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J.A. G.
Miércoles, 25 de enero 2006, 01:00
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El Unicaja escribió ayer otro capítulo glorioso de su historia al vencer por primera vez en la pista del Panathinaikos (25-21, 50-49, 71-75 y 93-95), victoria que le sirve no sólo para liderar el grupo C con las mismas victorias que su rival ayer, diez, sino para ser el mejor equipo de la Euroliga en su primera fase.
El Unicaja descargó en el partido todas las virtudes que le acreditan en su trayectoria europea. Por eso caminó con criterio y neutralizó al Panathinaikos, impotente frente a la defensa visitante, que se fue creciendo con el paso de los minutos. El equipo malagueño iba sembrando de minas el camino que debía conducirle al Panathinaikos a la victoria y, por ende, a ratificar su primer puesto del grupo. No en vano, lo que allí se discutía era el liderato no sólo del grupo C, sino el de la Euroliga completa.
El mejor aval. Inmune al bullicio que le pretendía amedrentar, el Unicaja creció definitivamente en el segundo cuarto, cuando presentó su candidatura al triunfo. Cuando creyó por fin en el triunfo fue en el tercero cuarto. Ya en el último se refugió en una excelente nivel de concentración para derrotar al Panathinaikos y avalar su candidatura al título.
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