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Vista del casco histórico de Ibiza.
Ibiza sabe a tierra y mar

Ibiza sabe a tierra y mar

La gastronomía ibicenca es el fiel reflejo de la isla: paisajes de mar y montaña en los que diferentes culturas y civilizaciones han dejado su huella

GUÍA REPSOL

Lunes, 4 de agosto 2014, 12:00

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La gastronomía ibicenca es el fiel reflejo de la isla: paisajes de mar y montaña en los que diferentes culturas y civilizaciones han dejado su huella. Fruto de esta mezcla, podemos degustar sabrosos platos con recetas tradicionales. En ellos, son protagonistas tanto el pescado, en especial el mero, como la carne, sobre todo la de cerdo, que nos regala productos tan exquisitos como la famosa sobrasada balear. Eivissa, además, cuenta un binomio muy especial: productos frescos y restaurantes con unas vistas de película. ¿Qué más se puede pedir? El éxito gastronómico está garantizado.

El recetario de la isla se basa en el máximo aprovechamiento de los recursos propios y en la herencia de los distintos pueblos que han pasado por las islas a lo largo de la historia. El mar, por supuesto, es el principal proveedor de ingredientes para la cocina ibicenca. Una de las especialidades aquí es el guisat de peix (un guiso de pescado y marisco con patatas y aderezo de ali oli) y el peix sec (pescado secado al sol, junto a la brisa del mar, y aderezado con especias por los propios pescadores). La gran estrella es el mero, que se acompaña con emperador, langosta, gambas, raya y gallo y se cocina en una greixonera (cazuela típica de barro de las Islas Baleares).

En Eivissa son muy populares también la tonyina a l'eivissenca (atún condimentado con piñones, pasas, huevos, especias, zumo de limón y vino blanco seco); y el estufat de tonyina (estofado de atún). La borrida, del pueblo de Rajada, es una versión autóctona de una receta muy arraigada en la cultura mediterránea, elaborada con raya marinada que se asa al horno, se acompaña con patatas y se cubre con una salsa de huevo, perejil, ajo, pan frito, almendras tostadas, azafrán y aceite de oliva. Tampoco falta nunca el marisco, del cual siempre es recomendable probar las almejas.

Pollo, cerdo y cordero completan la oferta

Si bien las distancias no son muy grandes, existe también una gastronomía del interior que difiere de la de la costa. Si viajamos a esta zona, es muy recomendable que apostemos por los platos de cuchara y las carnes de pollo, cerdo y cordero. Entre las recetas más populares encontramos el sofrit pagés (guiso a base de carne de cordero y pollo, acompañado del típico embutido balear, la sobrasada).

Dulce Eivissa

Y aunque con cualquiera de los platos mencionados hasta ahora, nos resultará difícil dejar hueco para el postre, es necesario que lo hagamos. Además de famosas ensaimadas que encabezan la lista de la repostería local, la tradición cuenta con elaboraciones únicas y deliciosas muy asociadas a determinadas fechas y fiestas, hasta el punto de que hay casi un postre para cada celebración.

Alrededor de la festividad de Todos los Santos podemos degustar los panellets, unos pequeños pasteles multiformes de mazapán con frutos secos, azúcar, miel y especias.

En las fechas de Pascua, las pastelerías nos ofrecen los ricos rubiols (pastas dulces en forma de media luna, con rellenos que van desde la mermelada, crema y cabello de ángel, hasta el chocolate o el requesón). Otro dulce típico de Semana Santa es el tradicional flaó, un pastel redondo elaborado con huevos y queso fresco similar al flan. Tenemos la suerte de que actualmente es posible consumirlo en cualquier época del año, al igual que las orelletes (con licor de anís) o la greixonera (un pudding elaborado con los restos de ensaimadas).

Aunque hay muchos lugares en los que podremos disfrutar de esta suculenta gastronomía, existen algunos restaurantes en los que el éxito está asegurado. Uno de ellos es Ca nAlfredo (Paseo Vara del rey 16; 971 311 274), con más de ochenta años de historia, donde es recomendable probar sus sabrosos canapés de peix sec o el gallo san Pedro al horno. Tampoco defrauda nunca Las dos lunas (Ctra. Ibiza a San Antonio km 5,4; 97 119 81 02), a un cuarto de hora en coche de la capital y con una cocida que combina tradición italiana y del mar. Aquí, en un precioso jardín, podemos probar un exquisito tartar de atún o un sabroso risotto a la marinera. El mejor punto final en una visita a la isla.

Fuente: Guía Repsol

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