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Gonzalo Fuentes, en la cafetería del hotel AC Málaga Palacio, durante la entrevista.
«No hay turismo con futuro si no hay un trabajo decente»

«No hay turismo con futuro si no hay un trabajo decente»

Entrevista a Gonzalo Fuentes, secretario Federal de Política Institucional de la Federación de Servicios de CCOO

Pilar Martínez

Jueves, 8 de diciembre 2016, 00:45

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En su segunda casa, el hotel AC Málaga Palacio, donde inició su andadura profesional y donde es el presidente del comité de empresa, Gonzalo Fuentes, secretario Federal de Políticas Institucionales de la Federación de Servicios de CC OO, advierte que «no hay turismo con futuro sino hay un trabajo decente». Analiza la precariedad laboral del sector, que cosecha los mejores resultados de su historia, tras la polvareda levantada por Antonio Catalán, presidente de AC by Marriott, en el foro Lidera Málaga. Apela a un cambio de mentalidad de los empresarios para hacer de estos oficios profesiones de las que los empleados se sientan orgullosos. Alerta de las consecuencias de una renovación generacional en las plantillas en un momento en que los jóvenes no ven futuro en el turismo y criminaliza la externalización de servicios.

-Las declaraciones de Antonio Catalán han levantado una verdadera polvareda entre los hoteleros, la CEOE y los sindicatos. ¿Qué ha supuesto hablar tan claro de la precariedad laboral de la hostelería?

-El mensaje de Catalán ha sido muy importante porque ha calado. Además de que se ha convertido en un revulsivo para la campaña que llevamos desde hace varios años en marcha en contra de la externalización de servicios como el de camareras de piso. Nos ha sorprendido la repercusión.

-¿Pero por qué cree que ha adquirido estas dimensiones?

-Por varias razones, pero la principal ha sido el momento. El sector turístico está en un periodo de bonanza. Hay una nueva coyuntura en la que 2016, afortunadamente, va a terminar como un año de récord turístico en todas las variables, con subidas del 7% en pernoctaciones. Pero lo más importante es que el sector va a crecer en la rentabilidad de las empresas. Seguro que cuando acabemos el año los precios medios hoteleros habrán subido un 12%. Esto nos parece muy bien. Estamos hablando de rentabilidad en algunos casos mejor que antes de la crisis y, en otros, a la altura de 2007. Es cierto que aún están cerrando los mismos hoteles en invierno, pero lo hacen por menos tiempo porque van a abrir antes. También ayuda la expresión que comentó Catalán de que a los competidores del Mediterráneo que están fuera de mercado por la inestabilidad les queda rato para volver. Los estudios que hay de aquí al 2020 así lo avalan. Señalan que Turquía incluso va a ir a peor. Todo ello hace que estemos en una coyuntura turística inmejorable y con unas previsiones excelentes. Tanto que los grandes operadores están anticipando el dinero para reservas de camas a dos y tres años vista, como en la década de los noventa. Por eso, en estas circunstancias no entiende la sociedad, ni los medios ni una parte del empresariado que exista esta precariedad. Estamos en un año que nos salimos y con unas expectativas hasta 2020 excelentes.

-¿Han cambiado las tornas y toca dar una vuelta de tuerca a las condiciones laborales?

-Claro. En tiempos de crisis los sindicatos hemos hecho muchos esfuerzos porque por encima de todo estaba el empleo, de ahí que los salarios subieran por debajo del IPC. Hemos hecho expedientes de suspensiones de acuerdo con los empresarios, pero ha llegado el momento de recuperar los derechos que hemos perdido. Es cierto que la reforma laboral se lo ha puesto muy fácil a los empresarios porque el convenio de hostelería dice que todos los trabajadores deben cobrar lo mismo, con independencia de que sean fijos o de empresas de multiservicios. Lo que ocurre es que con la reforma laboral un convenio de empresa prevalece sobre el sectorial. Entonces las empresas multiservicios, la mayoría anteriores Empresas de Trabajo Temporal, pagan según su convenio, lo que estamos impugnando y ganando en la Audiencia y en el Tribunal Supremo. Hemos ganado 42 de los 50 convenios impugnados, pero para ello han pasado tres y cuatro años, y mientras los empleados en precario.

-Y en Costa del Sol, ¿cómo está la situación de precariedad en los hoteles y de externalización de servicios?

