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Una de las primeras salidas del Coronado
Un estudiante agustino que se doctoró en cofradías

Un estudiante agustino que se doctoró en cofradías

José Atencia García fue uno de los fundadores de la Hermandad de los Estudiantes

andrés camino romero

Miércoles, 21 de mayo 2014, 20:24

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La Semana Santa vivió en el pasado siglo XX importantes cambios y transformaciones en el seno de las cofradías y de la propia Agrupación debido, fundamentalmente, a las inquietudes que demostraron tener los jóvenes cofrades. Este empuje juvenil fue decisivo para el cambio generacional que se reclamaba pero que no llegaba a producirse. Sería, pues, a principios de los años setenta cuando tuvo lugar. Un movimiento cofrade denominado de los «contestatarios» provocó la dimisión del presidente de la Agrupación, José Salcedo Sánchez, y consiguió que se renovase el aire en el añejo organismo creado en 1921. En la década de los ochenta, se creó la Escuela de cofrades, de la Cofradía de las Penas, o el resurgimiento de hermandades inactivas o languidecidas que recibieron el respaldo e impulso de jóvenes, en buena medida estudiantes, como ocurriera en la Humildad o en el Descendimiento.

Si se echa la mirada atrás, a los años inmediatos a la posguerra española, se encuentra como paradigma a un grupo de alumnos del colegio de San Agustín que decidió fundar en 1944 una cofradía para tributar culto a unas imágenes y poder procesionarlas. Desde luego que, dada situación que se vivía en España en general y en Málaga en particular, se antojaba una iniciativa valiente pero atrevida ante los numerosos obstáculos que se les presentaba. Dicen que: «La Fe mueve montañas» y, en este caso, se cumplió con el dicho. Para ello, se escogió una antigua hermandad que había existido en el siglo XVIII, en una capilla del desaparecido hospital de San Ana: la del Santo Cristo Coronado de Espinas y Nuestra Señora de la Esperanza, a la que agregaron la advocación de Gracia, por ser de corte agustiniano. En ese selecto grupo de estudiantes agustinos se hallaba un joven, de 17 años, llamado José Atencia García.

Nació en Málaga en 1927, en una casa de la céntrica calle Ángel. Estudió en el colegio agustino y tras finalizar el bachillerato marchó a Cádiz, donde en la Facultad de Medicina se especializó como analista y hematólogo. Contrajo matrimonio el día 28 de octubre de 1959, en la parroquia del Corpus Christi, con María del Carmen Molina López, con quien tuvo dos hijos, llegando a conocer tres nietos. Además de su profesión y su intenso sentir cofrade, fue un gran apasionado de la música, dándose el caso que, en sus últimos años, aprendió a tocar de oído el piano. En otra faceta bien distinta se presentó como candidato en las primeras elecciones generales por el partido político de Alianza Popular, no resultando elegido. El Ayuntamiento de Málaga, bajo la alcaldía de Francisco de la Torre Prados, le nombró hijo predilecto y le concedió su medalla de oro. Asimismo, la Santa Sede lo distinguió con su máxima condecoración destinada a seglares, la medalla Pro Eclesia et Pontífice. José Atencia trabajó en su consulta de la Cortina del Muelle hasta unas semanas antes de su fallecimiento, el 16 de junio de 2012. En la misa funeral del cementerio de San Gabriel (Parcemasa) de la ciudad quedaron patentes las numerosas muestras de pesar y de sentimientos de muchísimos amigos y malagueños.

Estudiantes

José Atencia García creció en una familia de gran tradición cofrade, según revela el historiador Elías de Mateo Avilés. Su tío abuelo, Rafael Atienza González, fue hermano mayor de la Hermandad de la Puente del Cedrón entre 1909 y 1924, año de su óbito. Su progenitor, José Atencia Molina, presidiría la Congregación del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Soledad entre 1950 y 1953. Pero su destino estaba escrito. No se integraría ni en una ni en otra (aunque de la segunda sería hermano y consejero), sino en la Hermandad de los Estudiantes, de la que había sido uno de sus fundadores.

Los primeros pasos que se dieron consistieron en la redacción y presentación de unos estatutos para su gobierno, pero estos fueron rechazados por el prelado Balbino Santos Olivera. Tras ser reformados, contaron finalmente con la aprobación eclesiástica. De este modo, la primera junta de gobierno quedó constituida el 5 de abril de 1945. Se convertía en el primer hermano mayor Luis Cárceles Sánchez. El Santo Cristo Coronado, obra del escultor Pedro Moreira López, fue bendecido el 7 de abril de 1946 en la iglesia de San Agustín, sede en la que se había establecido la naciente hermandad.

En la Semana Santa de ese año, se produjo la primera salida procesional en la tarde-noche del Lunes Santo. El trono fue portado por estudiantes que eran hermanos, vestidos con trajes negros. En esta salida se haría estación en la plaza del Obispo para agradecer al mitrado Santos Olivera que hubiese permitido la fundación de la cofradía. Desde el balcón del Palacio Episcopal, impartió la bendición a todos los cofrades. A partir de esa fecha, a excepción de 1947 que no llegó a realizarla y los años en que se suspendió a causa de la lluvia, se ha ido convirtiendo en un acto emblemático.

