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En la vitrina, el aspecto que tendrá la basílica, cuya estampa se ve al fondo. :: JOSEP LAGO / afpJordi Faulí.
La Sagrada Familia toca el cielo

La Sagrada Familia toca el cielo

La construcción de la basílica entra en su fase final para que el templo de Gaudí se finalice en 2026 y sea el edificio más alto de Barcelona

CRISTIAN REINO

Viernes, 23 de septiembre 2016, 01:18

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La obra sin fin ha puesto la directa para dejar de ser un templo eternamente en construcción y hacer realidad el sueño de Antoni Gaudí. La Sagrada Familia de Barcelona, la basílica que parece eterna, ha iniciado la fase final de su edificación, con vistas a que los trabajos concluyan en 2026, casi siglo y medio después de que se colocara la primera piedra. Los constructores del templo expiatorio tienen diez años por delante para acabar una obra monumental, que en los próximos cuatro años experimentará una enorme transformación, ya que está previsto que se levanten las seis torres centrales de la basílica, que cuando toquen las nubes modificarán el 'skyline' de la capital catalana.

Es ya casi un tópico en la Ciudad Condal y muchos barceloneses han pensado toda su vida que nunca verían la obra acabada. Pero el final de las obras ya tiene fecha. Será 144 años después de que los planos empezaran a tomar forma en la explanada del Eixample barcelonés y cien años después de la muerte de Gaudí. En un primer momento, en 1882, fue un proyecto del arquitecto diocesano Francisco de Paula del Villar. A finales de 1883 se encargó a Gaudí la continuación de los trabajos, labor que no abandonó hasta su muerte, en 1926. Un siglo después, la obra verá la luz y siempre siguiendo la idea original del arquitecto catalán, de que fuera un templo expiatorio, es decir, construido a partir de donativos. En la actualidad los donativos son las entradas que pagan los turistas que todos los días hacen largas colas para visitar la obra (es la segunda construcción religiosa más visitada de Europa, tras la basílica de San Pedro del Vaticano). Lo que no ha dejado nunca es de ser una obra autosuficiente. Lo dejó escrito Gaudí: «La Sagrada Familia la hace el pueblo. Es una obra que está en las manos de Dios y en la voluntad del pueblo». Una obra inédita, en la que no hay planos, ya que se quemaron, tras la irrupción de grupos anticlericales en plena Guerra Civil. Y que se ha construido a partir de las indicaciones dejadas por el arquitecto a sus ayudantes y discípulos, así como algunos dibujos, maquetas y fotografías.

Los constructores del templo dieron a conocer ayer el grueso de los trabajos que quedan para que la basílica que consagró el Papa en 2010 tenga su forma definitiva y retire pasa siempre los andamios que la han acompañado desde el primer día. El director arquitecto de la Sagrada Familia, Jordi Faulí, afirmó que el 70% de las obras están ya ejecutadas. Una de las operaciones más relevantes se iniciará en breve, el mes que viene, cuando se levante la construcción de la llamada torre de María, que se alzará sobre los 140 metros. No será el punto más alto del templo, ya que la torre de Jesucristo tendrá 172,5 metros y se convertirá en la construcción más elevada de Barcelona. Hasta la fecha, la Sagrada Familia tiene cuatro torres y en 2020 contará con diez. Todo se edifica según la «voluntad de Antoni Gaudí de ir hacia arriba, hacia el cielo», según Faulí, que señaló que las torres se coronarán con una cruz en el caso de la de Jesucristo, y con una estrella para la de María.

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