-En Málaga capital hay, ahora mismo, más hoteles con servicio de camareras de piso externalizado que en la Costa. En Torremolinos muchos de los hoteles que se están abriendo nuevos tras grandes reformas, también recurren a este sistema. En Fuengirola ocurre igual, pero el problema en el conjunto de la Costa no es tan preocupante. Lo que nos inquieta es que es una práctica que se está extendiendo como la lepra, porque hablamos de que por el precio de una camarera tengo el servicio de dos. El coste bruto anual de una empleada está en torno a los 18.000 euros. La diferencia del convenio de empresa de multiservicios al de hostelería es de 6.000 euros menos, además de no tener los dos días de descanso u otras ayudas y ventajas para conciliar con la familia. Si computamos todo, el precio de una camarera de piso de una empresa multiservicio es la mitad del convenio provincial de hostelería. Estas empresas te contratan a tiempo parcial por cuatro horas y el resto te pagan como un suplemento a dos euros por habitación. Se puede dar la paradoja de trabajar ocho horas y no llegar ni al salario mínimo.

-Entonces, el 'meneo' al que se refería usted el otro día sobre la intervención de Catalán, ¿para qué cree puede servir en la Costa del Sol?

-Creo que se puede llegar a alcanzar una regla del juego. La patronal me brindó la oportunidad de hablar y estamos dispuestos a ello. En el marco de la negociación siempre hemos peleado en contra de la competencia desleal, como era el caso de las viviendas turísticas, y la situación de externalizar servicios provoca un dumping social, que significa también una competencia desleal. No es correcto que aquí en el Málaga Palacio una camarera de piso cueste 1.100 euros y 500 metros más allá cueste la mitad.

-¿Considera que se puede llegar a un pacto contra la precariedad?

-Se puede llegar a ello y así se lo hemos comentado al presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos). Estamos moviéndonos a todos los niveles. A nivel nacional tenemos planteado un acuerdo marco, en el que se precise que hay departamentos troncales en los que no se permita la externalización como son las camareras de piso, recepción, cocina y mantenimiento. Y que en los casos en que se externalice la jardinería u otros servicios como la talosoterapia se apliquen los convenios provinciales sectoriales.

-¿Éste sería el marco en que giraría ese pacto?

-Si Aehcos está dispuesto a firmar esto, pues mañana mismo. Queremos que los empresarios tengan todos una misma regla del juego porque lo contrario supone una competencia desleal, además de que es inasumible, inmoral e indecente lo que está ocurriendo ahora mismo con un colectivo que representa en Málaga el 25% de los empleos de los hoteles. Las camareras de piso es el departamento más importante y el que está de cara al público.

-¿Qué volumen de personal supone en la provincia?

-Las camareras de piso representan el departamento más grande de los hoteles. Hablamos de unas 3.500 trabajadoras en la Costa del Sol, de unas 15.000 en Andalucía y unas 100.000 en el país. Estas empleadas están en el grupo de oficiales y el salario va en consonancia a ello porque está en contacto con el público. Sin olvidar otro de los aspectos fundamentales y del que también habló Catalán: la importancia de que los empleados tengan arraigo en la empresa. Aquí, en el Málaga Palacio las camareras de piso se sienten orgullosas de su empresa. Es un oficio y si hoy vienes a aquí y mañana a otro sitio se convierten en nómadas que repercuten en los estándares de calidad del servicio. Por eso también se externaliza más en la capital, porque se piensa que afecta menos a un viajero que está más de paso. Pero la calidad debe ser siempre máxima.

-¿Cuándo cree que se podían establecer los primeros contactos para poner solución a estos problemas?

-Hemos quedado en llamarnos, puede ser incluso en estos días. No tenemos ningún problema en ello. No será fácil, pero estamos convencidos de que si esto no se para vamos hacia situaciones extremas como las de hoteles en Madrid en que todos los servicios están externalizados, se salva sólo el director.

-Sin embargo, las complicaciones laborales para el sector no se derivan sólo de la precariedad. En la Costa hay un cambio generacional de profesionales, ¿cómo se sustituyen las jubilaciones si los jóvenes no ven futuro en estos oficios?

