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De izquierda a derecha, Fernando García Martínez, Hugo Ureta, Enrique Martínez Marín, Francisco Rincón, Rodrigo Hilario y Rodrigo Errasti. Oscar del Pozo

El ciudadano, clave en la ciudad del futuro

En el Foro de Movilidad 3.0 organizado por Vocento se destacó que «la gente ha comenzado a interiorizar que tenemos un problema de sostenibilidad, pero debe dar el salto para tomar las medidas»

Javier Varela

Madrid

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Martes, 12 de diciembre 2017

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La movilidad urbana y la gestión del transporte público y del tráfico es uno de los principales quebraderos de cabeza de los ayuntamientos de España. Dentro del Foro de Movilidad 3.0 organizado por Vocento y con la colaboración de Michelin, Siemens y Renfe, se ha creado una mesa de debate en la que tratar cómo deben ser las Smart Cities y las ciudades y su transporte en el futuro. "Las ciudades del futuro son difícilmente entendibles sin un transporte público sostenible, pero siempre un transporte público modal e integrado", señaló Rodrigo Hilario Noailles, Director de Estrategia de Renfe. "La gente empieza a interiorizar que tenemos un problema de sostenibilidad pero no ha dado el salto de tomar medidas"”, añadió. Un salto que debe hacerse gracias al contexto y a "un plan nacional en el que participen los ciudadanos, las ciudades y las industrias. De esa manera se sabrían las necesidades y conocer más lo que se necesita y se pide", indicó Enrique Martínez Marín, Coordinador del Plan Nacional para Ciudades Inteligentes (Secretaría de Estado para la Sociedad de la información y la agenda digital).

Y en ese cambio en las ciudades el factor más determinante debe ser el ciudadano. "La gente es la que dice lo que tiene éxito o no. Son los propios usuarios los que encuentran los usos a las cosas. La gente tiene una parte muy importante de esa innovación en las ciudades porque primero hay que saber el problema que tenemos para saber qué medidas tomar", reconoció Enrique Martínez Marín. Y para que los ciudadanos se conviertan en agentes importantes para esa movilidad sostenible hay que apoyarse en la tecnología. "Hay que tener una convergencia porque la tecnología te permite hacer cualquier cosa, pero hay que saber implantarla para realizarlas", señaló Fernando García Martínez, Coordinador Grupo Interplataformas Ciudades Inteligentes (GICI). "En la Casa Blanca o en la NASA se busca interacción de la ciudadanía con el objetivo de que exista una conexión real entre el ciudadano y la administración", añadió. Una interacción que permita posteriormente llevar a cabo la búsqueda de las soluciones a los problemas que plantea el ciudadano a través de un "“plan viable en el que la Universidad, la administración central y los partners se unan para saber cómo llevar a cabo esas medidas. Es importante analizar qué inversión tiene y qué beneficio se consigue", resaltó Francisco Rincón, Responsable de Desarrollo de Negocio de Ciudades de Siemens. "Somos autoexigentes y queremos la ciudad inteligente ya, pero hay que hacerlo bien".

Una de las opciones que siempre se plantean las ciudades para convertirlas en lugares más sostenibles es la gestión del transporte público y del tráfico mediante aplicaciones para facilitar el aparcamiento en las localidades y el control del tráfico. "Los datos son necesarios para llevar a cabo los cambios", señala Enrique Martínez Marín. "Son los que nos sirven de guía para saber el camino a seguir. ¿Cuál es el reto del futuro? Estructurar los datos de los gps, de los móviles, de las tarjetas de crédito… y a partir de ahí creas una herramienta que nos da los datos estructurados para poder desarrollar las aplicaciones que mejoren los transportes, porque cuando se hacen políticas de transportes hay que pensar a quién afecta". Porque los transportes en las ciudades se hacen "en base a cuatro variables como son la sostenibilidad, el tiempo, el precio y el confort y son las que deciden la movilidad individual en el entorno urbano", añadió el representante de Renfe. Una situación que choca con una ciudad sostenible porque "el bien común debe prevalecer sobre el interés individual. Dentro de los cuatro criterios igual hay que ser más solidario y pensar más en la sostenibilidad" en la búsqueda de una ciudad más limpia, apuntó el representante de Siemens. Eso no va en contra de "escuchar a los usuarios" porque al fin y al cabo "los productos responden a sus necesidades", comentó Hugo Ureta Alonso, Director de RRII y Comunicación Corporativa de Michelin España y Portugal. "Es muy importante la capacidad de investigación en los problemas actuales y en los retos del futuro", incidió.

¿Y por qué si una medida funciona en una ciudad no se implanta en otra? "Conocer lo que se hace en otras ciudades para saber qué decisiones tomar en las nuestras e implementarlo es necesario", señaló Francisco Rincón. "Las empresas tenemos la responsabilidad de mostrarle a los ciudadanos lo que funciona en otras partes del mundo para adaptarlas a las nuestras. Crear una competitividad sana entre las ciudades es positivo", añadió. Una idea que compartió Rodrigo Hilario Noailles porque "hay que saber implementar las medidas que se aplican en otras ciudades, pero con coherencia. De nada sirve tomar iniciativas si no somos coherentes con las tomas de decisiones". Y cuando se lleva a cabo cualquier medida siempre se valora más el coste que el beneficio, lo que muchas veces impide la implementación de dichas medidas: "Siempre tendemos a ver la parte negativa que es el coste y debemos educarnos en ver el beneficio de las cosas más que en el coste", remarcó el representante de Siemens.

Y si hay algo que preocupa a las ciudades es la gestión eficiente de la energía y la reducción de emisiones de CO2, que ha llevado a todas ellas a poner en marcha acciones medioambientales encaminadas al consumo inteligente de agua y gestión de residuos en las ciudades en busca de una sociedad más sostenible. Una batalla que debe empezar en cada ciudadano y desde la educación. "No debemos caer en el error de qué deben hacer los demás y debemos empezar por uno mismo conociendo los datos que facilitan ese cambio", aseguró Hugo Ureta Alonso. "Hay muchas medidas que llevan un tiempo en transformarse, pero deben nacer desde la concienciación y el convencimiento de lo que se hace y ese es un trabajo que debe comenzar en la escuela", finalizó Francisco Rincón.

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