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La palabra Caridad adornó el escenario en el pregón de María del Carmen Ledesma en 2012.
Un cuarto de siglo de pregones de la Semana Santa de Málaga

Un cuarto de siglo de pregones de la Semana Santa de Málaga

En los últimos 25 años ha habido alocuciones de distintos estilos para glosar a las cofradías y a las imágenes malagueñas

Ángel Escalera

Domingo, 9 de abril 2017, 00:22

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El pregón oficial de la Semana Santa de Málaga es uno de los momentos más importantes de la cuaresma. Veinticinco personas han pronunciado esa alocución entre 1993 y 2017. En esas dos décadas y media ha habido distintos modos y estilos de exaltar el fenómeno cofrade y semanasantero de la ciudad. Han quedado para el recuerdo pregones reivindicativos, líricos, muy malagueños, religiosos, tradicionalistas o más innovadores, pero todos se han caracterizado por la defensa de las cofradías y de la labor que estas llevan a cabo durante todo el año. Otro punto común de los pregoneros ha sido la defensa de la importancia de la Semana Mayor de Málaga.

A lo largo de este cuarto de siglo han puesto la voz en el Teatro Cervantes para cantar y glosar lo que sucede en la ciudad entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección Pedro Luis Gómez (1993), Leopoldo García Sánchez (1994), Gustavo Villapalos (1995), Carlos Ruiz del Portal (1996), Carlos Ismael Álvarez (1997), José Jiménez Guerrero (1998), Federico Fernández Basurte (1999), Jesús Castellanos (2000), Enrique Romero (2001), Celia Villalobos (2002), Bernardo Pinazo (2003), Alejo García (2004), Manuel Molina (2005), Rodrigo Martín (2006), Pedro Merino (2007), Paco García (2008), Ana María Flores (2009), Agustín del Castillo (2010), Antonio Banderas (2011), María del Carmen Ledesma (2012), Rafael Pérez Pallarés (2013), Félix Gutiérrez (2014), Rafael de las Peñas (2015), Antonio Guadamuro (2016) y Francisco Javier Jurado Coco (2017). En total, ha sido veintidós hombres y tres mujeres.

Pregón muy malagueño

Iniciamos este resumen de los pregones de los últimos veinticinco años con el pronunciado por el periodista Pedro Luis Gómez en 1993. El en esas fechas redactor jefe de SUR cosechó un gran éxito al pronunciar un pregón muy malagueño y pegado a la actualidad. El pregonero realizó una emotiva defensa de los cofrades y de la Semana Santa de Málaga. En algunos momentos de su intervención, criticó a «algunos sectores muy minoritarios que se dedican a atacar a las cofradías». El pregón de Pedro Luis Gómez se caracterizó por la defensa de las tradiciones cofrades malagueñas. Para ello, empleó un lenguaje muy periodístico y muy directo, en el que compaginó sus vivencias con su conocimiento de las hermandades. El público que llenaba el Teatro Cervantes lo aplaudió en 43 ocasiones a lo largo de la hora y veinte minutos que estuvo hablando. La ovación final fue fortísima. «Ha sido una de los mejores noches de mi vida», afirmó Pedro Luis Gómez muy emocionado.

Un año más tarde, el abogado y entonces hermano mayor de Fusionadas, Leopoldo García Sánchez, dio una lección de lirismo cofrade en su pregón, en el que dedicó poesías a todas las cofradías agrupadas. En su intervención, que duró poco más de una hora y cuarto, utilizó emotivas palabras para ensalzar la importancia de la Semana Santa de Málaga. Las palabras líricas que dijo fueron sencillas y estuvieron alejadas de cánones rebuscados y difíciles de entender. «Os ofrezco hoy este pregón, a pasito corto, con la modestia de un hermano de a pie y con la pasión de un malagueño que se confiesa cofrade enamorado», señaló.

En 1995, el que era rector de la Universidad Complutense, Gustavo Villapalos, animó a los malagueños a defender sus señas de identidad cofrade y a respetar sus tradiciones. Villapalos, que se definió como un malagueño de adopción y trinitario, se mostró a favor de que el Cautivo tuviese un templo propio. También ensalzó la presencia de las fuerzas militares en los desfiles procesionales. El pregón no gustó al entonces obispo de Málaga, Antonio Dorado, que dijo que le habían «sobrado latiguillos y tópicos manidos» que no se correspondían con el rigor propio de Villapalos. El pregonero fue aplaudido en 28 ocasiones durante la hora que estuvo en el uso de la palabra. En algunas partes, el rector modificaciones al texto sobre la marcha.

