No hay quinto (rascacielos) malo

Un quinto rascacielos de 36 plantas se sumará al paisaje del skyline madrileño. Pese a su altura de vértigo, 160 metros, el Caleido se tendrá que hacer un hueco entre dos colosos para despuntar en el horizonte. Su ubicación, entre la Torre de Cristal y la Torre PwC, se inserta en un lugar privilegiado, en el corazón del distrito financiero y empresarial de Madrid. El edificio, que se erguirá en el espacio de las Cuatro Torres, en pleno Paseo de la Castellana, tendrá forma de T invertida. No competirá en altura con los cuatro gigantes ya existentes casi todos ellos con más de cincuenta plantas, pero sí en belleza. Costará más de 85 millones de euros y albergará el campus universitario del Instituto de Empresa, además de una clínica de medicina avanzada del grupo sanitario Quirón.

A uno y otro lado de esos 160 metros de cristal se construirá una base de norte a sur que alcanzará una altura de 20 metros y cuatro plantas. Esta estructura hará las veces de zócalo, sobre el cual se erigirá la torre, que tendrá una orientación de este a oeste. Las obras se pondrán en marcha en marzo, de modo que pueda ser inaugurado en septiembre de 2019. El complejo contará además con zonas de restauración, 2.000 plazas de aparcamiento y jardines en un espacio de 30.000 metros cuadrados.

El anuncio de la construcción acaba con muchos rumores y especulaciones. Desde hacía tiempo se hablaba sobre la erección de una quinta torre junto a los otros rascacielos hermanos, lo que desató la lógica expectación. El inmueble se levantará sobre terrenos que ha cedido el Ayuntamiento de Madrid y acogerá lo que la alcaldesa Manuela Carmena bautizó como «campus en vertical». El edificio será una realidad gracias al acuerdo al que ha llegado el grupo Villar Mir con el Instituto de Empresa. Aunque aún no hay nada firmado, el IE Business School informó hace unos días de que será el principal inquilino oficial del flamante proyecto, capaz de acoger a 6.000 alumnos.

El Caleido ha sido diseñado por los estudios Fenwick Iribarren y Serrano-Suñer Arquitectura. Las obras supondrán un revulsivo para el empleo. Creará 1.559 puestos de trabajo durante su construcción y otros 3.992 durante su explotación. Caleido pugnará por acariciar el cielo de Madrid junto a dos gigantes, uno de los cuales, la Torre de Cristal, mira al suelo desde sus 249 metros de altura. El parque empresarial se encuentra en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, que fue demolida hace más de tres lustros. Donde dentro de dos años se erguirá el Caleido se iba a levantar un centro de convenciones, un proyecto que quedó en suspenso cuando se produjo el estallido en 2008 de la crisis económica.

«Escultura arquitectónica»

Si se incluyen los costes de edificación, urbanización de la parcela destinada a zona verde, tasas y canon, la inversión global superará los 300 millones de euros. José Antonio Fernández Gallar, director general de la Inmobiliaria Espacio, filial del grupo Villar Mir y promotora del edificio, cuenta que éste trata de configurar una «forma de mirar el mundo con prismas diferentes». «Dado que el edificio será multiusos, con una universidad, un hospital, una zona comercial y jardines, se propuso el nombre de Caleido, que recuerda a caleidoscopio, por esa mezcla de funcionalidades que distingue a la iniciativa». El nombre fue aportado por una empresa especializada en naming, que sintetizó en tal término esa idea de mirar al mundo con distintos prismas. «El Caleido es una escultura arquitectónica. Ocupará la franja central, donde había un espacio bárbaro entre las otras dos torres. Es un edificio que completa de forma armoniosa y bella el skyline de la zona norte de Madrid», apunta Fernández Gallar.

El Ayuntamiento ha cedido los terrenos para un periodo de 75 años. El grupo, propietario de la constructora OHL, pagará un canon anual de 4 millones de euros al Consistorio. Carmena demandaba que 53.000 de los 70.000 metros cuadrados disponibles se destinaran a uso público.

La construcción de esta quinta torre de la Castellana ha estado preñada de incertidumbre. Como no aparecía un socio que acompañara al grupo Villar Mir, hubo cierta desazón. No en balde, en noviembre del pasado año el holding español rompió su alianza con el fondo suizo Corestate. Tras las desavenencias, el grupo Villar Mir ha recuperado el control total del proyecto. Con el Caleido, el grupo será dueño de un segundo rascacielos en la Castellana. El primero fue la Torre Espacio. Como curiosidad, este edificio dispone en su planta 33, la edad de Cristo, de una capilla católica, la más elevada de España. Una luz permanente que se ve desde el exterior avisa a los madrileños de dónde se encuentra exactamente el sagrario. El foco, de color verde y parpadeante, se aprecia desde el norte de la torre.

Por su estilizada delgadez y sus hechuras rectilíneas, los madrileños ya han empezado a referirse al Caleido con el sobrenombre de El móvil. Veremos con cuál será finalmente conocido.

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