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ante la reforma territorial planteada por el gobierno

Aznar asegura que «no hay nación ni Estado que sobreviva a un proceso» como el actual

El ex presidente del Gobierno dice que aunque sólo han pasado dos años de las Generales, su partido ya está listo para ganar las próximas

AGENCIAS | MADRID

Viernes, 3 de marzo 2006, 01:00

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El ex presidente del Gobierno, José María Aznar, ha acusado al Ejecutivo de Zapatero de "desestabilizar la vida pública y privada de los españoles" y ha asegurado que "no hay nación ni Estado que sobreviva a un proceso como el que está viviendo España". En su discurso en la Convención Nacional del PP, Aznar ha afirmado que, aunque sólo han pasado dos años desde las últimas Generales, su partido ya está listo para ganar las elecciones, y ha agregado que los populares se han reforzado con "muchas personas que están hartas de todos esos dirigentes que les han engañado". Aznar ha recordado que hoy se cumple el décimo aniversario de su victoria en las elecciones generales de 1996 y ha resaltado que su Gobierno pactó tras esos comicios con fuerzas nacionalistas "para hacer más fuerte España", mientras que ahora "otros han pactado a costa de hacer más débil España".

El presidente de honor del PP, Manuel Fraga, ha pedido por su parte a su partido que defienda los valores morales y no se limite a "contemplar impasible" cómo un Gobierno "irresponsable" se dedica a "barrenar la sociedad para hacerla nueva". Fraga ha hecho estas afirmaciones en el transcurso de su intervención en la jornada de apertura de la Convención Nacional del PP, en la que ha cuestionado desde la reforma de las Autonomías y la política exterior del Gobierno de Rodríguez Zapatero hasta la reforma educativa, la "movida nocturna" y los matrimonios homosexuales. Así, frente a quienes acusan al PP de "inmovilismo y falta de imaginación", Fraga ha afirmado que avanzar no es cuestión de "barrenar la sociedad" sino que se trata de "con lo que hay, hacer las cosas mejor".

Anteriormente, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, había pedido al PP que responda a los "excesos de la izquierda" mediante la utilización de un "mensaje moderado que devuelva la tranquilidad a los ciudadanos". En la inauguración de la Convención Nacional de PP, Ruiz-Gallardón ha asegurado que lo que están pidiendo los ciudadanos "como un auténtico clamor" es que "devolvamos al país a un rumbo sensato desde la moderación y el sentido conciliador del centro", y ha añadido que el PP debe ser "combativo" en "aquello que combatimos" pero "no podemos dejar que actitudes dogmáticas nos lleven a nosotros al dogmatismo".

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha sostenido durante su intervención que el Gobierno de Rodríguez Zapatero está en "caída libre" y ha animado a su partido a "ganar la batalla de las ideas, porque España necesita un PP fuerte y en forma". Aguirre, que fue ovacionada por los más de 3.000 dirigentes y cargos públicos que asisten en el Recinto Ferial de Madrid a la Convención Populares-06, ha arremetido en su discurso contra el presidente Rodríguez Zapatero, al que acusa de tener "obsesión por cargarse, no sólo los logros conseguidos por el PP, sino también al partido que preside Mariano Rajoy". "Es imprescindible que en la situación actual el PP gane la batalla de las ideas. España necesita un PP fuerte y en forma, porque España no se merece este Gobierno", ha aseverado la dirigente popular.

Política autonómica y antiterrorista

La presidenta del PP del País Vasco, María San Gil, ha asegurado tener la certeza de que el Gobierno "se pondrá de perfil" para permitir que Batasuna vuelva a tener representación en las elecciones municipales. San Gil ha planteado que el regreso de Batasuna a la instituciones será una consecuencia más del "cambio absoluto" en la política antiterrorista del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Así, se ha pasado del Pacto por las libertades "a una moción vergonzante" en el Congreso de los Diputados que lo que hace "es pedir la negociación con los terroristas"; se ha pasado de expulsar a Batasuna de las instituciones a tener al PCTV en el Parlamento vasco; de tener víctimas amparadas, a tenerlas en la calle reclamando que no se negocie en su nombre. La presidenta del PP vasco preside un grupo de trabajo sobre libertad y seguridad para ayudar a definir las nuevas ideas del PP en esta materia.

