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Di Matteo celebra sobre el césped del Allianz Arena el título de la Liga de Campeones. / Ap
Di Matteo, el sustituto que sorprendió a todos
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Di Matteo, el sustituto que sorprendió a todos

Su llegada permitió al equipo un soplo de aire fresco, optar por un sistema más conservador, rebajar la tensión con varios 'pesos pesados' del vestuario y mejorar los resultados de los 'Blues'

COLPISA

Domingo, 20 de mayo 2012, 18:08

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El italiano Roberto Di Matteo inscribió su nombre en la historia del Chelsea y del fútbol europeo, dando al equipo londinense el título en el torneo, a pesar de haber llegado al puesto casi con la etiqueta de sustituto temporal, hace apenas tres meses.

El despido del portugués André Villas-Boas por malos resultado hizo que los 'Blues' buscaran en casa una solución de emergencia y la alternativa estaba ahí, el adjunto Di Matteo, un hombre querido por la grada, que todavía recuerda su etapa como jugador del club (1996-2002), antes de la 'era Abramovich'.

Su llegada permitió al equipo un soplo de aire fresco, optar por un sistema más conservador, rebajar la tensión con varios 'pesos pesados' del vestuario y mejorar en un principio los resultados de los 'Blues'.

El equipo, eso sí, no pudo remontar el vuelo en la Premier League y quedó únicamente sexto, algo que ha compensado con los títulos este mayo en la Copa de Inglaterra primero y ahora en la Liga de Campeones, el torneo más importante y el que obsesionaba al propietario ruso Roman Abramovich.

En los días previos a la final, su continuidad o destitución después de la final atrajo gran parte de la atención, aunque él intentó desviar el foco hacia cuestiones más generales.

"Me siento feliz por haber podido estar los últimos meses aquí y se decida lo que se decida, yo lo aceptaré y estaré agradecido por esto que he vivido", afirmó en la rueda de prensa posterior a la final.

Hasta el técnico rival en esta final, Jupp Heynckes, habló del tema estos últimos días y apostó por la continuidad de Di Matteo, al que alabó, incluso antes de la final, por su trabajo en estos tres meses.

"Desde fuera parece una persona muy correcta, con mucho control, que ha sabido relacionarse bien con los jugadores y llevar tranquilidad al equipo. Creo que ha hecho un trabajo maravilloso", afirmó el veterano sexagenario, una de las figuras más respetadas del fútbol alemán.

El título europeo en Múnich parece dar un nuevo impulso a sus opciones de continuar en el cargo y, cuando menos, permite inscribir su nombre en la historia del Chelsea, un club muy ligado a su carrera profesional.

Como jugador, este ex centrocampista nacido en Suiza pero internacional con Italia comenzó su carrera en el país helvético, en el Schaffhausen (1988-1991), el Zúrich (1991-1992) y el Aarau (1992-1993), antes de pasar a Italia, donde visitó de 1993 a 1996 los colores de la Lazio.

Su etapa más recordada es con el Chelsea, donde estuvo seis años, de 1996 a 2002, y donde se retiró. Los grandes éxitos de aquella etapa fueron la Recopa de Europa y la Supercopa continental de 1998, conseguidos ante dos españoles, frente al Mallorca y el Real Madrid, respectivamente.

Su experiencia como entrenador empezó como técnico del Milton Keynes Dons, de la tercera categoría inglesa, antes de dirigir al West Bromwich (Premier League) y pasar al cuerpo técnico del Chelsea, donde pasó a ser el entrenador principal tras la destitución de Villas Boas hace tres meses.

Ahora el futuro es una incógnita, pero por el momento su presente es el mejor de los soñados: con apenas 41 años ha sido campeón de Europa, algo que técnicos mucho más veteranos llevan toda una vida persiguiendo, sin lograrlo.

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