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El hermano mayor del Cautivo, Ignacio Castillo, lleva un año al frente de la corporación trinitaria. :: eduardo nieto
«En nuestro trabajo está conseguir que se diluyan las rencillas que hay en la cofradía»

«En nuestro trabajo está conseguir que se diluyan las rencillas que hay en la cofradía»

Ignacio Castillo

MANUEL GARCÍA

Jueves, 16 de febrero 2017, 00:48

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Aunque reconoce que las desavenencias surgidas en la hermandad no se han disipado, el hermano mayor de la Cofradía del Cautivo, Ignacio Castillo (Málaga, 1977), mantiene la esperanza de conseguir la unidad tras un año al frente de la corporación, además de los proyectos que se comprometió ejecutar durante su mandato.

¿Qué balance hace de este primer año de gobierno?

Muy positivo. Hemos cumplido las primeras etapas de una carrera de fondo de cuatro años. Un primer año en el que hemos heredado una cofradía en una situación complicada que salía de una intervención y, por tanto, hemos intentado poner los cimientos para reconstruir nuestra hermandad y que volviera a ser una cofradía, en la que todo el mundo se sienta acogido como en casa, partícipe y orgulloso de ser del Cautivo y con muchas esperanzas puestas en estas semillas que hemos ido sembrando para que en un corto plazo de tiempo puedan germinar y dar su fruto.

¿Qué tipo de actuaciones se han llevado a cabo?

En primer lugar, organizar la procesión del Lunes Santo, que tuvimos cuarenta días para ello, en la que ya se pudieron apreciar algunos cambios, que creemos acertados. Hay que destacar la presentación en el mes de junio del proyecto de las bambalinas del palio de la Virgen de la Trinidad, cuyo contrato se firmó en julio y los trabajos ya se han iniciado con el objetivo de estrenarlo en 2019, así como se redactó un nuevo reglamento de salida procesional, que este año será el primero que se ponga en marcha para que nada quede al arbitrio del hermano mayor ni de la junta de gobierno. Será una herrramienta jurídica para establecer las normas en cuestiones como plazas vacantes, orden procesional o tallaje de los tronos, en el que primará fundamentalmente la antigüedad del hermano en la procesión. Y nuestra presencia muy activa en la organización de eventos como la verbena trinitaria, la presencia en la feria con una caseta y nuevas oportunidades de encuentro. Lo que queremos es convencer con argumentos, sin imponer nada; creemos que son oportunidades que no se nos deben escapar para convivir, confraternizar y compartir.

¿Siguen existiendo esas rencillas en la cofradía?

Sí que las hay. Sería mentirnos a nosotros mismos no reconocerlo. Pero en nuestro trabajo está intentar, poco a poco, con nuestro ejemplo, proyectos, trabajo e ilusión que sean cada vez menos las actuales rencillas e incluso que se terminen diluyendo, porque no tienen cabida en una cofradía. Una cofradía, como cualquier otra entidad, está compuesta por personas y las personas somos imperfectas. Entonces, en la teoría, queda muy bien, pero después hay que llevar las cosas a la práctica. Como este y otros proyectos necesitan su tiempo, porque se han creado heridas muy profundas y no se curan de un día para otro. Necesitan tratamiento. Y ese tratamiento es el que la junta de gobierno actual está intentando aplicar con cariño, comprensión y amor. Ese es nuestro empeño y nuestra principal motivación. Hago un llamamiento a los hermanos que quieran sumarse al día a día de la cofradía; las puertas están abiertas y serán bienvenidos, siempre que vengan con una actitud de querer sumar.

¿Veremos al Cautivo presidiendo el altar mayor de San Pablo de forma permanente?

Es nuestro objetivo y deseo no solo de los hermanos, sino también de los devotos, que creemos que sería de justicia. Pensamos que su capilla ha cumplido una función y ya no es el espacio idóneo de culto para el Señor y entendemos que la reja es un obstáculo y en el altar mayor podrá tener una cercanía mayor con los devotos. Estamos trabajando en ese sentido, pero antes tenemos que 'reconciliarnos' con nuestra parroquia. Esa relación, también provocada por la situación lamentable que vivió la cofradía en su día, se vio deteriorada y ahora estamos intentando recomponerla.

¿Y el siguiente paso sería convertir la iglesia en basílica?

Eso será consecuencia del proyecto que acabamos de hablar. Es algo que la imagen lo merece. Las principales devociones de Andalucía presiden sus sedes canónicas.

¿Se ha avanzado en el diseño del trono de la Virgen y en la nueva casa hermandad?

El diseño del trono de la Virgen se presentará para su aprobación en el cabildo para este mandato. La casa hermandad es una negociación compleja, porque entran en juego el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía, como propietaria del solar al que aspiramos situado en la plaza de San Pablo para construir nuestra casa hermandad, que serviría para dinamizar la zona y nos abriría una perspectiva cara al futuro muy importante al estar junto a la parroquia. La Junta no puede ceder un solar y tendría que haber una permuta de terreno. Para ello, el Ayuntamiento le cedería a la Junta un solar con las mismas características en otro sitio a cambio de este, que pasaría de titularidad municipal y así el Ayuntamiento lo cedería a la cofradía. Nos hemos dirigido a ambas administraciones y estamos a la espera de respuesta.

¿Cómo se conmemorará el Año Jubilar Trinitario en 2018?

Pues prácticamente descartando que se pueda conmemorar un Año Jubilar por falta de tiempo. Pese a eso no descartamos que se celebre el cincuentenario de la bendición de la Virgen de la Trinidad con un completísimo programa de actos que está en proceso de redacción, que incluirá cultos y actividades extraordinarias.

¿Está a favor del nuevo recorrido oficial?

Completamente. Creemos que puede ser muy interesante para nuestras aspiraciones, porque somos una de las cofradías que lleva desde el 2004 planteando la necesidad de cambiar los horarios sin haberlo conseguido todavía, mientras otras sí. Con el nuevo podremos salir beneficiada. Este año tendremos 75 minutos de paso y hay que demostrarlo.

¿Cree que se implantará?

Depende. Si la Agrupación decide que hay derecho a veto, no. Si, como dicen los estatutos, las cosas se aprueban por mayoría simple o cualificada, según qué tema, sí. El consenso total nunca va a existir.

¿Qué huella deja José París en el Cautivo?

Muy profunda. Es alguien insustituible. Toda una institución y hasta el momento de su óbito, historia viva de la hermandad. Todavía no terminamos de creernos su ausencia y eso hace que, de alguna manera, no haya muerto para nosotros. Y en la cofradía nunca lo hará. Asumimos su legado con mucho orgullo y nos obliga a ser aún más responsables.

¿De qué forma mejorará el Señor tras su restauración?

Externamente en nada. Los hermanos del Cautivo, sus devotos, no vamos a apreciar cambios. El Señor se mantendrá intacto de una manera fiel a la imagen que todos tenemos de él. Pero desde el punto de vista estructural, la mejoría va a ser muy significativa, ya que la intervención de Miñarro será una restauración necesaria.

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