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Vigilia por las víctimas del tiroteo. / Joe Raedle (Afp)
Un enfado por un permiso podría estar tras el tiroteo de Fort Hood
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Un enfado por un permiso podría estar tras el tiroteo de Fort Hood

El soldado Iván López habría tenido una fuerte discusión con el personal de recursos humanos del centro minutos antes de comenzar a disparar

EFE

Sábado, 5 de abril 2014, 13:11

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Un enfado por un permiso podría haber desencadenado el tiroteo en la base militar de Fort Hood (Texas, EE UU) que este miércoles dejó cuatro muertos, entre ellos el atacante, y dieciséis heridos, según informan los diarios 'The Washington Post' y 'The New York Times'.

Minutos antes de comenzar a disparar, el soldado Iván López, de 34 años y origen puertorriqueño, había tenido una fuerte discusión con el personal de recursos humanos del centro cuando fue a pedir un permiso por asuntos familiares y le emplazaron a que volviera al día siguiente. Así lo relatan fuentes anónimas de la policía a los citados diarios, que detallan que López se mostró irrespetuoso y claramente enojado al no conseguir el permiso de manera inmediata.

Esta información no ha sido confirmada de manera oficial por los responsables de la base militar aunque sí apuntaron en su rueda de prensa del viernes que el soldado tuvo un enfado con sus compañeros de unidad antes del tiroteo. No obstante, aún no se ha determinado cuál fue la causa que desencadenó el suceso y se contemplan varias posibilidades: desde los problemas mentales del soldado al enfado con sus compañeros. No se ha hallado ninguna evidencia de un posible vínculo de los hechos con el terrorismo islamista, aunque no se descarta ninguna hipótesis por el momento.

El suceso se produjo en el mismo escenario donde en 2009 se vivió la peor masacre de la historia en un centro militar estadounidense, cuando Nidal Malik Hasan, un psiquiatra del Ejército con ideas extremistas islamistas mató a 13 personas e hirió a 30.

Iván López, que se suicidó con un disparo tras el tiroteo, fue conductor de camiones en la guerra de Irak en 2011 durante cuatro meses y estaba siendo evaluado para determinar si padecía trastorno de estrés post-traumático, una dolencia muy extendida entre los soldados a la vuelta de un conflicto. Su caso ha resucitado el debate sobre las secuelas de las guerras en los soldados y acerca de cómo debe abordarse su tratamiento y recuperación una vez de vuelta en su país.

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