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El papa Francisco habla con Angela Merkel antes de recibir el galardón.
El Papa urge a Europa a «construir puentes y derribar muros»

El Papa urge a Europa a «construir puentes y derribar muros»

Francisco ha recibido en el Vaticano el Premio Carlomagno, galardón que le ha sido concedido por ser la "voz de la conciencia" del continente y por su "mensaje de esperanza y coraje"

COLPISA / Afp

Viernes, 6 de mayo 2016, 13:12

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El papa Francisco ha instado a Europa a "transformar radicalmente sus modelos" y a "construir puentes y derribar muros", tal como hicieron los padres fundadores de la Unión Europea, al recibir este viernes en el Vaticano el premio Carlomagno. "Los proyectos de los padres fundadores, mensajeros de la paz y profetas del futuro, no han sido superados: inspiran, hoy más que nunca, a construir puentes y derribar muros", ha afirmado el Papa en un apasionado llamamiento en el que ha urgido a los dirigentes europeos a tomar ejemplo del pasado y "tener la audacia" de "osar transformar radicalmente los modelos".

El Pontífice argentino, que escribió de su puño y letra el discurso, ha aceptado por primera vez recibir una distinción internacional para animar a Europa a trabajar por la paz y el diálogo.

El Papa ha recibido el premio Carlomagno, un galardón que se otorga desde 1950, en la imponente Sala Regia del palacio apostólico. A la ceremonia han asistido la mayoría de los líderes de la Unión Europea (UE), entre ellos la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel y los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, del Parlamento europeo, Martin Schulz, y del Consejo de la UE, Donald Tusk, todos ellos ganadores del Premio en ediciones anteriores, así como el Rey de España, Felipe VI.

Refundar Europa

El Papa ha llamado nuevamente a "refundar" Europa, tras los llamamientos lanzados en noviembre del 2014 al Parlamento Europeo para que el Viejo Continente vuelva a convertirse "en un precioso punto de referencia para la humanidad".

A los líderes europeos actuales les ha recordado los retos del pasado y los ha invitado a un "nuevo humanismo" basado en "la capacidad de integrar, la capacidad de comunicación y la capacidad de generar", ha señalado. "¿Qué te ha sucedido Europa humanista, defensora de los derechos humanos, de la democracia y de la libertad? ¿Qué te ha pasado Europa, tierra de poetas, filósofos, artistas, músicos, escritores? ¿Qué te ha ocurrido Europa, madre de pueblos y naciones, madre de grandes hombres y mujeres que fueron capaces de defender y dar la vida por la dignidad de sus hermanos?", se interrogó el pontífice.

Hacer memoria

"Hoy en día es imprescindible realizar una "transfusión de memoria". Es necesario 'hacer memoria', tomar un poco de distancia del presente para escuchar la voz de nuestros antepasados. La memoria no sólo nos permitirá que no se cometan los mismos errores del pasado, sino que nos dará acceso a aquellos logros que ayudaron a nuestros pueblos a superar positivamente las encrucijadas históricas que fueron encontrando", ha recordado.

El Papa ha condenado también "los retoques cosméticos o compromiso tambaleante", al referirse a los acuerdos para expulsar a los inmigrantes, un tema que abordó en su reciente visita a la isla griega de Lesbos, de la que regresó con un grupo de refugiados sirios. Asimismo, ha invitado a los europeos "a armar a sus hijos con las armas del diálogo" y a "enseñarles la buena batalla del encuentro".

Jóvenes y espíritu europeo

Francisco ha instado también a no olvidar a la juventud europea: "Nuestros jóvenes desempeñan un papel preponderante. Ellos no son el futuro de nuestros pueblos, son el presente; son los que ya hoy con sus sueños, con sus vidas, están forjando el espíritu europeo", ha señalado. "No podemos pensar en el mañana sin ofrecerles una participación real como autores de cambio y de transformación. No podemos imaginar Europa sin hacerlos partícipes y protagonistas de este sueño", afirmó.

Francisco, hijo de emigrantes italianos, ha concluido su discurso con un deseo: "Sueño una Europa donde ser emigrante no sea un delito. Una Europa de la que no se pueda decir que su compromiso por los derechos humanos ha sido su última utopía".

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