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Ocho malos hábitos al volante que pueden estropearte el coche

Ocho malos hábitos al volante que pueden estropearte el coche

Las averías causadas por las manías más habituales entre los conductores implican un desembolso de 69 euros a 627 euros según un informe

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Jueves, 24 de mayo 2018, 13:25

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A la hora de comprar un coche nuevo muchos desearían que éste les durase toda la vida y no tener que visitar el taller más de lo necesario. Para ello no solo es importante hacer un buen mantenimiento del mismo. La forma de conducir también influye. Y mucho. Tener unos buenos hábitos al volante no solo reduce el riesgo de tener accidentes, sino que también garantiza muchos años más de vida y salud a los coches.

Sin embargo, como recuerdan los expertos, a medida que el conductor adquiere experiencia y confianza al volante aparecen ciertos vicios en la conducción que ponen en riesgo el buen funcionamiento de los vehículos. A la larga esos malos hábitos al conducir pueden provocar desde una simple avería, o en los casos más graves dejar el automóvil prácticamente inservible. Y como es lógico, esto acaba repercutiendo seriamente al bolsillo. «Por esta razón conviene prestar atención a esas manías que se adquieren e identificarlas para corregirlas a tiempo. Solo así los conductores podrán ahorrarse mucho dinero en visitas al taller y podrán seguir disfrutando de sus coches durante muchos años más y en unas condiciones óptimas», comenta Diego Renedo, COO de la empresa Autingo, una plataforma para calcular y reservar on line las reparaciones del coche en talleres de toda España.

Con el objetivo de ayudar a identificar cuáles son esos vicios y sus consecuencias, Autingo ha hecho una recopilación de algunas de las manías más comunes entre los conductores que pueden acabar estropeando el coche y ha calculado cuánto dinero costaría la reparación de las averías que suelen causar:

1. Mover la dirección con el coche parado. Este gesto se repite muy a menudo cuando por ejemplo un conductor quiere salir del aparcamiento y mueve la dirección al completo antes de iniciar la marcha. Errores así afectan a la suspensión del vehículo y las ruedas y desgasta en exceso los neumáticos. «En este caso aparecerían averías tales como el desgaste de la cremallera de la dirección o deterioro de la bomba de dirección cuyos costes de reparación ascenderían a los 331 y 623 euros respectivamente», alertan.

2. Abusar del uso del embrague. La teoría parece sencilla: el embrague debe usarse solo para hacer los cambios de marcha. Sin embargo, son muchos los conductores que por dejadez o comodidad dejan pisado el embrague en un atasco o mientras esperan que cruce un peatón. Este gesto hace sufrir mucho al disco y a las piezas que trabajan sobre él. El embrague funciona con fricción y si se abusa de él se desgasta y comienza a fallar, lo que implicará su sustitución que costaría hasta 526 euros. Cuando haya que parar lo mejor es poner el coche en punto muerto y volver a pisar el embrague para poner primera al iniciar la marcha.

3. Utilizar la palanca de cambios como reposa manos. Es uno de los vicios más imperceptibles, interiorizados y extendidos entre quienes conducen. «Y aunque parezca mentira, un simple e inocente gesto como éste puede acarrear graves desajustes en los mecanismos internos de la palanca o el desgaste de algunos elementos de la transmisión», advierten. Un posible daño sería en el árbol de transmisión cuya reparación asciende a los 200 euros. Así que las manos siempre mejor sobre el volante.

4. Circular con el depósito en reserva. Aunque el precio del combustible esté por las nubes, apurar el depósito hasta la reserva no es bueno. Y ya no solo por el riesgo de quedarse tirado en la carretera sino porque se incrementan las posibilidades de que entren impurezas que acaben afectando a los sistemas de inyección del motor y al filtro del combustible. Además, también se puede ver afectada la propia bomba de combustible que no estaría lo suficientemente refrigerada. El mantenimiento del cambio de filtro de combustible representa unos 56 euros.

5. Conducir de manera agresiva o muy tranquilo. En ocasiones hay conductores agresivos que protestan, se enfadan y hacen maniobras bruscas. Conducir así conlleva acelerones innecesarios y ello puede ocasionar daños preocupantes al motor, a los frenos e incluso a la caja de cambios. Por ejemplo, cambiar el kit de embrague y el disco representa 627 euros. Por el contrario, conducir de una manera demasiado tranquila y lenta también resulta perjudicial para el vehículo. Esto puede dañar la transmisión o el cigüeñal. Su reparación costaría 200 y 324 euros respectivamente.

6. Hacer un uso excesivo de los frenos. Para reducir la velocidad no siempre es necesario pisar los frenos. En ocasiones y cuando sea posible, reducir de marcha ayuda a retener el vehículo y así no se somete a los frenos a un desgaste innecesario y se puede alargar su vida útil. Por ejemplo, cambiar las pastillas de freno delanteras costaría unos 95 euros.

7. Aparcar sobre la acera o muy pegado al bordillo. Puede causar daños en los neumáticos como cortes o abultamientos que los acaban estropeando, siendo necesario sustituirlos. Además, es muy frecuente que en aparcamientos reducidos o ante la falta de plazas libres muchos dejen parte del coche subido a la acera. Esto perjudica también a la alineación de la dirección, los elementos de suspensión o los amortiguadores, entre otros. Por ejemplo, cambiar los amortiguadores delanteros costaría 254 euros.

8. Retrasar el mantenimiento: Por último, más allá de tener unos buenos hábitos al volante también conviene no restar importancia al mantenimiento del coche, ni tratar de evitar ese gasto. Cuidar el motor y la mecánica del vehículo puede aumentar su vida útil. En este sentido se debe velar porque los líquidos estén al nivel adecuado, que el aceite esté limpio y en óptimas condiciones, y los filtros estén impolutos y sin partículas. Por ejemplo, si el motor llegase a no tener el nivel de aceite necesario podría dañarlo y dejarlo inservible. Esto se puede evitar esto, realizando un mantenimiento básico, completo u oficial que representa un coste de entre 69 y 187 euros.

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