EL PATIO POLÍTICO SE ANIMA

Así en menos de un mes culminará una operación política que se ha ido gestando en los últimos meses: la incorporación al PP de los integrantes de Por Alhaurín, la formación independiente que gobierna en Alhaurín el Grande con Antonia Ledesma como alcaldesa. El presidente de los populares malagueños, Elías Bendodo, ha ido trabajando en este tiempo para que volviera al seno del partido de centro-derecha los integrantes de esta formación, que abandonaron las filas populares en la primavera de 2015 para crear un nuevo partido y apoyar así como candidato a la Alcaldía a Juan Martín Serón -que había sido condenado por la justicia por un delito de cohecho-.

Está previsto que en junio se celebre el congreso local que aupará a Ledesma -fue diputada provincial con el PP en el mandato de 2011 a 2015- como presidenta de los populares de Alhaurín el Grande y aspirante a repetir como alcaldesa en las elecciones municipales de mayo de 2019. Parte del trabajo de integración se debe a la labor desempeñada como presidente de la gestora que dirigió al PP en la localidad, Manuel Marmolejo, un político de la total confianza de Bendodo, que ahora también intenta normalizar la situación de la formación en Torremolinos y que es el coordinador provincial de las campañas electorales del PP en Málaga. Unas responsabilidades que le sitúan como uno de los pesos pesados de la estructura orgánica de los populares.

En el PSOE, esta próxima semana es importante porque se abre el plazo, del 7 al 10 de mayo, para que los aspirantes a encabezar la lista socialista a la Alcaldía de las ciudades de más de 20.000 habitantes presenten sus precandidaturas; una vez proclamados vendrá la recogida de avales (el 5% de avales) y la celebración de las primarias el 17 de junio en aquellas localidades donde haya más de un candidato.

En el caso de la capital, Daniel Pérez, actual portavoz en la Casona del Parque, está terminando de ultimar los detalles del acto en el que hará oficial lo que viene siendo un secreto a voces desde el pasado verano: la presentación de su candidatura. La incógnita es si tendrá oponente. El nombre de Rafael Fuentes, un destacado sanchista de la provincia y que fue portavoz municipal entre 2008 y 2010, ha sonado en determinados cenáculos políticos, aunque aún no ha deshojado la margarita sobre si se medirá o no en las urnas a Pérez ya que está sopesando sus apoyos así como su situación personal y laboral.

Por su parte, IU afronta dos procesos paralelos. De un lado están las reuniones con partidos, movimientos sociales y sindicatos de la izquierda para crear candidaturas unitarias de confluencia (en especial se busca ir de la mano de Podemos que también ha puesto en marcha sus mecanismos internos para buscar las confluencias); los primeros encuentros ya están convocados en varios municipios de la provincia. De otro, la coalición de izquierdas deberá afrontar en las próximas semanas las primarias abiertas para elegir a sus candidatos, aunque las listas que salgan de estos procesos estarán supeditadas a que se cierre o no la confluencia con otras organizaciones de izquierdas.

Una de esas formaciones es Málaga Ahora, la marca bajo la que se presentaron varios partidos, entre ellos Podemos, y organizaciones en las elecciones municipales de 2015 en la capital, donde actualmente tiene tres ediles. Esta semana han celebrado una asamblea -a la que, por cierto, apenas acudieron unas veinticinco personas- en la que abordaron su labor de oposición municipal, criticaron el tratamiento que reciben de algunos medios de comunicación pero no abordaron un calendario para tomar una decisión sobre su futuro político. En este sentido, en el documento que han hecho público mantienen abierta las tres opciones: no concurrir a los comicios, presentarse en solitario o hacerlo en algún tipo de confluencia o coalición.

Sobre la posibilidad de presentarse con otros partidos de su mismo espectro político dejan claro que esa opción «exige saber comunicar nuestras líneas rojas, saber escuchar las de los demás, saber negociar, y, sobre todo, saber hacernos entender, tanto interna como externamente. El reto paso porque todas nos sentimos representadas en la decisión que se tome, que evidentemente tendrá que respetar nuestros principios y código ético, esto es, nuestra razón de ser».