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Los problemas del aula provienen de la incapacidad de gestionar emociones

Los problemas del aula provienen de la incapacidad de gestionar emociones

La educación emocional facilita el trabajo para procesar información y hace más comprensible lo aprendido

redacción

Lunes, 8 de febrero 2016, 13:50

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Cuando las emociones en las aulas se gestionan debidamente, se logra que el rendimiento académico sea mayor, según una investigación de la Universidad del País Vasco/EHU, coordinada por Aitor Aritzeta, profesor de la Facultad de Psicología. En otras palabras, la educación emocional facilita el trabajo para procesar información y hace más comprensible lo aprendido. Gracias a los resultados de este estudio, se podría afirmar, entonces, que muchos de los problemas surgidos en el ámbito escolar tienen un origen emocional, causado por la incapacidad para gestionar debidamente las emociones.

Así, la inteligencia emocional, definida como la capacidad del ser humano para detectar, comprender y regular emociones y sentimientos de forma apropiada y específica, es muy importante para comprender y poder predecir el comportamiento en la escuela. «La inteligencia emocional, individual pero el comportamiento de alumnos y alumnas se da en un contexto y no está desligado de dicho contexto», explica el investigador Aritzeta.

Publicada en la revista European Journal of Education and Psychology, el trabajo muestra varias conclusiones, que el experto resume:

-Es imposible explicar un suceso basándose únicamente en las características del individuo.

-Es imprescindible tener en cuenta las variables contextuales y variables sociales que han podido incidir en dicho suceso; es decir, tener en consideración la inteligencia emocional grupal.

-En un aula alumnos y alumnas comparten experiencias emocionales y dichas experiencias pueden incidir, en mayor o menor medida, sobre el comportamiento de los individuos.

-En la actualidad, el análisis emocional es clave para comprender las interacciones en el aula e indagar los patrones de la motivación para aprender de alumnos y alumnas.

-En el contexto del aula, alumnas y alumnos son especialmente sensibles ante el significado emocional de las experiencias académicas y ante las experiencias emocionales de sus amigas y amigos. «Están muy cerca y son importantes socialmente», explica Aritzeta.

Con una muestra de 59 aulas y casi 800 alumnos de edades comprendidas entre 13 y 19 años, se realizó un cuestionario de 16 puntos que fuera capaz de medir la inteligencia emocional grupal, para analizar la relación entre aulas con inteligencia emocional alta y rendimiento académico. A partir de estos objetivos, se midió la cantidad de destrezas que existen en cada grupo para centrar su atención en las emociones del grupo, expresar y comprender debidamente las emociones y gestionar y reemplazar situaciones emocionales positivas o negativas.

«Detectamos que en las aulas con inteligencia emocional alta el rendimiento académico es mayor», dice Aritzeta. «Ello no significa que no haya alumnos o alumnas con malos resultados, pero la nota media de todos los alumnos y alumnas del aula es más alta. ¿Por qué ocurre? Porque los alumnos y alumnas de las aulas con ambiente emocional positivo, quienes están muy identificados con dichas aulas, muestran una mayor versatilidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje y logran mejores resultados académicos que quienes no se sienten identificados con el aula y están en aulas de ambiente emocional negativo. En definitiva, facilita el trabajo de procesar información y hace más comprensible lo aprendido».

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