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Cristobal Montoro, ministro de Hacienda. / Foto: Efe | Video: Atlas
5.273.600 parados, y subiendo
ENCUEsTA DE POBLACIÓN ACTIVA

5.273.600 parados, y subiendo

La gran lacra de la economía española deja a más de 1,5 millones de hogares con todos sus miembros en desempleo

JULIO DÍAZ DE ALDA

Miércoles, 23 de octubre 2013, 13:51

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Desastre, terrible sangría, gravísimo lastre. Cualquier expresión se queda corta para calificar el dato de la Encuesta de Población Activa (EPA) -la que realmente sirve para compararnos con Europa- del último trimestre de 2011. España sufre ya una tasa de paro del 22,85%, un 2,52% más que un año antes, con 5.273.600 personas en situación de desempleo. Un nivel que, nadie lo duda, seguirá creciendo en los próximos meses. Junto esto, la estadística oficial dice que ya hay más de 1,5 millones de hogares con todos sus miembros en paro, mientras disminuye el número de hogares en los que, por suerte, todos tienen un empleo.

Se trata de la tasa de paro más alta de la serie histórica comparable, que arranca en 2001. La que ya es la cola del paro más larga de la zona euro dispara la presión sobre el Gobierno para aprobar una reforma laboral cuanto antes, en un movimiento que deberá medir con precisión, pues los agentes sociales ya han advertido de la conveniencia de pactar los ajustes antes de actuar de forma individual y por real decreto.

El mensaje del Ejecutivo ante un dato malo pero "esperado", en palabras de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, es que Rajoy y su gabinete se han propuesto acelerar al máximo las reformas estructurales con las que pretende dar la vuelta a la situación. Entre ellas, añadió, la del mercado laboral, sobre la que la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ya trabaja y en la que aseguró la número dos del Gobierno- se tendrá en cuenta el pacto de rentas y sobre negociación colectiva alcanzado recientemente por sindicatos y patronal.

Se mire por donde se mire, la EPA es desoladora. En el último año, el país (que está abocado a uno o, incluso, a dos años de recesión económica) ha visto cómo el paro crecía en 577.000 personas, lo que representa un 12,29% más que en 2010. Se trata ya del quinto año negro para el empleo y, lo peor de todo, es que nada hace prever que la hemorragia frene a medio plazo. Los sindicatos exigen un giro firme en la orientación que el Gobierno ha dado a su política de consolidación fiscal, para no poner el acento sólo en los recortes de gasto y promover acciones que mejoren el acceso a la financiación y aceleren la actividad. CC OO y UGT han enviado a Mariano Rajoy una carta en la que le piden que, en el próximo Consejo Europeo del próximo día 30, reclame un cambio radical en la política comunitaria y abogue por planes de estímulo y plazos más largos en la consecución de los objetivos de déficit. Las centrales también aspiran a que la zona euro emita eurobonos y se penalicen las transacciones financieras.

600.000 trabajadores menos

Uno de los datos más reveladores y peligrosos de la última EPA es el que hace referencia a la población ocupada, el indicador que se refiere a aquellas personas que están trabajando. Este ratio cayó en 600.000 trabajadores (400.000 hombres y 200.000 mujeres) a lo largo de 2011, dejando el volumen de ocupados en 17,8 millones, un 3,26% menos que a finales del ejercicio 2010. Desde finales de 2007 se han destruido en España 2,7 millones de puestos de trabajo.

Esa pérdida de ocupación en términos cuantitativos afectó en mayor medida a los españoles que a los extranjeros. En el primer grupo, la destrucción de empleo (386.000 personas) creció un 2,43% y el paro, un 12,4%. Entre los foráneos, la ocupación descendió un 8,5% (213.900 personas) y el desempleo remontó un 11,91%. La tasa de paro entre los primeros se sitúa en el 20,69%, por debajo del 34,82% de los segundos. Y no es menos alarmante el epígrafe relativo a la población activa, aquella que aporta producción al país o está en disposición de trabajar y busca empleo de manera efectiva. La gravedad de la crisis y la falta de perspectivas llevaron en el último trimestre de 2011 a 53.400 personas a dejar de pelear por un empleo. Toda una señal de la desesperanza que reina entre la población.

El análisis de la EPA evidencia que el aumento del desempleo afectó en mayor medida a los varones (195.000 nuevos desempleados en el año) que a las mujeres (282.200 sumadas en 2011). La tasa de paro sobre población activa, sin embargo, deja en peor situación a las féminas, con un ratio del 23,3% frente al 22,46%.

Hogares en paro

Por sectores, no se salva ninguno. Si acaso, la Agricultura, que en 2011 sólo perdió 400 ocupados y sumó 600 parados más. En el resto de segmentos, los datos son mucho peores, sobre todo en la construcción, donde se perdieron casi 300.000 puestos de trabajo más y se fueron al paro otras 13.600 personas, y en los Servicios (212.500 ocupados menos y 191.400 desempleados nuevos, lo que supone una tasa del 13,5%).

La tasa de temporalidad también aumentó, y cerró el último trimestre en el 25%, debido a los que los asalariados con contrato indefinido se redujeron un 3,4% mientras aquellos trabajadores con contrato temporal lo hicieron un 2,5%. Por su parte, los ocupados a tiempo completo se redujeron también un 3,7% en tasa interanual y aquellos con contrato a tiempo parcial lo hicieron en menor medida, en concreto, un 0,7%.

El número de hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro experimentó en el cuarto trimestre un aumento de casi 150.000 y se situó en total en 1.575.000. Al tiempo, el número de familias en las que todos sus integrantes estaban ocupados cayó entre septiembre y diciembre en 212.300 hasta sumar una suma global de 8,846.100. En comparativa interanual, los hogares con todos en paro crecieron en 247.000 y aquellos en los que no había problemas de empleo disminuyeron en 374.600.

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