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¿Qué plantas y flores duran más?: Recopilamos 15 variedades a prueba de los peores cuidadores. Si no tienes mano con la jardinería estas son las macetas que debes tener en casa

Quince plantas capaces de sobrevivir a los cuidadores más negados

Si se te mueren todas las macetas y se te marchitan todas las flores... ¡no tires la toalla! Estas son las variedades que recomiendan los expertos para auténticos negados con la jardinería. ¡Son auténticas supervivientes!

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Domingo, 27 de mayo 2018, 01:24

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Los floristas conviven a diario con el mismo interrogante. De hecho, aseguran, al unísono, que es la pregunta del millón en sus negocios:«¿Qué planta me llevo que dure más?». Llegados a este punto cada cual tiene su particular listado, aunque los expertos consultados coinciden en que las 15 variedades, recopiladas para este reportaje, son auténticas supervivientes. Macetas y flores prácticamente a prueba de bombas -como se suele decir coloquialmente- capaces de resistir, incluso, a los peores cuidadores con el mínimo esfuerzo. Si estás cansado de que se te mueran todas las plantas o marchiten todas las flores que colocas en tu vivienda, ¡no tires la toalla! No hay receta mágica, pero elegir las adecuadas ayuda mucho. Aquí va un listado -consensuado con tres floristerías malagueñas- con 15 alternativas para todos los gustos y tipos de exposiciones que requieren entre poco y cero mantenimiento:

1

Poto. Todos los expertos consultados coinciden: los potos son macetas perfectas para tener en casa porque además de bonitas no requieren de muchos cuidados. De grandes hojas, tiene un crecimiento muy rápido, idóneo para impacientes. Una de las grandes bazas de esta planta de interior es que se adapta a todas las condiciones de luz dentro de las casas. María José Díaz, propietaria de Floristería Agapanthus en Camino de San Rafael, destaca que el poto es «su gran favorita». «Es de las que más dura, tiene una gran capacidad para aclimatarse estupendamente a donde la coloques y a resistir incluso a los dueños más olvidadizos», sostiene. Eso sí, ¡cuidado con el exceso de agua! Si te pasas, las hojas se pondrán marrones y amarillentas. Los riegos han de ser moderados. Deja que la tierra se seque antes de echarle más.

2

Jade (de la familias de las suculentas). Los floristas aseguran que esta planta está «de moda». «Se dice que traen abundancia y buena suerte y se ve que lo han tenido que decir recientemente en la tele o en algún sitio porque ahora nos la están pidiendo una barbaridad», sostiene María José, propietaria de la Floristería Agapanthus. Tendencias (y creencias populares) aparte, lo cierto es que esta maceta es una superviviente nata. Y quizás ahí radica también su éxito. El jade, que pertenece a la familia de las suculentas y es nativa del sur de Asia , es muy fácil de cuidar. Se adapta a distintos ambientes, aunque prefiere la luz directa, y solo hay que regarla «cuando se toque la tierra y se sienta ligeramente seca». De hecho, la primera razón de muerte de esta planta es el sobreriego. «El problema es que comienza a pudrirse en la base, y puede que cuando nos damos cuenta ya sea muy tarde», advierten las fuentes consultadas. En exteriores es especialmente agradecida, hasta el punto de solo necesitar riego prácticamente en épocas de sequía. Es prácticamente inmortal. Perfecta para principiantes con pocas nociones en jardinería. «Al igual que todas las suculentas y de los cactus, el jade es una magnífica opción ya que es de las más resistentes y agradecidas», subraya Juan Carlos Villa, propietario de Flores Victoria, un negocio abierto en 1940 y que presume de ser la floristería más antigua de Málaga tras el cierre de Layen.

3

La Zamioculca es una planta tropical originaria de África con vistosas hojas verdes brillantes. En los últimos años esta maceta de interior ha ido ganando popularidad gracias a su característico aspecto y a su amplio número de propiedades. No hay que ser un experto para cuidarla. Por tanto, si eres un «novato» en temas de jardinería, no te preocupes, pues esta variedad es extremadamente resistente y poco exigente. Eso sí, no tolera ni el frío exterior ni la sombra. Los riegos han de ser moderados, dejando secar la tierra entre ellos.

