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Familiares y amigos de los dos menores fallecidos
«Me tengo que ir, me llaman de arriba», la emotiva despedida a los jóvenes fallecidos en un ascensor

«Me tengo que ir, me llaman de arriba», la emotiva despedida a los jóvenes fallecidos en un ascensor

Un poema anónimo que llegó a la madre de José Amián y leído en su funeral se viraliza en las redes sociales

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Miércoles, 17 de mayo 2017, 11:25

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«Me tengo que ir, me llaman de arriba», así comienza un adiós desde el corazón a los jóvenes de 17 años José Amián y Belén Jordana, fallecidos en un accidente en un ascensor en Madrid. Una de las mamparas de cristal del elevador cedió provocando que ambos cayesen por el hueco desde una altura de treinta metros. Perdieron la vida al instante.

El funeral por los jóvenes se oficiaba este martes en la capilla del Colegio de Nuestra Señora del Recuerdo, en el madrileño barrio de Chamartín. En él se conocieron y han dejado «una huella imborrable», según relata El Comercio. Al final de la misa, la prima de José Amián, junto a otros compañeros, pusieron música a un poema anónimo que llegó a la madre. Escogieron una melodía del grupo 'Taburete', el favorito del joven. No sólo emocionó a familia, compañeros y profesores, sino que también vuela por los muros de Facebook como último adiós a los jóvenes y se ha hecho viral.

«Me tengo que ir, me llaman de arriba. El paso es difícil, y es mejor hacerlo breve. No intentéis entenderlo, no dolerá menos.

Me tengo que ir y me llevo compañía. No me voy solo. Me voy con quien quiero. Ya volamos juntos, directos al cielo.

No intentéis entenderlo, ha llegado mi hora. Me reclaman de arriba, para que desde allí os guarde.

Cuídate mamá, cuida de todos. Como siempre has hecho, como siempre haces, como siempre harás.

Me tengo que ir, para poder ayudarte, a cuidar de papá, a cuidar de mis hermanos, a cuidar de quién más quiero.

Me sentirás a tu lado, cuando te cueste dormir, estaré en tu pensamiento, estaré siempre junto a ti.

Y tú me llevarás dentro. Y cuando abras los ojos, no vayas a despertarme, habré pasado la noche, velando vuestro descanso, cuidando de mis hermanos, descansando en tu regazo.

Ya os espero donde debo y estoy bien acompañado de la persona que quiero. Me tengo que ir, y junto a ella te espero».

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