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Se calcula que el 1% de la población española es celiaca o intolerante al gluten.
Si no eres celiaco, ¿por qué evitas el gluten?

Si no eres celiaco, ¿por qué evitas el gluten?

La moda de las dietas 'sin gluten' para personas que no son intolerantes puede suponer un serio riesgo para la salud

Javier Morallón

Sábado, 20 de mayo 2017, 00:50

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Que la nutrición no está considerada al mismo nivel que otras ciencias es algo público y notorio que queda demostrado cuando mucha gente, sin la mínima formación, se permite el lujo de opinar y dar consejos nutricionales. Caso aparte son las 'celebrities' que imparten doctrina en todo tipo de libros, programas o canales de Internet. ¿Se imaginan un famoso opinando sobre cardiología o acerca de la dinámica de fluidos careciendo de los mínimos estudios en ambos campos?. Normalmente dichos consejos están supervisados por algún titulado por lo que no se producen grandes perjuicios. Pero en algunos casos esto no es así y el famoso se sirve de su notoriedad para recomendar prácticas o libros que directamente contradicen la realidad científica pudiendo generar equívocos cuando no, verdaderos problemas en la salud del confiado lector. Tal es el caso de Mercedes Milá cuando recomendó un libro de pseudociencia conocido como la enzima prodigiosa. O la todavía más mediática Gwyneth Patrow que en su libro Its all Good en el que aconseja tomar dietas sin gluten seas o no celiaco.

Centrándonos en el gluten, la conocida actriz llega a afirmar que se trata de una proteína perniciosa que produce innumerables problemas digestivos y que además engorda, algo que corroboran otras grandes científicas como son Miley Cyrus, Lady Gaga o Kim Kardashian. Todo esto ha contribuido a generar una moda dietética que tiene al gluten como enemigo a evitar y que en EE UU ha convencido al 30% de la población adulta. Moda que no ha tardado en extenderse a otros países como España.

¿Qué es el gluten?

El gluten es una proteína que aparece en cereales como el trigo, la avena o la cebada. Su estructura genera un entramado en forma de malla que proporciona elasticidad y esponjosidad al pan y contribuye a su aspecto crujiente. También se utiliza para la elaboración de múltiples productos como salsas o para evitar que el jamón dulce se deshidrate.

¿Qué es un celiaco?

Los celiacos son personas que no son capaces de digerir de forma correcta esta proteína. Las microvellosidades intestinales (encargadas de absorber todos los nutrientes) se atrofian al contacto con el gluten y esto impide la correcta absorción del resto de alimentos. Algo que conlleva una cascada de problemas como anemia, pérdida de peso, diarreas, cefaleas, pérdida de autoestima Se calcula que el 1% de la población española padece esta enfermedad, es decir unas 450.000 personas son intolerantes al gluten y deben mantener una estricta dieta donde esta proteína brille por su ausencia.

¿Qué consecuencias tiene para alguien que no es celiaco, llevar una dieta sin gluten?

¿Se pondría usted unas gafas para miopes, teniendo una vista normal, con el argumento de que si es buena para los miopes también lo será para usted?. Esta parece ser la idea fuerza que sostiene un crecimiento anual entorno al 10% del mercado de productos sin gluten. Pero ¿qué dicen los científicos al respecto?. Pues lo cierto es que son muchas las sospechas de que esta no es una moda saludable. Hace años que se sabe que al eliminar el gluten se eliminan también otras sustancias que contribuyen a la buena salud de nuestra flora intestinal. Estas bacterias amigas están en la primera línea de nuestra defensa frente a infecciones y también se las relacionan con la no aparición de determinadas alergias. Pero últimamente estas sospechas que solo estaban sostenidas por realidades epidemiológicas se empiezan a sustanciar en estudios científicos como el de la Escuela de Salud Pública de Harvard que relaciona este tipo de dietas con el aumento en la probabilidad de desarrollar diabetes tipo II. O el más completo de todos hasta la fecha, con más de 100.000 personas durante 26 años, y que recientemente se ha publicado en el British Medical Journal Long term gluten consumption in adults without celiac disease and risk of coronary heart disease: prospective cohort study http://www.bmj.com/content/357/bmj.j1892. En él no solo afirma que las dietas sin gluten, para los no celiacos, no solo no benefician desde el punto de vista cardiovascular sino que pueden suponer un perjuicio en ese sentido.

Parece que el verdadero problema subyace en que al tener que evitar el gluten la industria emplea productos más elaborados con peores ingredientes. Las harinas de trigo, cebada o centeno deben de sustituirse por harinas de arroz, maíz o tapioca. Se añaden más azucares y grasas para obtener parecidas propiedades de esponjosidad y palatabilidad a las que ofrece el gluten de forma natural. También se constata que el consumo de cereales integrales decae por lo que se dejan de consumir vitaminas y fibras cuya carencia se ha relacionado con el incremento de de cáncer de colón, diabetes o hipertensión arterial.

Confundir el tratamiento de una enfermedad como la celiaquía con una sugestiva moda apadrinada por el famoseo demuestra los pasos que todavía debe de dar la nutrición para poder ser equiparada a otras disciplinas científicas. Disciplina donde solo los verdaderos especialistas debieran permitirse el lujo de tutorizar algo tan medular para nuestra salud como la alimentación.

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