4

Calatea.Esta planta procedente de Brasil es perfecta para quienes buscan variedades de diseños llamativos. Sus hojas tienen una estética muy marcada en cuanto a colores y formas, lo que convierte a esta maceta en una gran aliada de los amantes de la decoración por su belleza. La calatea, pues, lo tiene todo, ya que además de bonita es muy resistente. «A mi particularmente esta planta me encanta. Es ideal para tener tanto en interior, donde le llegue buena luz y evitando las corrientes de aire, como en exterior en sitios muy protegidos del sol», destaca Juan Carlos Villa, de Flores Victoria. «Dura mucho si no nos pasamos con el riego. Lo ideal es darle agua solo cuando la levantemos y apreciemos que no pese nada. Si vemos que languidece también sería el momento», indica este experto al tiempo que destaca -como curiosidad- el cambio de ritmos que registra la calatea de día y de noche. Así, sus hojas se pliegan al atardecer y recuperan su estado normal cuando amanece.

5

Lengua de tigre.Esta planta de origen sudafricano tiene hasta tres nombres distintos: Sanseveira, Espada de San Juan o Lengua de Tigre. Aguanta en sitios oscuros dentro de casa, pero con claridad también se encuentra cómoda. Apenas requiere de riego, por lo que, para los 'manazas' son estupendas. Se trata, pues, de otra maceta muy recomendada para quienes se inician en la jardinería o no pueden dedicarle demasiado tiempo. De hecho, incluso sin cuidados sobrevive perfectamente. Con regarla cada dos semanas en verano están más que contentas. Su aspecto, con hojas erguidas y duras que pueden alcanzar los 50 centímetros de altura, aporta a esta planta un aspecto escultural ideal para la decoración de interiores modernos. Su mayor enemigo es el exceso de agua, que provoca la podredumbre de la base de las hojas y, consecuentemente, su caída.

6

Cinta. Conocida también como 'malamadre' o 'lazos de amor' es una de las plantas de interior más inmortales como destacan los expertos consultados. Y no solo es una superviviente nata. Además, cuenta con una ventaja, y es que es una de las macetas que más desintoxican el aire. No le gusta el sol directo y aguanta bien la falta de luz. Requiere muy poca agua en invierno, quizás una taza de café cada semana o semana y media (dependerá de la medida del tiesto) y un poco más en verano -un par de veces a la semana sin formar charcos. Pero si te olvidas de regarlas, tranquilo, no se mueren fácilmente ya que almacenan agua en sus raíces tuberosas. Lo dicho, auténticas guerreras. Si le rocías agua a sus hojas, estará feliz.

7

Aloe Vera. Conocida por sus poderes curativos, cicatrizantes e incluso rejuvenecedores, el aloe vera es una planta crasa tropical muy fácil de cuidar. Se trata, pues, de una especie todoterreno y polivalente a la que podemos sacar mucho partido es casa, de ahí que se haya colado en el listado de favoritos de los floristas consultados para este reportaje. «Si buscas una planta dura y que no se te muera, esta es la tuya» bromea el propietario de Jorge Floristas desde su negocio, en calle Don Juan de Austria. «Practicamente no necesita ningún mantenimiento», añade. El riego debe ser limitado: cada 15 o 20 días, utilizando poca agua y vertiéndola directamente sobre la tierra, sin dejar la maceta encharcada. Sus hojas son buenas señales de alarma: si están delgadas y arrugadas es que necesitan más agua, ¡así que atento a ellas!