La poesía volvió a ser el eje sobre el que giró el pregón dicho en 1996 por el abogado Carlos Ruiz del Portal. Su intervención estuvo marcada por una lírica cofrade con la que expresó lo que para él representaban las cofradías, los Cristos y las Vírgenes. El pregonero aseveró que la Semana Santa de Málaga es algo muy especial durante la que la ciudad se transforma y hay algo extraordinario en el ambiente. El pregón tuvo una duración de una hora. En esos sesenta minutos el público interrumpió al pregonero en trece ocasiones con sus aplausos.

Dijo el texto de memoria

El abogado y en ese momento hermano mayor del Paso y la Esperanza, Carlos Ismael Álvarez, hizo un canto en el pregón de 1997 a la Catedral y a los cofrades anónimos. El pregonero pronunció de memoria un texto que fue largamente aplaudido por el público. «Los cofrades tenemos algo que decir y no en las catacumbas como algunos quisieran», manifestó Álvarez. El público lo aplaudió 32 veces. Aunque tenía los folios en el atril, solo le sirvieron de orientación, pues pronunció el pregón de memoria. «Somos, se admita o no, vanguardia del bando cristiano», puso de relieve Carlos Ismael Álvarez.

La alocución de José Jiménez en 1998 estuvo repleta de malagueñismo y de sentimiento cofrade. Este profesor e historiador dijo que «la Semana Santa es casi lo único que se ha sabido conservar en Málaga» y reivindicó la figura de malagueños cofrades «injustamente olvidado», en una intervención que duró una hora y veinticuatro minutos y en la que le aplaudieron en 40 ocasiones. Aún se recuerda una frase dedicada a la Virgen de las Penas y a su manto de flores. José Jiménez dijo que esa Dolorosa recorre la Alameda con el Parque a sus espaldas.

Al año siguiente, Federico Fernández Basurte, que era hermano mayor del Amor y la Caridad, animó a los cofrades «a salir a la calle a hablar de Dios» y aseveró que hacía falta aire fresco para renovar con autenticidad el ambiente de las cofradías. El pregón duro una hora y veintiún minutos. Fernández Basurte fue aplaudido en 25 ocasiones, en una intervención en la que recalcó que había que custodiar y mejorar la tradición de la Semana Santa.

Jesús Castellanos dijo en el año 2000 que desconfiaba de la juventud cofrade y que el recambio no estaba resuelto. El entonces hermano mayor de los Dolores del Puente rompió con el orden cronológico a la hora de citar a las cofradías. Castellanos, cuyo pregón duró casi 80 minutos, aseguró que «la Semana Santa es una fiesta y una ruptura con lo cotidiano». Aseguró que muchas veces las cofradías se habían hipotecado con el poder. Fue aplaudido 18 veces.

En 2001 el turno le correspondió al periodista Enrique Romero, que pidió que cesaran «los enfrentamientos baldíos que en nada benefician a la Semana Santa». A su juicio, jamás debían permitirse actitudes de intransigencia, prepotencia o altanería. «Los cofrades no podemos, por el ansia de protagonismo y las ganas de imponer estilos personales, volver a echar cenizas en el camino», indicó. Romero fue aplaudido 26 veces. El pregón duró 75 minutos.

Defensa de la mujer

Al año siguiente la protagonista fue la entonces ministra de Sanidad y exalcaldesa de Málaga, Celia Villalobos. Esta política defendió la figura de la mujer como elemento para asegurar el futuro de la Semana Santa de Málaga. Villalobos dijo que «el dogmatismo es malo y que nadie está en posesión de la verdad absoluta» y apostó por la pluralidad y la diversidad de la Semana Mayor. La pregonera fue aplaudida en 24 ocasiones a lo largo de la hora y doce minutos que estuvo en el uso de la palabra.

El magistrado Bernardo María Pinazo tomó el relevo en 2003. En su alocución reclamó que las cofradías se abriesen más a la sociedad e ilusionasen a la juventud. También pidió una mayor vida en las casas hermandad y que las cofradías fuesen más tolerantes y aceptasen las diferencias, incluso las sexuales. En el apartado crítico cuestionó algunas decisiones adoptadas por la Agrupación de Cofradías y por el Obispado. «Los cofrades son una raza de gente valiente, sencilla, desprendida, que marca diferencias», subrayó Pinazo, que fue interrumpido con aplausos en 31 ocasiones. El pregón duró una hora y cuarenta minutos.