El tiempo fue pasando hasta que, por fin, la familia Atencia comenzaba a tomar protagonismo en esta hermandad. Pero antes de que la persona biografiada llegara a ocupar la máxima representación sería su hermano Manuel, quien la desempeñara desde 1955 y hasta bien entrados los años sesenta. La revista La Saeta alababa al citado cofrade de este modo: «al hacerse cargo de la Cofradía su actual Hermano Mayor D. Manuel Atencia García, de acendrada fe y hereditaria condición cofradiera, la Hermandad alcanzó inusitada importancia, ofreciendo una organización sacra de singular relieve, no solo por la perfecta organización procesional, sino que también por la suntuosidad incomparable de los tronos». Los Cuerpos Técnicos y Administrativos de Aduanas fueron nombrados, bajo su mandato, hermanos mayores honorarios y ellos costearon el manto de procesión, bordado en oro sobre terciopelo verde, que las Madres Adoratrices de Málaga confeccionaron, según boceto del artista malagueño Juan Casielles del Nido.

José Atencia se convertía en hermano mayor en 1969, cargo que desempeñaría hasta 1984, compatibilizando con el de presidente de la Agrupación de Cofradías, que lo sería de 1971 a 1977. Uno de los grandes logros de la gestión de Atencia al frente de los Estudiantes, se centró en el encargo que le hizo a Casielles. Éste diseñaría el trono actual para Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, que se realizaría en metal y plata cincelada por los sevillanos talleres Villarreal en 1971.

Años después de su renuncia al cargo, uno de sus sobrinos e hijo de su hermano Manuel, Pablo Atencia Robledo, se convertiría en hermano mayor y estamparía su indiscutible sello como competente gestor, abriendo la cofradía a la juventud y alcanzando grandes metas corporativas. La estirpe Atencia dejaba, una vez más, su huella y buen hacer en esta corporación nazarena de Lunes Santo.

Agrupación

Como se decía al principio, José Salcedo Sánchez, hermano mayor de la Cofradía de los Mutilados, renunciaba al cargo de presidente tras una polémica asamblea celebrada en la sede agrupacional de la calle Alarcón Luján el 15 de septiembre de 1971. Al día siguiente, José Atencia García salía elegido por 49 votos, frente a los 14 obtenidos por Andrés Oliva García; los 5 de Enrique Navarro Tores y José Salcedo Sánchez; y 1 de Nicolás Baranda López.

José Atencia, que contaba con 44 años, tuvo que hacer frente a muchos y variados problemas. Consiguió que la Agrupación se regenerase y cerrase una página de la historia que se había iniciado con la terminación de la guerra civil. Afrontó la problemática de los hombres de trono y la situación económica por la que atravesaban las hermandades y cofradías. Actuó de manera inteligente al conceder medallas y distinciones a hermanos mayores de cierta edad, cuyos pensamientos no iban con los nuevos tiempos. Se autoproclamó pregonero de la Semana Santa de 1975. Obtuvo del Obispado la cesión de la iglesia y del antiguo hospital de San Julián del siglo XVII, regentado hasta 1965 por la desaparecida Hermandad de la Santa Caridad, entre otras actuaciones.

El 27 de abril de 1977 presentaba la dimisión para poder dedicarse a la política, como antes se ha señalado. Pese a todo, nunca perdió el contacto con la Agrupación. Siempre estaba abierto a todo tipo de peticiones. En el año 2001, aceptó presentar la revista La Saeta de otoño en la iglesia de San Julián.

Victoria

Al año siguiente del cese en sus funciones de hermano mayor de los

Estudiantes (1984), José Atencia era elegido hermano mayor de la Real Hermandad de Santa María de la Victoria. Su nombramiento sería un revulsivo para la conmemoración del V Centenario de la llegada de la titular mariana a Málaga. El primer logro de la era Atencia García consistió en la realización de un nuevo trono de alpaca plateada para la imagen de la Virgen, obra de José Brihuega. Precisamente, el hermano mayor se encargó de darlo a conocer al público: «Este trono ha sido la contribución de la hermandad a la conmemoración del quinto centenario de la entrada a Málaga de la imagen y con él creemos haber cumplido con un deseo tantas veces expresado por los devotos de la Virgen».

Los Reyes de España giraron una visita oficial a Málaga el 18 de enero de 1989, desplazándose, entre otros lugares, al Santuario de la Patrona, donde pudieron venerar a la titular mariana. La Hermandad de la Victoria, y en su nombre el hermano mayor, entregó a Sus Majestades don Juan Carlos y doña Sofía la medalla de oro de la corporación.

Con motivo del 50º. aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Victoria (1943-1993), la junta de gobierno acordó la celebración de diversos actos y cultos. La poetisa María Victoria Atencia García pronunció el pregón del cincuentenario de la coronación en el Real Santuario de Santa María de la Victoria. La sagrada imagen fue trasladada a la Catedral. En el primer templo de la Diócesis se le tributó un solemne triduo y, posteriormente, se regresó al Santuario.

Atencia fue el impulsador de la publicación del libro Speculum sine macula. Santa María de la Victoria, espejo histórico de la ciudad de Málaga, editado en 2008, año en que dejaba la presidencia de la hermandad en manos de Francisco Toledo Gómez.

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