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Mickey y Minnie, ante un crucero Disney, el único del mar con botes salvavidas amarillos. :: r. c.
Mickey cambia el color del mar

Mickey cambia el color del mar

Disney reinventa las normas de navegación y logra un permiso para que los botes salvavidas de sus cruceros sean amarillos

G. MARTÍN

Jueves, 2 de febrero 2017, 01:08

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Mickey Mouse es un ratón de color negro, que viste calzón rojo, usa guantes blancos y calza zapatos amarillos. Sí, amarillos. Mickey Mouse es el germen de The Walt Disney Company, una multinacional que el año pasado obtuvo un beneficio neto -y récord- de más de 8.500 millones de euros. La cifra de negocio del gigante mediático y de ocio superó los 51.000 millones de euros. Parques temáticos -el último inaugurado en China-, cine -en 2016 produjo seis de las veinte películas más vistas-, peluches y muñecas, complementos de ropa y cruceros completan la casilla de 'haber' en el presupuesto de esta compañía que, a todas luces, es un mundo aparte.

Hasta el punto de que consigue que todos sus sueños se hagan realidad, incluso modificar las normas de navegación para que la armonía llegue a sus barcos. Antes de que la naviera Disney Cruise Line (cuenta en la actualidad con cuatro barcos, a los que sumará dos más en 2021) se echara a la conquista del mar los botes salvavidas eran naranja sí o sí. Se entendía que ese color es el más fácil de localizar en la inmensidad de la masa azul. Pero los zapatos de Mickey son amarillos, no naranjas, así que la factoría de los sueños, para conseguir que sus lujosos barcos lucieran los colores de su ratón -blanco, rojo, negro y amarillo- tuvo que demostrar que el amarillo se ve, si no mejor, al menos igual de bien que el naranja en alta mar en el caso de tener que usar los botes salvavidas.

Cuatro capitanes

Claro que si difícil es que un barco lleno de cruceristas tenga un incidente como el de la isla italiana de Giglio en enero de 2012, cuando el capitán Schettino se 'despistó' tratando de impresionar a una dama y hundió la nave, mucho más en un crucero Disney, donde, y también desafiando las normas de navegación, no hay un capitán, sino cuatro. Y no es un cuento. Los capitanes oficiales, y autorizados, son el capitán del barco, el capitán Mickey, el capitán Garfio y el capitán Jack Sparrow.

Al igual que la imaginación, Disney parece no tener límites. Este 2017 se cumplen 25 años de la inauguración de Disneyland París, un parque que a punto estuvo de asentarse en la provincia de Castellón, y que recibe anualmente en torno a 15 millones de visitantes. La cifra no deja de subir. Madrid y Barcelona también optaron en su día por convertirse en la casa europea de Mickey y sus amigos. Al menos, la Ciudad Condal logró hace una década un premio de consolación: ser puerto de partida de los cruceros Disney por el Mediterráneo, que este año regresan con cinco salidas (una en julio y cuatro en agosto).

Lo hace con el 'Disney Magic', un barco que en 2013 dio trabajo a unas 2.000 personas en los astilleros de Cádiz. Ese año, la naviera decidió remodelar, por dentro y por fuera, un barco que viene a ser un parque temático Disney pero flotante. La relación entre Cádiz y la multinacional no terminó ahí y hace meses otro de los cruceros de la compañía también hizo escala en España para una renovación integral. Y en uno y otro caso, los barcos se despidieron de los gaditanos desafiando, nuevamente, las normas de la navegación: lanzando fuegos artificiales desde el barco. Sí, porque Disney también logró de las autoridades marítimas una autorización para hacer durante la travesía de sus cruceros una fiesta en cubierta con espectáculo pirotécnico incluido. Es lo que tiene formar parte de un mundo mágico.

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