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Cementerio de Niembro, un remanso de paz

Cementerio de Niembro, un remanso de paz

Este camposanto del concejo de Llanes levanta sus cruces y sus panteones en una península mágica, que se transforma con las mareas. No es de extrañar que haya servido de decorado para tres películas

Guía Repsol

Lunes, 17 de noviembre 2014, 11:56

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El cementerio de Niembro está abrazado por una ría, en una península que crece y mengua con las mareas. Este lugar tan romántico y bello hay que contemplarlo durante una pleamar madrugadora, cuando las aguas duplican su vaga silueta de barco fantasma, y volver seis horas después para verlo tendido en la arena, pétreo y verdinoso, como un náufrago guapo. Con tres largometrajes en su currículum (La señora, El abuelo y Epílogo), es el gran protagonista del itinerario cultural Llanes de Cine, que permite visitar 25 localizaciones de películas y series siguiendo tres rutas señalizadas.

Forma parte de la tercera ruta, la que recorre la zona occidental del concejo, al igual que las playas de Borizu, Barru, Torimbia y Cuevas del Mar, los bufones de Pría, la estación de Posada, El Mazuco, La Pereda... No vamos a decir todos los lugares y las películas que en ellos se rodaron por no alargarnos y porque están en www.llanesdecine.com. Tan sólo destacar uno más: el palacio de Partarríu, en Parres, un caserón de 1898 donde sólo alguien con mucho cuajo querría quedarse después de haber visto El orfanato.

La verdad es que el de Niembro es un cementerio muy bonito pero después de verlo y pasearlo, apetece, y más en verano, es ir a nadar, a brincar y tomar el sol a la playa. Aparte de las ya mencionadas, en el concejo de Llanes hay dos espectaculares. Una es la de Ballota, que está entre Cue y Andrín, a cuatro kilómetros de la villa de Llanes, y cuyos acantilados han servido de decorado para El detective y la muerte y Estirpe de tritones. Y otra, la de Gulpiyuri. No ha salido en ninguna película, pero no hay otra playa igual. Lo que la hace singular es que se encuentra tierra adentro, en una hondonada circular donde el mar no se deja ver, pero cuyas aguas se filtran a través de las rocas formando una poza cristalina.

Fuera, el Cantábrico ruge. Dentro, una calma total. Gulpiyuri está en la parroquia de Naves, a 15 kilómetros al oeste de Llanes, y tiene cómodo acceso por la autovía A-8 (salida 313). El aparcamiento se halla en la misma salida de la autovía y luego hay que andar 200 metros por camino de tierra, en dirección a la costa.

Fuente: Guía Repsol

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