Borrar
El padre Ángel, en una escuela de Haití.
El padre Ángel: «No basta con rezar, hay que enfadarse»

El padre Ángel: «No basta con rezar, hay que enfadarse»

Tengo 78 años, 52 con Mensajeros de la Paz. Me dieron la Medalla de Oro al Trabajo, pero siento que siempre estoy de vacaciones. Voto a los amigos, no a los partidos. Me harté hablando con el delegado del Gobierno en Ceuta, le dije «llámelas cuchillas y no concertinas»

isabel ibáñez

Domingo, 31 de agosto 2014, 02:04

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El padre Ángel anda con sus Mensajeros de la Paz entre Gaza y Jordania ayudando a cien refugiados palestino-españoles.

¿Qué le parece que en Hollywood llamen desinformados y antisemitas a Cruz y Bardem?

Se han equivocado. El intentar parar la matanza es de biennacidos. Lo contrario sería de malnacidos, los que insisten en que lo que hay que hacer es exterminar y cerrar puertas y matar a todos como se intentó en su día con los judíos. Hay pueblos que no es que sean malditos, pero sufren, unos por la política, otros pueblos de África porque padecen cólera, ébola, falta de medicamentos, de agua... Y algunos hablan de castigos de Dios. Hombre, ya está bien, si Dios castigara iría a castigar a EE UU y a España, no a Haití o a África. Si Dios castigara, castigaría a los ricos, no a los pobres.

Resulta difícil mantenerse neutral con niños muertos, ¿no?

Neutral no se puede ser nunca, sobre todo con muertes. No se puede estar de acuerdo con ninguna, pero donde hay más muertos duele más. Lo que todos dicen es que es desmedido que porque te maten a uno tú mates a cien.

¿Cómo se puede ayudar?

Ya es bueno que duela el alma. Algunos rezamos, pero no basta con rezar, hay que enfadarse, protestar. Si fuéramos gobernantes podríamos parar la guerra, dejar de vender armas a quienes van a usarlas. Hemos sacado a más de cien personas de Gaza. Pero cuando pides ayuda, gobernantes y particulares echan marcha atrás, dicen que no es correcto ayudar a quien parece que ha estado matando, aunque socorremos a los que han muerto, están heridos o sin casa. Hemos puesto el sms Ayuda Palestina enviado al 28099.

¿Se ha buscado problemas por posicionarse del lado palestino?

No, y si alguien se lo plantea que se lo coma él mismo. No he militado en partidos, más que en el de la Iglesia y los pobres. Y hasta eso me da dolores de cabeza por decir cosas que no gustan a los jerarcas.

¿Le es fácil mantener la fe?

Sí, pero a veces se tambalea, también a Santa Teresa de Calcuta y al Papa. Se me tambaleó a mí en Haití, cuando ves aquella destrucción y no puedes más que respirar y decir «Dios mío, Dios mío».

Su ONG ha tenido abiertos los comedores sociales en verano, dando de comer a mil niños cada día. ¿Rajoy no lo veía necesario?

No, y ya está bien de que los agentes sociales sean sindicatos, empresarios y gobierno, debemos estar también las ONG. Porque no somos la mosca cojonera que está para molestar, ni enemigos, sino sustitutos de lo que el Gobierno debe hacer. ¡Es tan hipócrita que digan que no hay pobreza infantil y luego hacer una subvención de 17 millones para combatirla!

Le ha contratado La Sexta para comentar la actualidad social.

¿A quién?, ¿a mí? He salido alguna vez, pero que yo sepa no estoy contratado. Sería buena idea, ja ja. El Papa Francisco, que es una bendición de Dios, dice que tenemos que aprovechar los medios de comunicación no para evangelizar, sino para decir a la gente que pare la guerra, que comparta, que no hay derecho a que haya tanto rico y tanto pobre. Hoy los mensajeros son los medios de comunicación, sacan a la luz lo que otros quieren tapar, la pobreza, la masacre, la corrupción. Periodistas dan su vida por ello. Benditos sean.

En metro con el Papa

Conoce al Papa. Cuente alguna anécdota campechana.

En Buenos Aires me pagaba el metro. Si llego a saber que iba a ser Papa habría guardado los tickets para subastarlos, ja ja.

¿Cuál ha sido el peor momento de este medio siglo con su ONG?

Ver morir en mis brazos a niños, tremendo. Padres y madres que pierden un hijo... No te consuela nada y es cuando te sale el grito, Dios mío, y jamás encuentras respuesta. Solo puedes llorar y acariciar. Pero hay que seguir. Nunca en la Historia hubo tanta solidaridad ni buena gente como ahora. Aunque ha habido más ocasiones para sonreír, felicidades como las de un padre de familia. Un niño que te viene de El Salvador medio muerto y lo operan y corre y salta.

Y lo adoptó.

Josué vive conmigo desde los 2 años, ahora tiene 9. Aunque no ha sido adoptado por mí, tengo 78 años y era dejarlo huérfano dentro de poco. El tener hijos encanta a mujeres y a hombres y cuando vamos cumpliendo años y no los tenemos es una asignatura pendiente. Sin hijos, uno puede llenar su vida con sobrinos, trabajo, buenas obras... Pero nada como un hijo. El ir por las mañanas a darle un beso a Josué y otro por la noche... De los 45.000 niños que han pasado por Mensajeros de la Paz, hay unos 50 que han vivido conmigo. Hijos de verdad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios