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Policías y manifestantes mantienen duros choques en Atenas
48 horAS DE HUELGA

Policías y manifestantes mantienen duros choques en Atenas

Al menos seis personas, tres de ellas agentes, han resultado heridas como consecuencia de los disturbios

AGENCIAS

Miércoles, 29 de junio 2011, 00:10

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Miles de personas se encuentran desde tempranas horas de la mañana congregadas frente al Parlamento de Atenas, en protesta contra las nuevas medidas de austeridad que tiene previsto votar la asamblea mañana.

A la espera del voto, de cuyo resultado afirmativo depende un nuevo paquete de ayuda internacional para Grecia, los sindicatos mayoritarios griegos han convocado dos días de huelga general, que se ha iniciado hoy. La actividad económica del país se ha visto interrumpida por las protestas contra el nuevo programa de recortes y de impuestos, por un valor de unos 78.000 millones de euros en los próximos cinco años.

Las protestas han derivado en violentos enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. Algunos de los concentrados en la plaza Syntagma, frente al Parlamento, han lanzado piedras y botellas contra los agentes, los cuales han respondido empleando gases lacrimógenos. Como resultado de esos choques, al menos 22 personas han sido detenidas y otras 24 han resultado heridas, según fuentes policiales. La inmensa mayoría de los 21 heridos, todos leves, son policías antidisturbios, mientras que otros tres manifestantes han sufrido también contusiones.

Los canales de noticias griegos aseguran, por su parte, que decenas de manifestantes han resultado heridos en los disturbios, aunque ninguno de gravedad. Las nubes de humo por la quema de contenedores y los gases lacrimógenos de la policía hicieron que unas 250 personas tuviesen que acudir a urgencias por presentar problemas respiratorios, aunque ningún caso revistió gravedad, han informado los servicios médicos.

Bombas incendiarias

La prensa griega calcula que unas 20.000 personas han participado en las protestas en la plaza Syntagma, cifra sustancialmente inferior a la de alrededor de 50.000 manifestantes registrada en las marchas de la anterior huelga general.

Pero las demandas de los ciudadanos han quedado empañadas por la acción de grupos de encapuchados con banderas negras, símbolo de los anarquistas, quienes han emprendido acciones aparentemente organizadas en las que han atacado con bombas incendiarias a los agentes. A su paso, estos grupos han roto escaparates y lunas de coches, han prendido fuego a toldos y contenedores, e incluso han incendidado dos vehículos de una empresa griega de telefonía al confundirlas con unidades móviles de televisión, ya que escribieron sobre ellas eslóganes contra los medios.

Piedras y cristales rotos cubren las calles alrededor de la plaza Syntagma, mientras que nubes de gases lacrimógenos y humo han obligado a usar máscaras de gas o pañuelos a los manifestantes, de los que muchos han huido en busca de refugio a otras calles del centro. Centenares de agentes guardan sus posiciones en el Parlamento, completamente acordonado, y donde hoy prosigue el debate sobre el plan de austeridad.

Ajustada mayoría

Ayer, el primer ministro, Papandreu, y el titular de Finanzas, Evangelos Venizelos, intensificaron las consultas para convencer a los disidentes de su grupo parlamentario de la necesidad de aprobar las nuevas medidas, por duras que sean, dado que de ello depende que Grecia reciba el siguiente tramo de la ayuda -12.000 millones de euros para pagar sueldos y pensiones en julio- y un nuevo rescate.

Sin ese dinero, Grecia no podrá afrontar sus pagos y se convertiría en el primer país de la Eurozona que suspende pagos, lo que puede generar un efecto dominó que arrastre a la banca europea y acabe golpeando a otros países del Viejo Continente.

El plan se votará en dos sesiones diferentes, la primera, el miércoles, debería servir para dar el visto bueno al marco general de las medidas, mientras que el jueves se ratificará una ley adicional para su aplicación.

Dos diputados socialistas han expresado su intención de votar en contra por discrepar de la privatización del 17% de la empresa nacional de electricidad, lo que debilita la magra mayoría parlamentaria de cinco escaños que tiene el partido del Gobierno.

En total, el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) cuenta con 155 diputados dispuestos a apoyar las medidas, después de haber tenido ya tres deserciones, aunque dos diputados fueron sustituidos y no se perdieron sus actas. De cumplirse las últimas amenazas de los dos legisladores, los socialistas se quedarían en 153, cuando el mínimo para sacar adelante la votación son 151 apoyos.

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