8

Tronco de Brasil. Otra drácena muy resistente y popular entre las plantas de interior es el Tronco de Brasil. Le gustan los ambientes bien iluminados, pero mejor con sol indirecto. Y solo hay que regarla cuando tiene la tierra seca y sin encharcarla. Su secreto reside, de hecho, en no regarla excesivamente, bastará con un par de veces por semana en verano si el clima es muy cálido y entre una vez por semana y 12 días en invierno. Sin embargo, adora la humedad, así que agradecerá si pulverizaremos con agua tibia las hojas dos o tres veces por semana. Como su propio nombre indica, es originaria de Brasil y se ha convertido en una de las imprescindibles en el interior de los hogares gracias a su gran porte vertical. Sus hojas están matizadas en distintos tonos de verde y según va creciendo pierde las hojas inferiores dejando desnudo un tallo robusto muy decorativo. «Es uno de los primeros nombres que doy a mis clientes cuando me piden recomendación de una especie que les vaya a durar», afirma María José Díaz, de Floristería Agapanthus. Juan Carlos Villa, de Flores Victoria, coincide con ella. «Las hay de hasta 5 o 6 pies y además de ser muy vistosas son de las que tienen más durabilidad en interiores», recalca este apasionado de las plantas, cuyo negocio familar lleva 78 años sirviendo flores y macetas a los malagueños.

9

Cheflera. Es otra planta de interior muy agradecida, fuerte y de gran desarrollo, que con mínimos cuidados puede llegar a alcanzar una altura de dos metros. Por eso, a la hora de elegir una, debemos tener en cuenta el lugar de la casa donde la vamos a colocar, ya que necesita mucha luz y espacio donde desarrollarse. Originaria de Australia, la cheflera posee hojas compuestas que dependiendo de las múltiples variedades existentes, pueden tener mayor o menor presencia de dibujos en tonos crema-amarillentos. En cuanto a los riegos, deberán ser generosos pero es importante dejar secar la tierra antes de volver a regar. Un exceso de agua, además de podredumbres de tallo, puede generar amarilleamiento de las hojas y posterior caída. También es una todoterreno en exterior, «de hecho se pueden ver a menudo en arriates municipales ya que con riego prácticamente nulo son capaces de sobrevivir incluso en las campañas de verano», indica Juan Carlos Villa.

10

Bromelias. Fuertes y coloridas, las Bromelias son otras plantas perfectas para amoldarse al interior de nuestro hogar. En su ADN llevan escrito su capacidad de resistir a las condiciones más inhóspitas y variadas: desde los Andes a las selvas de Brasil (donde viven, como las orquídeas, suspendidas de las cortezas de los árboles). Su fortaleza les hace capaces incluso de crecer sobre roca así que, si lo tuyo no es la jardinería, adopta una bromelia. Son exigentes a la luz, con lo que es aconsejable colocarla cerca de ventanas luminosas, pero evitando una excesiva exposición al sol, ya que podría quemar las hojas. Prácticamente no tiene raíz, estas son absorbentes y se limitan a la función de anclaje. El riego debe realizarse entre hojas, asegurándose de que no haya agua en las pequeñas reservas o depósitos que surgen entre ellas Una vez a la semana, es recomendable eliminar el agua acumulada y sustituirla para evitar que se pudra. Una única pega: solo florece una vez.

11

Kalanchoe. El Kalanchoe es otra planta crasa muy apreciada por los pocos cuidados que requiere, y en su caso, porque a diferencia de otra suculentas, tiene una floración abundante y vistosa. Esta maceta requiere ambientes luminosos y riego moderado, dejando secar la capa superficial de la tierra entre riegos. Se adaptan bien tanto a interiores -con mucha luz- como a exteriores. «Es ideal para aquellos que buscan una planta que resista y a su vez tenga muchas flores. Además las hay en muchísimos colores distintos, lo que hace fácil su encaje con cualquier decoración. Brota en cogollos y bien cuidada fuera de casa puede llegar hasta metro y medio de altura» aseveran desde Flores Victoria. Sus hojas carnosas le sirven como reserva para conservar el agua por lo que resultan muy resistentes a la sequía. En verano hay que regarla de forma más abundante -pero con moderación y espacio entre riegos- y en invierno menos pues como hemos dicho conserva bien el agua.

