«Todos los árabes son Bin Laden»

El miedo es libre y generalmente ignorante. La ira es ciega. ¿Qué aspecto tiene un terrorista? ¿Quién es el enemigo? En la resaca de los terribles atentados del 11-S, los primeros en sufrir las consecuencias fueron los taxistas sij de Nueva York, cuya religión de la India comparte con los musulmanes la barba y el turbante, aunque con marcadas diferencias imperceptibles para muchos norteamericanos.

"Los estadounidenses son tan ignorantes...", se maravilla aún Lena al-Husseini, directora del Centro de Apoyo Familiar Árabe Americano. "Para ellos todos los musulmanes son sus enemigos y todos los árabes son Bin Laden, como en la Guerra Fría todos los de izquierda eran comunistas y rusos. A veces pienso que son tan víctimas como nosotros. Su visión del mundo es muy restringida y basada en el miedo, me parece muy triste. Toda esa propaganda les lava el cerebro y les obsesiona hasta convertirse en su vida, como el terrorista de Oslo".

Unidos por la discriminación

Hasta el 11-S no existía en EE UU conciencia de grupo para una comunidad multirracial y multirreligiosa que procede de un gran abanico de países. De hecho, el 67% de los árabes en el país son cristianos. "A partir de ahí todos nos unimos, porque todos estamos igual de discriminados", cuenta esta elegante palestina de aspecto mediterráneo, a la que más de una vez le han retirado la mano al oír su apellido.

Cuando la Coalición Sijs de Nueva York tuvo que explicar por qué organizaba unas audiencias sobre la violencia y discriminación contra musulmanes "o aquellos percibidos como musulmanes", su director prefirió parafrasear a una de las voces más sabias en la lucha contra el racismo, Martin Luther King: "Al final lo que recordarás no serán las palabras de tus enemigos, sino el silencio de tus amigos".