El periodista Alejo García convirtió el pregón de 2004 en un singular programa de radio, en el que unió la religiosidad del pueblo con la canción popular, intercaladas con las voces originales de Picasso, el cardenal Herrera Oria y Manuel Alcántara. Alejo García dedicó el texto que pronunció a las víctimas del 11-M y a las personas que las socorrieron. En el pregón cantó Pasión Vega. Alejo García empezó y terminó con la frase: «¡Osú, qué alegría!», en referencia a la inminente llegada de la Semana Santa.

Señas de identidad

Manuel Molina, archivero y cofrade de la Misericordia, pidió a los malagueños en 2005 que se creyeran que su Semana Santa era la mejor del mundo. Molina afirmó que las cofradías no debían renunciar nunca a sus señas de identidad y que debían mantener la personalidad que «las hace únicas e incomparables». El pregonero, que defendió la figura del nazareno, aseguró que todas las hermanadas son igual de importantes. «Me cuesta entender que se cuestione la presencia de las fuerzas militares en nuestros cortejos», señaló. El pregón duró una hora. Molina fue aplaudido 26 veces.

Un Sábado Santo con procesiones. Eso fue lo que reivindicó Rodrigo Martín Martín-Estévez, entonces jefe de protocolo de la Agrupación de Cofradías, en su pregón de 2006. El ex hermano mayor del Descendimiento dijo que esperaba que sus palabras no cayeran en saco roto y que se alcanzase un acuerdo que dotase a la Semana Santa malagueña de algo que le estaba haciendo mucha falta. Rodrigo Martín, que dio el pregón vestido de chaqué, precisó que «a las cofradía hay que llegar para servirlas y no para servirse». A lo largo de la hora y cuarenta minutos que el pregonero estuvo hablando fue aplaudido en 31 ocasiones.

El testigo de Rodrigo Martín lo recogió al año siguiente el periodista Pedro Merino, que alentó a los cofrades a defender sus creencias sin prejuicios ni complejos. El archicofrade de los Dolores de San Juan afirmó que las hermandades debían ser fieles a sus principios y proteger el cristianismo sin miedo a la modernidad ni concesiones a lo políticamente correcto. «Somos católicos y voluntarios de las ONG más antiguas que se conocen: las cofradías», manifestó. Merino, cuya intervención tuvo un marcado acento religioso, fue aplaudido en 18 ocasiones. «Yo me tatuaría el escudo de mi archicofradía en mi pecho», aseguró.

Revolución ética

El pregón de 2008 corrió a cargo del también periodista Paco García. En su alocución solicitó a los cofrades que hiciesen «una revolución ética de servicio a los demás». Así, significó que había que «ir más allá del culto, de la estética y del saber pedante» para dedicarse a «abanderar labores sociales y morales que ayuden a dignificar al hombre». Paco García apostó por terminar la Catedral y por crear un aula universitaria de Semana Santa. «La pluralidad cofradiera y procesionista es lo que más y mejor nos define», comentó. El pregonero fue interrumpido por los aplausos en 31 ocasiones durante las dos horas menos siete minutos que estuvo hablando.

La cofrade de base y profesora Ana María Flores animó a los cofrades que redoblasen sus esfuerzos para ayudar a los más necesitados e hizo hincapié en que «las cofradías nunca vuelven la espalda a la realidad». En su pregón criticó el aborto y la eutanasia. «Tal vez sea el momento de ejercer la caridad hasta que nos duela», recalcó Ana María Flores en un pregón que se prolongó durante una hora y cincuenta minutos y en el que fue aplaudida en 42 ocasiones.

El pregón de 2010 fue innovador, ya que el cofrade de la Hermandad de la Columna (Gitanos) que lo pronunció, Agustín del Castillo, no citó a las cofradías. De ese modo, rompió esquemas en un texto muy malagueño. El pregonero hizo un canto global a la Semana Santa y destacó los tronos grandes, los militares, los pulsos y el tinglao. El pregón, que duró una hora y siete minutos, fue distinto a todos los anteriores. Sobresalió por el canto que hizo a Málaga y a la religiosidad popular. Del Castillo, que fue aplaudido 16 veces, pidió al público que llenaba el Cervantes que rezase con él un Padrenuestro.