En opinión de San Gil, "Zapatero sigue tendiendo la mano a una ETA que cada día se hace mas fuerte y le hace a él más débil en un juego perverso", dijo tras lo que señaló que "para ETA, es un chollo que Zapatero esté en el Gobierno, porque nunca han estado tan cerca de conseguir sus objetivos". Así, ha subrayado que lo que "nos venden como un proceso de paz, es un proceso de autodeterminación" ya que ETA se dedica, con cada comunicado a "humillar al presidente del Gobierno y a todos nosotros" y siempre "deja muy claro que no cambia, que no cambia de lenguaje, ni pretensiones".

Tras realizar un repaso a la situación en el País Vasco, San Gil ha asegurado que "es absolutamente necesario que volvamos a retomar la firmeza contra ETA", ya que "frente al terrorismo sólo vale la firmeza del Estado de Derecho y la fortaleza de los dos grandes partidos y tener muy claro que, con esa firmeza y el Estado de Derecho se puede derrotar el terrorismo".

El turno de Rajoy

Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, aprovechará mañana la reunión para consolidar su doctrina política a través de las resoluciones que aprobará la Convención el sábado, a propuesta del comité ejecutivo, con los planteamientos que ha defendido en estos dos años de oposición sobre política autonómica, europea, económica, social y lucha antiterrorista. A estos pronunciamientos se sumará un compendio de principios ideológicos que defiende el partido, que resumirá la definición del centro reformista establecida por las ponencias políticas aprobadas en los tres últimos congresos.

El texto de política autonómica asume las iniciativas de Rajoy para restablecer el recurso previo de inconstitucionalidad ante las reformas estatutarias, así como el aumento de la mayoría necesaria para su aprobación en las Cortes Generales. Incluye también cambios en la Constitución para blindar las competencias del Estado y la revisión del artículo 150 de la carta magna para delimitar la delegación de competencias a las autonomías.

Todas las propuestas de resolución son continuistas con la política aplicada por el PP en sus ocho años de Gobierno - no en vano la Convención despega el viernes con el balance de José María Aznar de sus años de gestión - pero apuntan nuevas reformas para rebajar impuestos, liberalizar mercados, flexibilizar el mercado de trabajo, ampliar las prestaciones sociales por dependencia hasta garantizar el 100% de la asistencia en casos de grandes dependientes, favorecer la incorporación de las mujeres y los jóvenes al trabajo, etc. Se proponen avances hacia la conciliación de la vida laboral y familiar con políticas integrales que mejoren la distribución del trabajo en las empresas, los horarios comerciales, escolares y de los servicios públicos,etc.

Un nuevo modelo

Por primera vez, los populares ensayan un modelo de evento diferente que se distingue del tradicional acto político de discursos y aplausos. Esta Convención marcará el acento en las actividades de debate y participativas para ofrecer una imagen de partido abierto a la sociedad y conectado con las preocupaciones de los ciudadanos que, hasta ahora, habían permanecido en un segundo plano entre los objetivos del PP. La participación en los debates de ONGs, expertos en distintos campos, organizaciones sociales y sindicales son también una novedad en la trayectoria del PP.

Las inquietudes de los jóvenes, los problemas sociales, la integración de la mujer en la sociedad moderna, la extensión de la pobreza en el mundo, el reto de la inmigración, la globalización y las amenazas que se ciernen sobre el medio ambiente centrarán algunas de las actividades de los múltiples foros, debates, grupos de trabajo y otras iniciativas que protagonizarán los dirigentes del partido, las agrupaciones autonómicas, Nuevas Generaciones, los grupos parlamentarios y los partidos extranjeros del mismo espectro ideológico.

Más de tres mil dirigentes del PP se reunirán a partir de hoy y hasta el próximo domingo en su Convención anual, convocada en esta ocasión bajo el lema de Hay futuro y con la que intentan proyectar sus candidaturas a las elecciones municipales y autonómicas del próximo año como lanzadera para regresar al Gobierno en 2008. Mariano Rajoy aprovechará la cumbre de dirigentes para someter a votación su política de oposición a través de seis resoluciones que recogerán la doctrina que ha aplicado desde que fue elegido presidente en el congreso de 2004.

En un año sin actividad electoral, esta convocatoria servirá para movilizar a toda la organización con vistas a las convocatorias del próximo año y sentará las bases de los programas autonómicos y municipales. La proximidad de estos comicios justifica el papel protagonista que desempeñarán alcaldes y presidentes autonómicos, que presidirán distintos grupos de trabajo donde se van a debatir documentos sin valor oficial, pero que serán publicados más adelante con vocación de convertirse en ofertas electorales.

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