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EFE
Domingo, 23 de abril 2006, 02:00
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Tanto el Unicaja como el Real Madrid salieron a por todas desde el inicio de partido, pero fueron los blancos los que se mostraron mucho más acertados en sus tiros a canasta, y obtuvieron una ventaja de uno a siete en los primeros minutos.
El técnico del Unicaja, Sergio Scariolo, volvió a confiar en Garbajosa, que volvió por sus fueros tras su lesión y el pívot demostró que se encuentra cerca de su mejor forma.
Así, al final del primer cuarto, se llegó con ventaja malagueña en el marcador, 18-13, gracias, entre otros factores, a los once puntos del base Pepe Sánchez.
Maljkovic dio entrada de Gerabale en el segundo cuarto, que dio otro aire a los blancos, y que, gracias a su aportación, recortó distancias a falta de cuatro minutos del final del período (26-25).
Aunque el Unicaja mantuvo su buen nivel en el segundo cuarto, el Real Madrid consiguió empatar, por medio de Hervelle, cuando faltaba un minuto y medio para el final del mismo, que terminó con una nueva ventaja de los locales (37-34).
En la reanudación, dos errores iniciales de Santiago y Brown lo aprovechó el Real Madrid para ponerse por delante del marcador, con una ventaja de un punto (39-40).
Los cajistas Pepe Sánchez y Santiago aprovecharon el poco control en el juego que se vivió los minutos iniciales y volvieron a poner a los locales por delante (46-40).
Cabe destacar la batalla entre Reyes y Garbajosa, sobre todo en este tercer cuarto, que terminó con un 57 a 54 para los malagueños que aún no podía despegarse en el marcador.
El local Pietrus fue el primer jugador en caer expulsado, a falta de siete minutos para el final, cuando el resultado era de 62 a 63 para el madridistas.
El siguiente en ser excluido fue otro malaguista, ya que Santiago recibió una técnica y quedó eliminado, al que le siguió el madridista Bullock al recibir su cuarta personal.
A falta de cinco minutos, el resultado era de empate a 65, con lo que la recta final del partido fue muy emocionante, con dos equipos pleno de forma y ganas.
Al final, se llegó a la victoria malaguista con una canasta bajo el aro de Marcus Brown, tras recibir el balón de Pepe Sánchez, y certificó la victoria local, lo que confirmaba la gran actuación de los de Scariolo.
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