-Ahora mismo las profesiones de la hostelería son nómadas, son oficios de paso, de subempleo. Es una pena que salen los jóvenes de las escuelas de hostelería bien formados y de la Facultad de Turismo y cuando llegan a trabajar en las empresas siente una frustración porque es un empleo duro y no bien remunerado. De manera que en cuanto encuentran otro trabajo en otro sector o fuera del país se marchan. Si queremos atraer y retener a los mejores talentos para la industria turística hay que cambiar las condiciones laborales y económicas del sector. En mi generación se aprendía de forma autodidacta en la empresa, en la que ibas ascendiendo. Ahora, la reforma laboral y la crisis han marcado un antes y un después.

-Y ahora es el momento de hacer que estos oficios tengan futuro...

-Es el momento porque ya hay empresarios que se quejan de que faltan profesionales, y es verdad. En las plantillas empiezan a contarse con los dedos de la mano los empleados de siempre. Hay un cambio generacional tremendo. Estamos hablando de una Costa con 50 ó 60 años de vida. Todos entramos muy jóvenes. Los hoteles eran tu verdadera escuela. Aquellos jóvenes que han llegado a las máximas categorías se están jubilando y los jóvenes que entran no ven futuro porque las condiciones sociales son malas. Hay una parte del empresariado instalado en la precariedad, en sólo ganar dinero, pero no son todos. Si queremos fidelizar a los turistas lo más importante es el trato del servicio y la calidad de éste está bajando. También porque han aumentado las cargas de trabajo, y la cantidad va reñida con la calidad. Tenemos una gran oportunidad de cambiar porque el sector ya tiene esa rentabilidad necesaria para diferenciarnos en base a la calidad del servicio.

Precariedad

-Pero, ¿cuál es la radiografía de la precariedad en el turismo de la Costa del Sol?

-Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el 43% de los contratos del sector hostelero son temporales. Más de la mitad de éstos son a tiempo parcial y, en muchos casos, fraudulentos. Se les da de alta por dos o cuatro horas y trabajan toda la jornada. El problema es que se destruye empleo a tiempo completo para crear empleos a tiempo parcial. También hay más externalización, aunque no tenemos datos, salvo que en la capital el 60% de los hoteles sí han recurrido a ello. En la Costa es diferente. Hay que dignificar los oficios del turismo, porque históricamente un electricista o un fontanero era un profesional, pero un camarero podía ser cualquiera. Hay que procurar un salario decente y un empleo digno.

-Dicen los hoteleros que el convenio de la provincia tiene uno de los salarios más altos del país...

-Está en la parte alta, en línea con Canarias o Baleares, pero no es el más alto.

-¿Y en qué situación se encuentra la Costa del Sol respecto del resto de destinos turísticos españoles en cuanto a precariedad laboral?

-Está en mejor situación que Baleares, y más en línea con Canarias donde hay más empleo fijo y menos externalización. Canarias es el mejor destino a nivel laboral porque no hay una estacionalidad marcada.

-Otro asunto clave para el sector es la situación por la que atraviesa la formación, tras lo acontecido en escuelas como La Cónsula y La Fonda o el cierre del CIO...

-La formación cojea mucho en la provincia. No hay escuelas de hostelería suficientes. Es una barbaridad y un despropósito que el CIO de Mijas esté cerrado. Este centro aportaba 300 alumnos cada año a todas las profesiones del sector, y esta carencia también se nota. Se necesita personal de base y por eso estamos presionando para pedir una solución urgente. Además hacen falta más centros de formación profesional para hostelería y que los que tenemos se les saque el máximo rendimiento.

-¿Ve el futuro con optimismo?

-Con el debate que se ha abierto se ha dado un empujón muy importante a la campaña que llevamos ya hace tres años en defensa de un trabajo digno. Soy más optimista en que se lleguen a acuerdos para mejorar las condiciones laborales para que las trabajadoras se sientan orgullosas de ser camareras de piso. El futuro pasa por la formación y por buenas condiciones de trabajo y eso no está reñido con la rentabilidad. Externalizar servicios es pan para hoy y hambre para mañana. Estamos a tiempo de frenar esta estrategia. No hay turismo con futuro sino hay un trabajo decente. Hay que cambiar la mentalidad de algunos empresarios y abrir las conciencias, aunque ahora veo un talante diferente porque la coyuntura económica del sector turístico es distinta, es buena.

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