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El asma genera ansiedad y depresión

El asma genera ansiedad y depresión

Las enfermedades respiratorias crónicas se relacionan con el empeoramiento de la calidad de vida y, en ancianos, derivan en trastornos mentales

redacción

Lunes, 25 de abril 2016, 16:44

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El asma y otras enfermedades respiratorias crónicas están asociadas con una mayor prevalencia de sintomatología depresiva y de ansiedad, especialmente en las personas mayores, según una investigación de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Al mismo tiempo, la influencia de la sintomatología ansiosa y depresiva influye en la calidad de vida de personas asmáticas, de distintas maneras según sus edades.

«La cronicidad del asma tiene un fuerte impacto en las actividades diarias de los pacientes que la sufren. Al ser una enfermedad de condición crónica, en la gran mayoría de los casos, comporta un empeoramiento de la calidad de vida, especialmente en el grupo de adultos mayores», asegura el doctor Francisco Javier González Barcala, neumólogo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que participa en el 49º Congreso Nacional SEPAR.

Por edades, las puntuaciones más altas en ansiedad se registraron en el grupo de mediana edad y las de depresión en el de mayores. «Es destacable resaltar que el impacto de estos trastornos mentales en la calidad de vida de los pacientes asmáticos debe ser explicado por otros factores que no sean la edad, prosigue el doctor Barcala. «Estos factores podrían ser cualquiera que tenga algún impacto en la calidad de vida del asmático, tales como el control del asma, el tabaquismo, la obesidad, la adherencia al tratamiento».

El estudio se realizó con una muestra de 98 pacientes (45 hombres y 53 mujeres), con una media de edad de 42 años, diagnosticados de asma y usuarios del Servicio de Neumología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela en colaboración con el Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Santiago de Compostela. «Falta determinar el factor principal que tiene un impacto negativo en la salud mental del paciente, para lo que este estudio sirve como punto de partida ideal para iniciar estrategias que mejoren el control del asma y la calidad de vida de nuestros pacientes», concluye el doctor Barcala.

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