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Familias saharauis dan la bienvenida a un grupo de cooperantes españoles.
Casi 3.000 cooperantes españoles luchan cada día en todo el mundo para erradicar la pobreza

Casi 3.000 cooperantes españoles luchan cada día en todo el mundo para erradicar la pobreza

El Día Internacional del Cooperante, que se celebró el 8 de septiembre, reconoce la labor de estos profesionales de la solidaridad

colpisa

Sábado, 12 de septiembre 2015, 07:42

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El pasado 8 de septiembre se celebró el Día Internacional del Cooperante, una fecha que pretende reconocer la labor de todas las personas que luchan a diario para erradicar la pobreza en el mundo. Casi 3.000 españoles forman parte de este contingente de profesionales de la solidaridad, según la Agencia Española de Cooperación (AECID). La ayuda humanitaria que prestan los 2.788 cooperantes españoles tiene presencia en la práctica totalidad de países del hemisferio sur. Casi la mitad de ellos trabaja en el África subsahariana, una de las regiones más pobres de la Tierra, debido a los numerosos y duraderos conflictos que la asolan. El 40% colabora en América Central, América del Sur y el Caribe, otra de las zonas del Planeta que más sufre los estragos de la desigualdad y la precariedad extrema.

La lucha por conseguir un desarrollo sostenible y un mundo más justo se lleva a cabo en varios y diversos ámbitos, pero tiene prioridad la acción inmediata y urgente para asegurar la supervivencia de los atendidos. Para ello es imprescindible garantizar el acceso al agua dulce de todas las personas, un objetivo estratégico, al igual que la nutrición. Así como la salud, una de las asignaturas pendientes de la comunidad internacional, ya que los objetivos del milenio establecidos en el año 2.000 pretendían reducir tanto la mortalidad infantil como el número de madres que fallecen al dar a luz a causa de insalubridad y las condiciones sanitarias en unos parámetros que no se han cumplido.

Pero los cooperantes españoles no solo atienden las urgencias, también se ocupan de otros aspectos básicos para el desarrollo de los países donde trabajan, como son la educación, la igualdad de género, el cambio climático y el medio ambiente y la gobernabilidad democrática. En muchos lugares del mundo los niños tienen que recorrer varios kilómetros cada día para poder asistir a la escuela, un hecho que vulnera su derecho a recibir una educación digna y de calidad. Esta situación es todavía más grave para las niñas, a quienes se les niega la asistencia al colegio por el hecho de haber nacido mujeres. Además, en varios países de África están sometidas a la práctica de la ablación, que consiste en la mutilación del clítoris en un proceso brutal. A paliar todas estas injusticias dedican casi 3.000 españoles su vida, una labor impagable que merece un reconocimiento diario, aunque tan solo se celebre el 8 de septiembre de cada año.

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