12

Espina de Cristo. Es otra buena opción para quienes busca durabilidad y flores llamativas y abundantes (se pueden encontrar con sus brácteas en color blanco, rosado, naranja o rojo). Y es, sin duda, otra gran SUPERVIVIENTE con mayúsculas. En la mayor parte de España se utiliza como planta de interior, ya que no resiste las heladas. Pero en Andalucía puede estar perfectamente en el exterior. Eso sí, mejor en un lugar donde no reciba los rayos de sol directos al mediodía. Su rasgo más característico son las espinas o púas que tiene en su tronco por lo que conviene no tenerlas a mano de los niños, si los hay en casa. Le gusta la sequía, por tanto, se regará solo un poco cuando se vea toda la superficie del sustrato seco. Si las hojas amarillean puede ser debido a un exceso de riego. ¿Otra de sus ventajas? «Que no le atacan las plagas de insectos a diferencia de otras especies muy populares en exteriores como las gitanillas», subraya el experto Juan Carlos Villa Fernández.

Y a continuación, tres ramos perfectos para tener en casa en jarrones... ¡sin agua! ¡Duran meses radiantes!:

13

Eucalipto. Su olor y la belleza de sus hojas hacen que se convierta en un excelente elemento decorativo. Si te gusta tener jarrones con flores en casa pero se te olvida cambiarle el agua y nunca te duran... ¡apunta el eucalipto en tu lista! Sus varas duran un montón, ya que se pueden dejar secas, sin nada de agua. «La única pega es que pierden un poco el color», aclaran desde Jorge Floristas. Quedan genial el lecheras antiguas o en cestos de mimbre en cualquier rincón.

14

Siemprevivas. A las siemprevivas les pasa lo mismo que al eucalipto: que tienen la ventaja de que podemos tenerlas tranquilamente en casa despreocupándonos de ellas por completo, sin nada de agua. Además, son súper vistosas ya que sus tonalidades lilas, crema y amarillas las hacen muy llamativas. Dan un toque rústico y quedan genial en cualquier rincón. También llamadas 'flor de papel' o las 'inmortales' sus flores mantienen su aspecto y color y brillo después de secarse. ¿Un truco? «Rociarlas con un poco de laca para evitar que con el tiempo al tocarlas se caigan», apuntan desde Flores Victoria.

15

Paniculata. La paniculata es una flor muy usada en la decoración de bodas, aunque últimamente ha agnado peso en la decoración de interiores, aportando un toque romántico y silvestre. Como las dos variedades recomendadas anteriormente resiste estupendamente el paso del tiempo en cualquier jarrón o bote de cristal sin agua. Es súper agradecida y duradera.

Cualquier de las 15 alternativas propuestas en este reportaje te permitirán disfrutar de flores en casa sin grandes complicaciones. Pero ojo con estas pautas básicas sobre las que ponen el foco los expertos:

Tres consejos básicos para 'jardineros negados'

¿Cuál el mejor sitio para las plantas de interior?

Salvo los cactus y las suculentas, la mayoría de plantas de interior son plantas selváticas que, en condiciones naturales, viven en ambientes húmedos y sombreados. Así que, por norma general, aléjalas de las corrientes de aire y del sol directo.

¿Cada cuánto tengo que regar las plantas?

Ante la duda, siempre es mejor regar poco que regar mucho. La mayoría de plantas aguantan la sequedad unos días porque van tirando de la humedad ambiental. Pero, en cambio, no soportan el encharcamiento. Se ahogan literalmente.

Un truco para saber cuándo es necesario regar es tocar la tierra. Aunque desde Flores Victoria son más partidarios de elevar la maceta y en función de si pesa o no echarle agua con moderación. «El 80% de las plantas se mueren por exceso de agua y solo un 20% por falta de riego, así que no debemos obsesionarnos con echarles agua de más», sostienen desde esta floristería de la Alameda.

¿Es necesario abonarlas?

Como todos los seres vivos, las plantas viven mejor si de vez en cuando les das un aporte de alimento extra. De vez en cuando añade al agua de riego unas gotas de abono líquido, pero por precaución siempre una cantidad inferior a la recomendada por el fabricante del producto. Como en el caso del agua, mejor pecar de austera que pasarte de la raya. Si pones demasiado abono, se queman.

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