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Los ensayos del Cristo del Huerto se han hecho este año por primera vez y han acudido una media de 40 hombres.
Los ensayos de hombres de trono se ponen de moda

Los ensayos de hombres de trono se ponen de moda

La cuaresma ha consolidado esta práctica entre un buen número de cofradías para perfeccionar la labor de sus portadores

mariví morilla

Jueves, 26 de marzo 2015, 01:44

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Hace unos años, el trabajo de los hombres de trono se limitaba únicamente al día de la salida procesional. Sin embargo, en los últimos tiempos los ensayos de los portadores han ganado relevancia, convirtiéndose en una práctica que les ayuda a perfeccionar su labor. Lo que inició la sección de Fusionadas de Lágrimas y Favores en 2006 cuando se incorporó al recorrido oficial es ahora una moda extendida entre muchas cofradías de Málaga. Huerto, Pasión y Fusionadas son algunas de las que han reunido durante la cuaresma a sus portadores para escuchar marchas y mejorar pasos.

Ya en el año 2000, cuatro cofrades de Lágrimas y Favores empezaron a reunirse para escuchar marchas e inventar pasos. Desde aquel momento, han hecho pruebas en varios locales con andas pequeñas, citando a los portadores por varal. Este año han organizado tres ensayos generales con todos los hombres de trono y con unas andas del mismo tamaño que el trono del Domingo de Ramos. Sus pruebas tienen un recorrido que comienza en la plaza de Camas y finaliza en San Juan, y a ellas han acudido un centenar de portadores. «Nuestro objetivo es que el trono conozca perfectamente cuándo se le da una orden y, sobre todo, engrandecer lo que llevamos sobre los hombros», explica Óscar Sánchez, portador de Lágrimas.

En el caso de la Archicofradía del Huerto, los ensayos del trono de la Virgen comenzaron el año pasado y esta cuaresma se han sumado los portadores del Cristo. «El paso a tambor del Cristo del Huerto es demasiado corto, no sabemos hacer el paso largo, entonces el trono se mece mucho y avanza poco y eso es lo que estamos ensayando», cuenta Pedro Ángel León, mayordomo del Señor del Huerto desde 1994. Los ensayos de esta archicofradía se han realizado todos los jueves desde que empezó la cuaresma con una media de 40 hombres asistentes de los 200 que lleva el trono. «Es el primer año que lo hacemos y la gente todavía no está acostumbrada a esta práctica e incluso algunos tienen recelo porque consideran que son cosas de otras ciudades», apunta León. No obstante, el mayordomo está convencido de que los ensayos se van a notar el día de la salida. «La diferencia del primer ensayo al último ha sido abismal, aunque necesitaríamos que la asistencia fuera mayor», señala.

La Archicofradía de la Pasión también empezó el año pasado con los ensayos del Cristo y este año se han incorporado los hombres de trono de la Virgen del Amor Doloroso. «Las cosas funcionan por modas y vimos que había cofradías que lo estaban haciendo y que a la gente le gustaba, así que decidimos unirnos», expresa Antonio Sánchez, hermano mayor de la Pasión. Esta hermandad prefiere catalogar los ensayos como convivencias de hombres de trono porque lo que buscan es «que el portador se acerque a la cofradía», apunta Sánchez. Este año se han celebrado dos convivencias del Cristo y dos de la Virgen con 40 hombres. «Primero dábamos unas charlas y después se hacía un ensayo con unas andas pequeñas», comenta el hermano mayor.

Los hombres de trono de la Virgen del Mayor Dolor de Fusionadas han empezado a ensayar esta cuaresma. «Hay que aprender a levantar un trono, a poner pasos a las marchas y a andar a tambor porque hay mucha gente que no sabe», apunta Tomás Ballesta, hombre de trono de esta imagen. La primera toma de contacto de estos portadores fue en febrero y acudieron 20 hombres, pero en la segunda la cifra se triplicó llegando a 70 personas. «Cada año esperamos que haya más gente porque conocer a quién se lleva delante y detrás en el trono es imprescindible», puntualiza Ballesta.

Unión

Los cofrades coinciden en señalar que los ensayos no solo sirven para mejorar las salidas procesionales sino también para unir a los hermanos. Pedro Ángel León considera que las pruebas ayudan a «hacer equipo, a fomentar la convivencia y a que aflore la amistad». Tomás Ballesta opina que la palabra ensayo se podría dejar en un segundo plano porque lo primero es hacer hermandad. «Hay que adaptarse a la Semana Santa de ahora y el presente pide hacer ensayos y fomentar un buen ambiente, que no nos veamos solo de año en año», señala.

Por un motivo o por otro, lo cierto es que los ensayos están de moda. «Por desgracia la Semana Santa es una vez al año y de año en año se evoluciona muy poco, así que los ensayos ayudan a que se acelere el proceso de mejora», concluye Pedro Ángel León.

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