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Mueren juntos y de la mano tras 62 años de matrimonio

Mueren juntos y de la mano tras 62 años de matrimonio

Don y Maxine Simpson,una pareja estadounidense, son los protagonistas de una conmovedora historia de amor: tras seis décadas casados fallecieron agarrados de forma natural

SUR

Martes, 5 de agosto 2014, 08:40

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Hay amores eternos. De esos de argumento de película. Y buen ejemplo de que la realidad supera la ficción es la conmovedora historia de amor Don y Maxine Simpson, una pareja estadounidense que ha emocionado al país. Los ancianos fallecieron hace unos días, pero su muerte ha sido el final feliz de su romance. El matrimonio se conoció en California, a donde llegó él para trabajar como ingeniero. Inmediatamente se enamoraron y tomaron la decisión de casarse. Se prometieron hasta que la muerte les separase, pero mientras eso llegaba, optaron por exprimir la vida al máximo y se lanzaron a viajar.

Como si fueran pastores nómadas, durante años recorrieron distintas ciudades instalándose en un lugar y trabajando para reunir el dinero suficiente con el que trasladarse a otro sitio. Los dólares no eran su preocupación. Solo querían disfrutar el uno del otro. Al cabo de un tiempo, decidieron asentarse en Bakersfield, en California. Don se puso a trabajar de ingeniero otra vez,eligieron una casa para mudarse y adoptaron dos niños extranjeros. Formaron una auténtica familia. Así dejaron pasar los años.

Hace unos meses su tranquila existencia se vio agitada por una visita al médico. Maxine no se encontraba bien. Después de hacerle algunas pruebas le detectaron un cáncer. Su avance fue galopante. Poco después tuvo que ser ingresada en el hospital. En ese momento Don tomó la determinación de no separarse de su esposa. La acompañó durante toda la estancia en el centro. Se esforzó por hacerla sonreír hasta el último minuto. Cuando éste llegó, le agarró la mano y ambos se marcharon juntos y en paz, rodeados por toda su familia. "Sabíamos que esto podía pasar", reconoce Melissa Sloan, su nieta.

Por increíble que parezca, sus corazones, que latían al unísono desde hace 62 años, cuando se casaron, se pararon al mismo tiempo. "Siempre estuvieron juntos", subraya la familia. Ni la muerte les ha podido separar.

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