medidas de flexibilidad que propone y que «responden a una nueva realidad del mercado, los altibajos en la ocupación, a la que el sector se tiene que adaptar». Y afirma que los representantes de los trabajadores han tergiversado sus propuestas: no pretende «reducir el descanso semanal de dos días a uno y medio, como dicen los sindicatos, sino flexibilizarlo en las épocas de mayor ocupación», de forma que el medio día restante se acumularía para disfrutarlo más adelante. Tampoco quiere «imponer una jornada de 14 días seguidos»: su propuesta consiste en que los empleados trabajen diez días consecutivos y descansen cuatro, también seguidos, según explica Callejón.

Según los representantes de los empresarios, tampoco es cierto que quieran ligar la subida salarial al absentismo, aunque reconocen que desean implantar «una medida que evite el fraude»: en concreto, quieren que el trabajador no cobre el sueldo del primer día que está de baja (ahora el convenio lo garantiza).

La externalización es otro caballo de batalla. El convenio de hostelería blinda actualmente a las camareras de piso, los recepcionistas y el personal de restauración y cocina, de forma que aunque pertenezcan a una subcontrata, su sueldo sea el mismo que el de sus compañeros de plantilla. Los sindicatos quieren extender esta protección para otras categorías, como los trabajadores de mantenimiento o animación. Para Aehcos ésta es una cuestión «político-sindical»; para los sindicatos, una cuestión de justicia.

Las posiciones, en fin, están lejanas. Pero casi siempre lo están en este tipo de negociaciones. Por eso lo que no debe faltar en la mesa es diálogo, voluntad y pragmatismo.

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