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Bebidas y alimentos con personalidad: Cojón de Gato, Malafollá o pelotas de fraile

Bebidas y alimentos con personalidad: Cojón de Gato, Malafollá o pelotas de fraile

Potorro es, hasta ahora, la última incorporación a la lista de empresas españolas con nombres muy peculiares que forman ya parte de la gastronomía popular desde hace décadas

Isabel Méndez

Viernes, 19 de febrero 2016, 23:59

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Insisten en que su nombre se refiere al recipiente en el que se guarda la sal, pero es obvio que a una gran mayoría se le viene a la cabeza otro concepto muy diferente cuando se les habla de Potorro. Así es como se denomina la empresa española de productos gourmet que se ha hecho popular en las últimas semanas (se lanzó al mercado a finales del año pasado) y que usa como estrategia publicitaria el doble sentido de las palabras.

Esta es, hasta ahora, la última incorporación a la lista de artículos gastronómicos con nombres sonoros, algunos de los cuales son conocidos desde hace ya décadas y forman parte de nuestra cocina o bodega.

Espárragos cojonudos

Cuenta la leyenda que el Rey Don Juan Carlos, al probar estos espárragos, dijo: «Están cojonudos» y que desde entonces fueron etiquetados con este llamativo nombre para diferenciarse de otros. Se trata de unos espárragos con un tamaño más grande de lo habitual, con un sabor también algo distinto según los entendidos, y originariamente de la región de Navarra.

Vino Malafollá

El sector de los vinos es uno de los que más nombres 'peculiares' reúne. Entre estos se encuentra por ejemplo el Malafollá, de la bodega granadina Cuatro Vientos, que al elegir esta denominación para su caldo pretendía "embotellar la característica más emblemática del granadino, su "malafollá" puesto que en la botella se define su apelativo como "un carácter local, una forma de ser, un tópico creado, un ser de una tierra, una deformación de una expresión, no ser malo, pero aparentarlo". Otro vino con nombre peculiar de esta zona (de las Alpujarras, para ser exactos), es el Tetas de la Sacristana.

'Chochitos ricos' y otros postres

Los chochitos ricos son unas pastas típicas de Cantabria con un agujero en el centro, elaboradas a base de harina de trigo, huevos, mantequilla, grasa vegetal, azúcar y mermelada de frutas. Son muy populares especialmente en la zona norte del país. Aunque comparten nombre, poco tienen que ver con los chochos típicos de Salamanca, que es un dulce tradicional de la capital charra, similar a las peladillas pero de mayor tamaño, elaborado con azúcar, almendra y canela.

En la gastronomía son numerosos las referencias a motivos eclesiásticos, como por ejemplo los pedos de monja, las tetas de novicia y las pelotas de fraile. Oriundos de la localidad madrileña de Chinchón, su elaboración se basa en recetas de las monjas clarisas. Se trata de bollos hechos con haria, leche, miel, ralladura de limón y anís. Se pueden rellenar de crema, chocolate o frambuesa. Originario de Galicia es el bizcochón del fraile, que añade el vino dulce a los ingredientes habituales en estos postres, mientras que de Asturias proceden los dulces orgasmos, pastas en forma de corazón que, como toque especial, cuenta entre sus ingredientes con licor de manzana.

¿Y qué pueden ser los cojones anticristo? Pastas propias del Valle del Liébana, en Cantabria, cuyo ingrediente principal es la avellana.

Cojón de Gato

Su nombre es toda una declaración de intenciones, no en vano en su tarjeta de visita se refieren a sí mismos como creadores de "vinos divertidos y diferentes con variedades autóctonas".

Así, la bodega aragonesa Vinos Divertidos recurre para sus caldos a distintas partes de la anatomía animal, como Cojón de Gato, Teta de vaca u Ojo de liebre. Y para llegar a un público más juvenil lanzaron el 'Ola k ase, BB o k ase.

La mayor parte de sus vinos pertenecen a la denominación de origen de Somontano, aunque también elaboran vinos de la denominación de origen de Calatayud, y de Tierra de Castilla. Bromas aparte, el Cojón de Gato es una variedad de uva, a la que se llama con distintos nombres en diferentes partes de España, al igual que Teta de vaca y Ojo de liebre para referirse al tempranillo.

Follador Prosecco

Nada más oír este nombre puede venir a la cabeza referencias muy explícitas, pero lo cierto es que esta bodega italiana se llama así por el apellido de sus propietarios, los Follador. Sus orígenes se remontan a 1769, aunque la bodega propiamente dicha fue fundada en 1970 por Gianfranco Follador. Produce vinos proseccos que venden en todo el mundo y suponen una alternativa barata al champán.

Licores Hijoputa

Esta denominación ha llegado a los tribunales por la disputa que mantuvieron el asturiano Rubén Lavandera y el que fue su socio, Federico Cortés del Valle. Aunque para muchos puede resultar una expresión soez, en su momento los creadores defendían que de este modo se querían referir a un producto de calidad: "¡Qué buenu ye el hijoputa!" como aparecía además en la grafía original de la empresa.

Pleitos aparte, la compañía Licores y aguardiantes Hijoputa cuenta en su gama de productos con licor de arroz, pacharán, orujo, que ha sido el artículo más codiciado por ser el más famoso, licor de miel y de naranja... Y también con conservas que, para continuar con la línea jocosa, se llaman 'Orgías del mar'.

'De puta madre' y 'Envidia cochina'

El primero, según cuenta la leyenda, se debe a la primera frase que se les ocurrió a los responsables de la francesa Bodegas Jacques & François Lurton cuando probaron este vino en la barrica, siguiendo una tendencia (gala) de acuñar los caldos con expresiones populares. Y ahí e quedó este dulce, que pretende ser un homenaje a los vinos que antes se elaboraban en Rueda.

Por su parte, el 'Envidia cochina' es 100% español, desde el nombre hasta el origen, puesto que es un albariño de Galicia bautizado con una de las expresiones más autóctonas del país. La etiqueta emula a un recorte de periódico.

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