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Francisco José Garzón, el maquinista que conducía el tren Alvia que descarriló en Angrois.
Víctor Taigo: «No nos creemos que todo dependiese de un conductor»

Víctor Taigo: «No nos creemos que todo dependiese de un conductor»

Los afectados del Alvia 04155 no están ofendidos porque el maquinista haya vuelto a trabajar en Renfe, pero dicen que en el juicio debe "decirlo todo y hablar con claridad"

elena martín lópez

Domingo, 24 de julio 2016, 00:37

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Se llama Francisco José Garzón Amo, nació en Monforte de Lemos, Galicia, y es hijo de un maquinista de Ponferrada. Lleva en contacto con los trenes desde su juventud y fue precisamente un tren lo que cambió su vida para siempre.

Él era quien conducía el Alvia 04155 que descarriló el 24 de julio del 2013, dejando 80 muertos y más de 140 heridos. La curva de A Grandeira, en el barrio de Angrois -donde ocurrieron los hechos- es un tramo que Garzón había recorrido 61 veces en ese último año y del que conocía su peligrosidad. Él mismo expresó tras la catástrofe que "Ya le dije al de seguridad que esa curva era peligrosa, que un día nos la íbamos a tragar. Somos humanos y esto podía pasar".

El conductor fue el único imputado por el accidente que se achacó al error humano, una combinación entre el exceso de velocidad Garzón conducía a 190 km por hora en un tramo limitado a 80km y una llamada telefónica que recibió de parte del personal de Renfe que le pudo despistar. Las pruebas revelaron que el maquinista estaba sobrio y que intentó frenar antes del impacto, pero ya era demasiado tarde.

En el primer aniversario de la tragedia, Garzón escribió una carta a las víctimas, donde pedía perdón y mostraba su impotencia ante todo el dolor ocasionado. "Permítanme abrirles mi corazón. Si algo puedo hacer, si puedo llevarles algún consuelo de alguna forma... Me ayudaría tanto hacerlo... Aunque ahora solo creo que debo transmitirles una palabra: perdón", terminaba diciendo. Los afectados aceptaron y agradecieron las disculpas y le rogaron que colaborase en la investigación diciendo todo lo que sabía.

"Una tragedia nunca tiene una sola causa"

Después de año y medio de baja por las secuelas psicológicas del accidente, en enero de 2015 Garzón se incorporó a trabajar en Renfe como supervisor en los talleres de mantenimiento de trenes, pero nunca más podrá volver a ejercer de maquinista. Sobre su reincorporación a la empresa ferroviaria las víctimas no se muestran ofendidas, saben que Garzón tuvo parte de la culpa, pero sospechan que hubo otros factores determinantes que se están ocultando.

El documental Frankenstein 04155, estrenado en 2015, trata de dar respuesta a la pregunta "¿Qué hay detrás del accidente ferroviario más grave de la democracia española?", y destaca en la sinopsis que "una tragedia nunca tiene una sola causa". Víctor Taigo, hijo de Teresa Gómez, una superviviente del accidente, sostiene que "un error humano lo puede tener cualquiera, eso es inevitable, lo que no nos creemos es que todo dependiese de un conductor".

Tres años después del terrible suceso, aún sin una fecha fijada para el juicio, los afectados siguen pensando lo mismo sobre el supuesto culpable de todo. "Él lo que tiene que hacer en el juicio es decirlo todo y hablar con claridad, caiga quien caiga", afirma Taigo.

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