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Luis Bárcenas, extesorero del PP, en una imagen de archivo.
ESCÁNDALO EN GÉNOVA

El extesorero y su mujer han sido citados por Ruz, que quiere saber si el imputado está de verdad dispuesto a colaborar

PPLL

Jueves, 10 de abril 2014, 14:22

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Hoy no. Este jueves Luis Bárcenas no está llamado a la Audiencia Nacional para seguir tirando de la manta y aportar más pruebas sobre la supuesta contabilidad B del Partido Popular del que fue tesorero. El imputado ha llegado hoy a las 9.15 horas al tribunal por quinta ocasión pero esta vez para responder de lo suyo. O lo que es lo mismo, para que aclare de una vez por todas cómo un empleado de un partido político sin patrimonio familiar conocido logró amasar en Suiza una fortuna que llegó a los 48 millones de euros. Por la mañana será Bárcenas, al que han trasladado en un furgón policial desde Soto del Real, el que se enfrente a las preguntas del juez Pablo Ruz. Por la tarde será el turno de su mujer, la también imputada Rosalía Iglesias.

La de hoy es la primera vez que Bárcenas declara exclusivamente por su patrimonio desde que diciembre de 2012 una comisión rogatoria helvética descubriera la existencia de las cuentas en Ginebra del exsenador. Según todos los protagonistas de esta cita judicial (que tendrá lugar en la amplia sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares debido a la gran expectación mediática) el interrogatorio de este jueves nada tendrá que ver con el del pasado 15 de julio cuando el extesorero decidió poner en su punto de mira a su antiguo partido y confirmó finalmente que él era el autor de los apuntes contables escritos a manos que apuntaban a la supuesta financiación irregular del PP gracias a donaciones de empresarios y al reparto de sobres entre sus dirigentes.

Aquella declaración, en la situación en la que se encontraba Bárcenas, en la cárcel desde el 27 de junio, fue relativamente fácil, porque no se trataba de implicar a otros sin dar explicaciones de lo suyo. Hoy Pablo Ruz quiere saber, poco antes de concluir la instrucción, si el imputado está dispuesto a aclarar el origen de su fortuna y si esta, como sospecha el instructor, procede en parte de la caja B del PP que él mismo y Álvaro Lapuerta gestionaban.

En realidad explican fuentes del proceso- el interrogatorio de hoy es la prueba del algodón. La prueba que desvelará si Luis Bárcenas está dispuesto a colaborar de verdad, tal y como aseguró en una carta remitida recientemente a Ruz en la que pedía declarar y se ofrecía a entregar los documentos que el juez le requiriera. El magistrado ha atendido su petición, pero quiere que también responda de lo suyo.

El juez quiere explicaciones de su fortuna y también la Fiscalía Anticorrupción, que apoyó los interrogatorios solicitados por las acusaciones populares ejercidas por el PSOE valenciano y la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade).

¿Destino final?

Nadie quiere cerrar la causa sin saber, o al menos preguntar al extesorero, donde acabaron esos 48 millones de euros que pasaron por Suiza y fueron saliendo poco a poco a Estados Unidos, Uruguay y Argentina, a través de sociedades interpuestas con amigos imputados, la familia Sanchis Perales, padre e hijo.

Hoy Bárcenas tendrá la posibilidad de hacer efectiva esa cacareada ayuda que ha prometido a Ruz, aunque el premio no será su libertad condicional. En concreto, el juez ya ha avanzado que le preguntará sobre dos partidas incluidas como apuntes en los papeles de Bárcenas de casi 300.000 euros que acabaron en Suiza. Una de ellas responde a las acciones del medio de comunicación Libertad Digital que fueron compradas por el PP por 149.600 euros y que acabaron, por arte de magia, en una cuenta titularidad de la astorgana Rosalía Iglesias. El fin no era otro que pagar su casa de esquí en Baqueira Beret, en el Pirineo catalán.

Con estos indicios Ruz considera que la familia Bárcenas-Iglesias amasó su fortuna con dinero negro procedente, supuestamente, de la caja B.

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