La Roja del Vaticano

A pocos metros de la Capilla Sixtina, donde el cónclave dictaminará en los próximos días quién sucederá a Benedicto XVI como cabeza de la Iglesia Católica, 18 sacerdotes españoles se enfrentan para que, sea quien sea el elegido para portar el Anillo del Pescador, el máximo representante del fútbol en la tierra sea siempre un español. España, representada por el equipo del Pontificio Colegio Español San José, en Roma, participa por primera vez en la Clericup Cup, un torneo de fútbol creado en 2007 por el cardenal Tarcisio Bertone y que cuenta con 16 conjuntos de seminaristas y sacerdotes de más de 65 países. Tras la suspensión de la segunda jornada por la renuncia del Papa, este fin de semana ha vuelto a rodar el balón.

El formato es similar al de la Eurocopa o el Mundial y durará hasta el próximo mes de mayo. Todos los integrantes del equipo nacional son simples aficionados al balompié, quedan ocasionalmente para entrenar y jugar un partido. Aunque fue fundado en 1893, el San José nunca hasta ahora había participado en este singular campeonato del que Benedicto XVI ha presumido en no pocas ocasiones. Para realzar la relevancia de esta disciplina eclesial el propio seleccionador español, Vicente del Bosque, les envió un vídeo de ánimo con algunos consejos sobre el terreno de juego.

Al combinado español lo lideran Rajoy e Iniesta, dos apellidos muy conocidos pero que nada tienen que ver con Alberto y Juan. El primero es el capitán del equipo y con el presidente del Gobierno solo comparte el origen pontevedrés. El segundo coincide con el jugador del Barcelona en que procede de Albacete pero sobre el césped no existen semejanzas. En el estreno de 'La Roja del Vaticano' cayeron goleados (6-0) por el Colegio Norteamericano, vencedor de la última edición. Así pués el San José ha agotado ya cualquier margen de error y para estar en la siguiente ronda deberá imponerse al Colegio Urbano, primero, y al San Pablo Apóstol, después. Ambos están integrados por seminaristas y sacerdotes de países africanos. No obstante lo importante en este torneo es divertirse y practicar el deporte en un ambiente cristiano. ¡Y que sea lo que Dios quiera!

Postpartido en la capilla

Los partidos en la Clericup Cup se disputan con todos los rituales propios de la alta competición. Los dos equipos saltan al campo conjuntamente y se cruzan para saludarse uno a uno antes del pitido inicial del árbitro. Arbitran tres golegiados de la Federación italiana y no falta el ambiente en las gradas. Eso sí, los jugadores no solo se santiguan al pisar el césped, sino que rezan. Primero cada equipo por separado y después de forma conjunta. Lo hacen al inicio y al final de cada encuentro. "Solemos rezar un Padrenuestro antes y un Ave María después", cuenta Rajoy en una entrevista para Cope.

El reglamento ha sufrido en esta edición alguna modificación. Blasfemar se castiga con tarjeta azul, lo que implica cinco minutos de exclusión. Y para el postpartido cambian el bar por la capilla. ¡Que Dios reparta suerte!