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Turistas inmortalizan su visita a Málaga, en un parada de su recorrido en bicicleta.
Fortalezas y debilidades de la Costa del Sol

Fortalezas y debilidades de la Costa del Sol

Los registros históricos del pasado año señalan los puntos de éxito y los factores que requieren mejorar

Pilar Martínez

Domingo, 5 de febrero 2017, 01:39

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Mes a mes se han ido batiendo récord en las estadísticas que muestran la evolución del destino turístico Costa del Sol hasta sellar 2016 como un año histórico. Las grandes cifras, en numerosas ocasiones rompiendo barreras como la de los 20 millones de pernoctaciones en hoteles, constatan las fortalezas de un destino que goza de una salud inmejorable, pero también ponen en evidencia algunas debilidades. 2017 se presenta como un ejercicio en el que los buenos resultados aportan tranquilidad al sector, que debe centrar sus estrategias en avanzar en un crecimiento sostenible y en la aplicación de las nuevas herramientas tecnológicas con las que mejorar la distribución y la comercialización. Las administraciones, como hasta ahora conjuntamente con las empresas de esta industria, motor de la economía, comparten estos mismos retos para fortalecer más el destino y mitigar sus debilidades. Estas son algunas de ellas.

Fortaleza: fuerte tirón internacional

Profesionales del sector y responsables de Turismo Costa del Sol no dudan en señalar al fuerte tirón en el escenario internacional como la clave del éxito turístico de la Costa del Sol. Absolutamente todos los principales mercados, es decir, el Top10 de los emisores de viajeros extranjeros a la provincia han experimentado crecimientos importantes, la mayoría de ellos de dos dígitos, subidas en las que ha tenido mucho que ver la inestabilidad de competidores directos del Mediterráneo como son Turquía, Egipto o Túnez. Destaca de este repunte el crecimiento del 17% de las llegadas de turistas británicos. Una subida que si bien supone una gran fortaleza para el destino, también se convierte en un elemento que aporta fragilidad en cuanto a que genera una mayor dependencia que tiene este destino de este país, bajo la incertidumbre de su salida de la UE con la puesta en marcha del Brexit.

Las estadísticas evidencian también que la Costa ha conseguido recuperarse en Alemania, el único país que en 2016 mostraba un signo negativo, y ponen de manifiesto el buen estado de salud que tiene la Costa en los Países Nórdicos lo que evidencia la necesidad de llevar a cabo un refuerzo de la promoción en unos mercados que además están contando con un apoyo notable de las aerolíneas, que han realizado una fuerte apuesta por reforzar las conexiones directas con el aeropuerto de Málaga. Es el caso de Dinamarca que ha proporcionado un 48% más de viajeros a los hoteles malagueños. Precisamente este es el principal escollo con el que se encuentran los alemanes a la hora de elegir la Costa, las dificultades para contar con una oferta de vuelos directos al destino.

Cabe mencionar también cara a la estrategia de trabajo en los diferentes mercados que el de Estados Unidos muestra síntomas de gran dinamismo en el destino, que roza ya los cien mil viajeros alojados en hoteles, lo que supone un aumento del 12,3%. La cada vez más cerca realidad de contar con un vuelo directo a Nueva York todo el año, prevista para 2018, contribuirá a disparar aún más el auge de la llegada de turistas norteamericanos a la Costa.

Debilidad: el mercado nacional se enfría

El turismo nacional, durante los últimos años, el gran salvavidas para los profesionales del sector, representa la cruz de la moneda. En un año de récord, los hoteles han perdido clientes españoles y, por ende, han visto reducidas las estancias de unos visitantes que además destacan por tener una mayor alegría en el gasto. Por eso de que nadie mejor que los nacionales entiende los que supone disfrutar de las vacaciones. Los hoteles han perdido un 4% de viajeros nacionales y un 3,5% de pernoctaciones. Incentivar este mercado se revela como una actuación prioritaria. Profesionales de agencias de viajes apuntan a la necesidad de que estas campañas se centren en cambiar el hábito de los españoles de esperar al último momento para reservar, porque notarán la presión en precios y las dificultades para contratar por la alta demanda internacional, más precavida. El presidente de Turismo Costa del Sol, Elías Bendodo, restó importancia a este enfriamiento del mercado español para explicar que «si bien es cierto que en cuanto a viajeros hoteleros se ha advertido un descenso, hay que subrayar que el crecimiento de turistas españoles que acuden a la Costa del Sol se ha fijado en 4,7%. Aquí lo que ha ocurrido, más bien, es que el turista nacional parece optar por otro modelo de alojamiento. Más que una debilidad, diría que es un cambio de tendencia que nos abre una vía de trabajo para estudiar cómo podemos fortalecer el turismo nacional a través de los alojamientos que en la actualidad parecen preferir éstos».