Relato de un actor

El actor Antonio Banderas cautivó al público en 2011 con un relato muy brillante sobre la Semana Santa. A la hora de escribir el texto se inspiró en varios personajes que le sirvieron de hilo conductor para escenificar sus vivencias en un pregón en el que Banderas demostró su capacidad de conectar con el público, al que hizo reír y llorar, y su dominio del mundo semanasantero malagueño. «Vengo a la Semana Santa a fundirme con mi gente y a degustar el delicioso sabor del anonimato», afirmó. El actor estuvo hablando una hora y cuarenta y cinco minutos. El personaje sobre el que giró el pregón fue Gregorio (en recuerdo del cofrade de Fusionadas Manuel Picasso, fallecido en 2008 cuando hacía el camino de Santiago). Banderas fue aplaudido en veinte ocasiones.

La hermana mayor del Amor y la Caridad, María del Carmen Ledesma, alentó a los cofrades a que hablasen de Dios y a que no pidieran disculpas por ser cristianos. En el pregón de 2012, Ledesma puso los puntos sobre las íes al decir que los intereses personales no tenían cabida en las hermandades. Fue una alocución de marcado acento cristiano, en la que las creencias de la pregonera predominaron sobre los aspectos más populares de la Semana Mayor malagueña. Estuvo en el uso de la palabra dos horas menos tres minutos, tiempo en el que la aplaudieron 40 veces.

El sacerdote Rafael Pérez Pallarés pronunció en 2013 un pregón intimista, lleno de reflexiones y sin alardes. Pérez Pallarés recreó la pasión de la mano de los personajes secundarios en una alocución con alusiones a los más desfavorecidos y a las injusticias sociales. El escenario se adornó con un bosque de 33 cruces, algunas recubiertas con paños blancos a modo de sudario. El sacerdote solo fue interrumpido por los aplausos del público en dos ocasiones dado el carácter intimista de sus palabras.

Poner la otra mejilla cansa

El comunicador cofrade Félix Gutiérrez exigió respeto para las cofradías en el pregón de 2014 y dijo que «poner siempre la otra mejilla cansa». Gutiérrez solicitó a la Iglesia una mayor implicación con las cofradías para de ese modo poder defender mejor entre todosla Semana Santa. «Sentíos orgullosos de ser como sois, cofrades», subrayó. El pregón duro una hora y veintitrés minutos y en su transcurso hubo 24 interrupciones por los aplausos. El pregonero tuvo el detalle de que se proyectasen en una pantalla en el escenario fotografías de destacados cofrades ya fallecidos, con los sones de La muerte no es final» de fondo.

El archicofrade de los Dolores de San Juan Rafael de las Peñas pidió a los curas más cercanía con los cofrades, a los que instó a huir de los egos. De las Peñas, en el pregón de 2015, puso en valor la labor social de las hermandades y condenó la violencia contra la mujer y los desahucios injustos. «La Semana Santa es la fiesta por antonomasia de Málaga, es la propia ciudad la que la hace», precisó. Y añadió: «Algo falla cuando en unos cultos hay más fotógrafos que fieles dispuestos a rezar», manifestó en sentido crítico. Su intervención se prolongó dos horas y diez minutos.

Pregón a siete voces

El veterano periodista radiofónico Antonio Guadamuro innovó en 2016 con un pregón a siete voces. Así, se apoyó en cuatro cofrades y en dos niños a la hora de pronunciar el texto. Guadamuro criticó los intentos de imponer el laicismo y dejó claro que las imágenes «no son muñecos que salen a la calle». Asimismo, hizo una cerrada defensa de la presencia militar en las procesiones y solicitó que la iglesia de San Pablo se convirtiese en la basílica del Cautivo. «La Semana Santa es la expresión de un pueblo que cada año llena Málaga», indicó. El pregón tuvo una duración de dos horas y veintiún minutos. El público aplaudió a Guadamuro en 43 ocasiones.

Finaliza este resumen de dos décadas de pregones con el que pronunció este año el comunicador Francisco Javier Jurado Carmona Coco, que exigió cuidar la identidad cofrade malagueña y recalcó que en la Semana Santa de Málaga «no cabe todo». Coco Jurado hizo una apuesta por las tradiciones de la Semana Santa de Málaga y criticó el afán de querer ser copia. «En Málaga hay quienes no reconocen que tenemos identidad y nuestro propio sentir cofrade», subrayó. «La ciudad de los museos no puede prescindir del tesoro patrimonial de nuestras hermandades», dijo. El pregón duró una hora y cuarenta y seis minutos. Hubo 31 interrupciones por los aplausos del público.

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