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Un bebé́ toma leche materna mientras se le hace la prueba del taló́n.
La lactancia materna, también como analgésico natural

La lactancia materna, también como analgésico natural

La ‘tetanalgesia’ es una nueva herramienta que logra calmar a los recién nacidos del dolor provocado por pruebas invasivas o la vacunación. En España, uno de los pioneros en generalizarla es el Hospital Doctor Peset

linda ontiveros

Martes, 19 de mayo 2015, 20:42

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A mi primera hija no le di pecho porque no me informaron muy bien cómo hacerlo. Yo no sabía que el pecho era una herramienta que podía ayudar a calmar el dolor que siente mi hijo cuando le realizan una prueba. Al comparar ambas experiencias, noto que él es más tranquilo que mi hija, y que la terapia piel con piel también ayuda mucho». Así relata Yolanda González, una madre y auxiliar de enfermería de 38 años, su experiencia con esta nueva técnica denominada tetanalgesia.

Ventajas

  • 1. Da a las madres un papel más activo ante los problemas de su bebé, tienen la sensación de servir de ayuda para su hijo y, por ello, aumenta la confianza en su capacidad para el cuidado del niño y en la lactancia natural.

  • 2. Facilita la supervisión directa de una toma de leche materna en los primeros días de vida del niño para verificar la técnica de amamantamiento, corregir posibles errores (postura, problemas de enganche) y reforzar a la madre cuando muchas aún se siente insegura.

  • 3. Su aplicación es muy sencilla, ya que se aprovecha el momento en que el lactante está alimentándose, tranquilo y relajado, en brazos de su madre, para realizar la punción o el procedimiento doloroso.

  • 4. Pueden ser aplicados por personal de enfermería, por cuidadoras y por los padres de los bebés, sin necesidad de la intervención de un médico.

Algunos de los procedimientos que se le realizan al recién nacido son invasivos, como la prueba del talón o la medición de glucemia. Para aliviarle ese dolor, así como el ocasionado por la vacunación o la inyección de vitamina K, se utiliza la citada terapia. «Consiste en colocar al bebé en el regazo de su madre y funciona, sobre todo si el bebé es alimentado con lactancia natural», explica la doctora Reyes Balanzá, jefa de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Doctor Peset, en Valencia. «Está documentado que las expresiones de dolor de los bebés son mucho menores, gracias a que se sienten más protegidos en el regazo de su madre, oliéndola, sintiendo su calor... Se coloca en una posición que permita el acceso a la zona en la que va a realizar la prueba y, cuando está tranquilo lactando, se realiza la punción», añade la doctora Reyes Balanzá.

Una alternativa más natural

La tetanalgesia, o maternoanalgesia como también se le denomina, es una de las líneas que el citado hospital puso en marcha desde que se creara la Comisión de Lactancia Materna, en 2011, con la idea de humanizar la asistencia al recién nacido y reforzar otras medidas como la técnica piel con piel y la extracción de la leche si la madre no puede darle el pecho al niño.

«Es una medida de analgesia no farmacológica para aliviar el dolor de los bebés mientras se le realizan diferentes procedimientos», dice la doctora Ana Pineda, pediatra y miembro del Comité de Lactancia del Hospital Universitario Doctor Peset. «Estamos más acostumbrados a tratar el dolor con medidas farmacológicas, pero a veces tenemos a mano medidas más fisiológicas, más naturales, como en este caso».

Documentada en las más importantes publicaciones especializadas, como Pediatrics, Journal of Pediatrics y Anales de Pediatría, la tetanalgesia logra su cometido. Más concretamente en el estudio Efecto analgésico de la lactancia materna en la toma sanguínea del talón en el recién nacido , los autores encontraron que «los resultados obtenidos durante la toma de lactancia materna muestran que se trata de la técnica analgésica más efectiva, de elección, para evitar el dolor leve-moderado en la toma sanguínea para el cribado endocrino metabólico, cuando transcurren al menos los primeros cinco minutos desde el inicio del amamantamiento.

El efecto analgésico fue superior al resto de los procedimientos analgésicos explorados en nuestra serie: contención y succión no nutritiva, tanto con placebo como con sacarosa, y disminuyó el tiempo de llanto en un 98%».

Por su parte, Paz Rodríguez, enfermera de la Unidad Materno Infantil, ratifica: «Al estar el niño más calmado, para nosotros es mucho más fácil realizar procedimientos como, por ejemplo, la extracción de la sangre en la prueba del talón». Y prosigue: «En primer lugar, explicamos a los padres en qué consiste la técnica y los beneficios que proporciona, y sin separar al bebé de sus progenitores, buscamos hacerla en un ambiente tranquilo, como la misma habitación. Además de la madre, el padre juega un papel fundamental para la realización de esta técnica. Así que intentamos que se implique en el acto de amamantar, facilitando la postura de la madre, ayudándola a sentirse cómoda mientras tiene el niño en su regazo y haciendo que se sienta arropada emocionalmente. También, en los casos en que la madre no pueda, buscamos que él haga el piel con piel con su hijo y le dé la lactancia artificial».

Sin forzar

Sin embargo, se evita poner al recién nacido de forma forzada en el pecho. «Una vez que el niño nace, pasa al regazo de su madre», explica Asunción Obiol Saiz, matrona del Hospital Universitario Doctor Peset. «Esto permite ver los signos de búsqueda en el recién nacido y observar el movimiento de la boca, cómo repta y busca el pecho, o si cabecea. Facilitamos que haya un buen agarre y un inicio de la toma de forma adecuada las dos primeras horas de nacimiento, pues si se hace posteriormente el niño estará menos receptivo».

Yolanda traslada su experiencia al recordar a todas las madres que «cuando nace tu hijo, instintivamente quieres alimentarle, pero si además comprendes que con el pecho consigues aliviar el dolor, la sensación se hace más bonita».

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