Fortaleza: el auge del interior y la capital

La Costa del Sol está dejando de ser sinónimo de destino de sol y playa, para sumar a esta definición la del tirón de su oferta de interior con reclamos ya reconocidos internacionalmente como el Caminito del Rey, Los Dólmenes de Antequera o la Gran Senda. Son hitos que han disparado la llegada de viajeros a los pueblos no costeros que por primera vez han conseguido llegar a captar más de un millón de viajeros. La otra gran fortaleza en cuanto a los segmentos turísticos es que Málaga ciudad, con sus museos, está de moda. Tanto que ha dejado de ser un apéndice de paso para turistas que venían a la Costa a convertirse en protagonista de la oferta turística de la provincia. Segmentar es clave para fortalecer el destino. De hecho, Bendodo remarcó que «entre las principales fortalezas de la Costa del Sol destacaría especialmente la estrategia de segmentación, que desde su implantación ha generado una mayor calidad y una oferta más completa del destino, y mejor ajustada a las demandas del turista, convirtiéndonos en uno de los destinos con la oferta más variada y completa que pueda existir. El mejor ejemplo de esta estrategia es el boom que goza el interior de la provincia de Málaga, toda una revelación». El tirón de los congresos y la recuperación del turismo de cruceros suman fortalezas. El decano de Turismo de la Universidad de Málaga, Antonio Guevara, apostilló sobre este aspecto la necesidad de trabajar en que la comercialización y distribución de estos nuevos productos la lleven a cabo empresas locales.

Fortaleza: infraestructuras envidiables

No hay empresario que no haga referencia a la conectividad del destino como un elemento con el que la Costa del Sol saca músculo. Una amplia red viaria, de ferrocarril de Alta Velocidad y aeroportuaria, con unas instalaciones que han ganado más de dos millones de viajeros en un sólo año, hasta rebasar los 16,5 millones de usuarios, conforman una base que garantiza un horizonte despejado para esta industria, a lo que va a contribuir, sin duda, la rebaja de las tasas aeroportuarias. En la magnitud de la cifra de viajeros del aeropuerto, los profesionales sólo ponen un pero: una alta concentración en Europa y la escasez de rutas directas con Asia, Oriente y Norteamérica.

Fortaleza: alojamientos a la última

Ha sido un año en el que las ofertas han brillado por su ausencia y los ingresos medios por habitación de hotel ha subido hasta los 67,7 euros, un 12,2%. El sector ha iniciado la recuperación de la rentabilidad y a la par ha activado un ambicioso plan de renovación de la planta hotelera, con una inversión de más de 56 millones este año y con la que se elevan a más de 160 millones la partida destinada a mejorar los hoteles para hacer frente a la competencia, cada vez mayor por su alta demanda, de los apartamentos turísticos. Aquí se encuentra otra de las fortalezas del destino: la diversidad de alojamientos adaptados a los nuevos hábitos de viajar.

Debilidad el reto de la sostenibilidad

En el Año del Turismo Sostenible el avance hacia un destino sostenible se convierte en una de las debilidades del destino. Es necesario trabajar más en esta línea que redundará en la conservación del entorno y también en un mejor reparto de los flujos turísticos. Guevara insistía en que este aspecto es uno de los más relevantes para la Costa y en el que hay que poner al servicio del mismo el uso de nuevas herramientas tecnológicas que permitan planificar el reparto de eventos en diferentes lugares para evitar aglomeraciones que nada tienen que ver con una saturación del destino. «No hay plataformas que reúnan esta conectividad y que evite la sobrecarga como la de calle Larios en Navidad», dijo Guevara, que apuntó la propuesta de destinar un porcentaje de los ingresos por turismo a medidas de sostenibilidad.

Debilidad: lenta inteligencia turística

La revolución tecnológica avanza a velocidad de vértigo, pero en la Costa el recorrido hacia un destino turístico inteligente es lento y escaso. Los primeros pasos urgen de una mayor agilidad para evitar cuestiones que debilitan al destino como es el de la falta de coordinación en la distribución e información sobre la oferta complementaria. «Este es uno de los asuntos fáciles de resolver, pero que sigue ahí. El turista no entiende de límites locales, entiende la Costa como un todo. Hay que articular la integración de la oferta de cada municipio», apuntó Guevara, que añadió también que el rastro de datos digitales abre el campo para la conquista de turistas con más capacidad de gasto, que debe ser otro objetivo del año.

Debilidad: el histórico saneamiento

El saneamiento integral sí que es una debilidad tan antigua como la historia del turismo en la Costa. «Esperamos y deseamos que se den los primeros resultados positivos a corto plazo», apuntó Bendodo. Más de 50 años lleva reclamándolo el sector turístico.

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